Harry Potter: La magia que se manifiesta

Capítulo 4

Capítulo 4 || Recuerdos y el expreso de Hogwarts

~~~~ EL PASADO, PRIMER DÍA ESCOLAR DE HARRY, 1983 ~~~~

¡Harry estaba tan emocionado! ¡Por fin pudo ir a la escuela y aprender más de lo que podía en casa! Y Magic siempre estaría con él, ¡simplemente lo sabía! Por lo que el conocimiento de Magic le dijo, eran las cuatro de la mañana, pero Harry estaba demasiado emocionado para volver a dormirse después de despertar. Iba a ser su primer día en la escuela, ¡su primer día aprendiendo cosas nuevas! Aunque estaba un poco aprensivo y nervioso por cómo lo tratarían, la emoción de las nuevas experiencias estaba eclipsando eso, y podía imaginarse caminando por los pasillos con Magic sosteniendo su mano y guiándolo a donde tenía que ir. enseñándole con calma y aprendiendo con él como siempre lo había hecho. Lleno de emoción y entusiasmo, Harry saltó de su cama y directamente a los brazos de Magic, abrazándola con fuerza.

"¡Va a ser muy divertido!" Dijo en voz baja con una amplia sonrisa.

La magia solo lo abrazó, le dio unas palmaditas en la espalda, como él quería. Harry se puso de pie y rodeó a Magic mientras ella todavía lo abrazaba y, sonriendo, dijo: "Tendremos que hacerte lucir bien para la escuela".

"Haz lo que desees." Magic dijo plácidamente en respuesta.

Aún sonriendo y pensando en lo bien que se vería con la hermosa Magic a su lado, Harry pasó los dedos por su cabello, aunque no sintió ningún enredo. Le dio unas palmaditas en la cabeza y se aseguró de que su cabello estuviera alisado, le pasó las manos por la bata y se aseguró de que no tuviera arrugas, luego se vistió con su propia ropa. Porque él quería que ella lo hiciera, Magic pasó sus manos por la ropa de Harry para alisarla también, luego se sentó en la cama, el corazón latía de emoción mientras Magic se arrodillaba frente a él y tomaba sus manos.

Aunque solo estaba sentado, pensando y sosteniendo las fuertes manos de Magic en las suyas, la hora del desayuno llegó antes de lo que pensaba. Sentado en la mesa junto a Magic, Harry disfrutó de su desayuno hasta que Dudley lo pateó debajo de la mesa.

"¡Ay!" Dijo Harry. "¡Eso duele!"

"¡Te sirve bien!" Respondió Dudley.

"Suficiente de eso, ahora." Tío Vernon declaró con su voz ronca.

"¡Tía Petunia, he estado esperando esto toda la mañana!" Harry dijo con una sonrisa, ya que no quería mantener su emoción entre él y Magic. "Es genial ir a la escuela con Magic y ..."

"No." Dijo la tía Petunia, interrumpiéndolo.

"¿No que?" Preguntó Harry después de unos segundos de silencio.

"La magia no te acompañará". Respondió la tía Petunia.

"Pero pensé que ..." comenzó Harry, sintiendo toda su emoción, sus planes, cayendo en pedazos justo frente a los ojos de su mente. Parpadeó, sintiendo que su garganta se cerraba, lágrimas formándose en sus ojos. Realmente, realmente no quería que ella se quedara atrás.

"Hago lo que Harry desea, y me iré con él." Magic declaró.

Harry se permitió sentir un poco de esperanza. La magia nunca lo abandonaría, nunca lo dejaría solo y nunca haría nada que no quisiera. Sin embargo, las siguientes palabras de la tía Petunia frustraron sus esperanzas y sintió que la tristeza se apoderaba de nuevo.

"¿Quieres estar limpiando, chico? Si no, entonces ella se queda aquí." La voz de la tía Petunia estaba casi enojada, casi mordaz.

"¿Por qué no puede ir?" Preguntó Harry.

"Porque, chico, es tan anormal con esa calma, esa bata que nunca cambia, la forma en que hace todo lo que quieres, ¡no! ¡No la dejaré ir contigo, puede aprender en casa!" Espetó la tía Petunia.