Ellos dicen estar enamorados, pero aún no descubren qué tan profundo es el amor que los enlaza el uno al otro.
♡♡♡♡♡♡
Elisse Cross se consideraba una chica ordinaria con una vida normal. Algunos días veía el mundo de colores...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿
Elisse.
Han pasado ya dos días y todavía sigo pensando en la actitud de Nico el sábado. Noté que se molestó demasiado cuando le hablé de Matteo, y por más que lo he reflexionado no le encuentro justificación a su comportamiento. Probablemente, se enfadó porque no le agrada hablar de él, no después de la mala impresión que se llevó el día que se conocieron, sin embargo, no es mi culpa que no se lleven bien.
Nico no debió gritarme como lo hizo, nada justifica que me haya hablado de esa manera tan horrible. Una parte de mí, la que no quiere aceptar que ese chico amable puede comportarse diferente estando molesto, me dice que debe existir otro motivo por el que se comportó así.
Ayer fui a visitar a Luka, él sigue inconsciente y eso me destroza de maneras inexplicables. Cada vez que voy a verlo siento ilusión de que abra sus hermosos ojos y me mire con dulzura, porque solo así podría abrazarlo y decirle cuanto lo quiero, pero verlo despierto ya se ha convertido en una esperanza vacía.
No quisiera hablar de Matteo, porque últimamente me confunde mucho lo que siento cuando estoy con él. De alguna inexplicable manera, su mirada logra atravesar mi corazón y consigue ver a través de mí, puede leerme y eso me aterroriza. Pienso en él una y otra vez, a cada hora del día, incluso en mis sueños está presente.
No creí que este último mes le daría a mi vida un giro de 360°. En ese instante no tenía idea de los sucesos inesperados, los corazones rotos y las desilusiones que ocurrirían en los siguientes días. No sabía que ya nada volvería a ser como antes.
***
Estas últimas semanas estarían dedicadas a exámenes, proyectos y el gran baile de despedida.
El lunes, me encuentro sentada en un asiento del aula estudiando fórmulas y ecuaciones, resolviendo problemas bastante fáciles que estando desconcentrada me parecen cada vez más difíciles. Repentinamente, escucho que alguien entra al salón, al levantar la cabeza me encuentro con los ojos cafés de Matteo.
—Creí que nunca te vería con un libro entre las manos y aquí estás —me dice él.
Él se acerca, toma asiento a mi lado y recarga sus antebrazos sobre la banca. Le sonrío y vuelvo mi atención a mi cuaderno.
—No puedo darme el lujo de dejar de estudiar, tal vez no lo sepas, pero tengo un promedio que pretendo mantener hasta terminar la universidad.
Matteo me observa con una expresión de absoluto asombroso y perplejidad.
—Sería mejor que primero dediques tus horas de estudio a terminar con buenas notas este último año, ya sabes lo que dicen, no quieras hacer hoy lo que puedes hacer mañana.
Le dedico una mirada comprensiva y encojo los hombros con actitud despreocupada.
—Repasar los temas nunca esta de más. En realidad, no le he contado a nadie que pienso estudiar en Oxford. He visitado varias páginas de universidades que ofrecen beca completa a estudiantes que mantengan un buen promedio.
