Capítulo 2

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Luego de darles un corto discurso a toda la multitud presente sobre la vida universitaria que les espera, deseándoles lo mejor, que constancia, dedicación y esfuerzo pueden lograr todo lo que se proponen e incluso recordándoles todo el sacrificio que hicieron para estar presentes el día de hoy, termino mi corto discurso, recibiendo una ensordecedora ola de aplausos.

Vaya, esto fue emocionante.

Recuerdos de mi tiempo como estudiante invaden mi mente.

Salgo de mis pensamientos para sonreír ampliamente hacia el público.

— Agradecemos la asistencia del joven Eliot, estudiante de último año en la carrera de hotelería, por haberse tomado parte de su valioso tiempo para asistir y brindarles palabras de aliento en su motivador e inspirador mensaje, espero que se quede grabado en la memoria de cada uno de ustedes.— Solo atinó a sonreír por sus palabras.— Ahora sin más, por favor diriganse a sus respectivas aulas, sus clases ya están por comenzar, antes de eso, déjenme informarles que los alumnos de primer año aún deben quedarse para asignarle sus tutores. Los demás, continúen con sus horarios ya establecidos.— Son las últimas palabras del director.

Me quedo parado a unos cuantos metros, por qué no sé qué más hacer, observo como los últimos alumnos se retiran, quedando solo los de primer año, como lo había pedido el encargado.

— Lorena.— Habla fuera del altavoz, observando las gradas.

— Digame señor.— Aparece la joven de hace unos momentos.

— Acompañe al joven Eliot a mi despacho.

—Como usted diga señor.— Me observa, para luego dirigirme la palabra.— Sígame por favor.— Me pide amablemente.

Accedo ante su pedido, regalandole una sonrisa apenas visible.

Bajando las escaleras del estrado, escucho la voz del encargado, pero solo la mención de "aquel" nombre en particular detiene mi andar.

— Como sabrán jóvenes, la señorita aquí presente se hará cargo del aula 1-B3, como nuevos internos de nuestro plantel estudiantil, les pediría que sean amables y respetuosos y sobre todo dedicados en sus labores. Por favor señorita Juliet, presentece.

Es como un estallido escuchar ese nombre tan peculiar, aún sin voltear, ya siento el nerviosismo recorrer mi cuerpo, eso es lo que causa aquel nombre.

— Joven Eliot, ¿Se encuentra usted bien?— La voz de la secretaria me saca de mi ensoñacion.

Recobro la cordura. Solo es un nombre, Eliot.

— Si.— Respondo aflojandome la corbata al sentir que me asfixió estando ahí.

Me mira con evidente curiosidad por mi anterior comportamiento.

— Como usted diga.— Retoma su caminar, siguiendole yo el paso.

No es un nombre muy común por eso mi asombro, pero tampoco era la única con ese nombre, es solo que... Aún me afecta, regreso a la época de mi adolescencia.

Después de caminar por largos pasillos la joven se detiene frente a un salón de puertas marrones, gira la perilla y se coloca a un lado del que parece ser su puesto de secretaria.

— Ingresé por favor.

— Muchas gracias.

El lugar sigue siendo espacioso, como lo recuerdo, es peculiar por la cantidad de libros que tiene en la estantería ubicada a un costado del escritorio de madera; tiene unas cuantas carpetas sobre ella, también hay un sillón pegado al frente del escritorio y del otro lado hay un gran ventanal ubicado estratégicamente para poder ver los pasillos principales de la universidad.

My sweet obsession Donde viven las historias. Descúbrelo ahora