Capitulo 4

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Levanto la mirada lentamente y entonces lo veo, un ángel caído del cielo, el chico más guapo que he visto en toda mí jodida vida, de lindos ojos verdes, pelo tan oscuro como la noche y algo desordenado que lo hace ver súper sexy, unos labios carnosos que lo hacen ver perfecto, un ser esculpido por los mismos dioses.

Me he quedado hechizada, ni siquiera he hecho el esfuerzo por levantarme, sigo tirada en el suelo, tomando la mano de este chico tan guapo, que no aparta la mirada de mí, lo que me pone ligeramente nerviosa, sus ojos están clavados en los míos, de repente sus hermosos labios forman una sonrisa y creo que no podría ser más perfecto.

—¿Te encuentra bien? — pregunta con una sexy voz, que afortunadamente me saca del trance en el que me encuentro, después de recomponerme y con su ayuda me levanto rápidamente.

—S-si estoy bien — digo tartamudeando. Me doy cuenta de que mis cosas siguen tiradas por el suelo así que me agachó y las cojo.

Mientras recojo mis cosas hay algo que no encuentro, mi teléfono.

—Mierda — digo lo más bajo que puedo para no ser oída.

—¿Buscabas esto? — la voz del chico lindo me llama, volteó y en sus manos tiene mí teléfono, suspiro aliviada, lo cojo y lo meto en la bolsa de mis pantalones.

—Gracias — digo al chico, que ahora que lo veo un poco mejor es más alto que yo y parece mayor, pero no lo creo, pues debe de tratarse de algún alumno, uno que no había visto jamás, de haberlo visto antes lo recordaría.

—Deberías fijarte por dónde caminas — dice algo serio.

—Lo tomaré en cuenta —respondo, y me doy cuenta de que ya no hay más alumnos paseándose por los pasillos para llegar a sus nuevas clases.

Tarde, llegaré tarde a la clase de cálculo, genial seguro el nuevo profesor ya ha llegado al salón, lo que me faltaba.

—Gracias por todo, me tengo que ir — me despido y salgo corriendo sin esperar respuesta.

Llego al salón y por suerte el profesor no ha llegado, busco con la vista a Franc y lo encuentro en la esquina negando con la cabeza, a su lado hay un asiento vacío, me acerco y acomodo mis cosas en la banca.

—Otra vez tarde... ¿cuál es tu excusa ahora? — pregunta a la vez que yo tomo asiento.

—No me creerías si te lo dijera — respondo con una leve sonrisa.

—Sorpréndeme — dice mi amigo con una de sus sonrisas coquetas que le bajan las bragas a cualquiera.

—Me he chocado con el chico más guapo que he conocido en toda mi vida — suelto un pequeño suspiro al recordar al chico lindo.

—No recuerdo haber chocado contigo cariño — se hace el pensativo, cómo tratando de recordar, yo pongo los ojos en blanco.

—No hablaba de ti tarado — le doy un pequeño golpe en el brazo — hablaste de un chico guapísimo con quién choque mientras venía a la clase, de unos hermosos ojos azules, de verdad que parece un ángel

—Oye...haz lastimado mí pequeño y delicado corazón — dice dramáticamente llevándose la mano al pecho.

—Tu ego diría yo — y suelto una pequeña risa — pero ya enserio, te digo que vi a un chico tremendamente sexy y...

No termino la frase por qué la puerta del salón se abre captando la atención de todos, incluyéndome a mí y a Franc.

¡Hay por Dios no puede ser!

A lo que llaman prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora