NOTES GIRL ── CHOI CHANHEE

Note№6

“Hey, esta es la última nota que te dejaré. Me gustaría que sepas que aunque no te llene de notitas seguiré apoyándote eh.

Si te preguntas porqué, me enteré que has querido saber mi identidad y la verdad no estoy segura de querer que sepas quién soy, me da algo de miedo.

Sé que te gusta alguien y no le has dicho nada porque crees que te gusto. Ummm, ve por esa chica, seguro es la linda rubia que he visto varias veces contigo, ve por ella, no te detengas por mi, no tiene sentido.

Te amo, Choi Chanhee. Pero no creo que tus sentimientos por mi sean tan fuertes y  no podemos obligar a alguien a que nos amé con la misma intensidad que amamos nosotros.  Al fin y al cabo solo soy la chica de las notas.

Wyyn.”

La menor terminó de escribir la nota. Estaba decidida a dejar de escribirle solo para que él pudiera organizar sus sentimientos y ser feliz con la chica que le gusta, no quería confundirlo más.

Dobló el papel con sumo cuidado y justo cuando iba a guardarlo en el bolsillo de su suéter una mano se lo arrebató de las suyas.

-¡Hey dame eso!

Gritó con molestia, pero quedó estática en su lugar al ver de quién se trataba.

Mierda.

-Que temperamento, Kim.

-Dame ese papel, Choi.

-¿Es algo importante?

-Si, lo es.

-Debería...

El mayor empezó a desdoblar el papel y a la chica la invadió el nerviosismo. Se lanzó sobre el mayor para poder quitarle la nota de sus manos, pero perdieron el equilibrio y el rubio tomó la cintura de la chica para que no pegara la cara del suelo, logrando que al final cayera sobre él.

-...Eso no es tuyo. —Susurró ya más tranquila con el papel en la mano.

-Si, estoy bien, con un poco de dolor en la espalda por ser tú amortiguador. —Soltó con sarcasmo el rubio.

Ella rodó los ojos e iba directo a pararse, pero no pudo hacerlo al sentir como el contrario tomaba con más fuerza su cintura y la volvía a pegar a él.

-¿Q-qué haces?

-¿Esa nota era para Juyeon?

La menor pensó con cuidado su respuesta.

Si decía que si podría salvarse del interrogatorio, si decía que no seguramente insistiría en saber para quien es.

-Si...

El rubio puso una de sus manos en la mejilla de la pelinegra y acercó más sus rostros.

-No te creo... —Susurró rozando sus labios con los de la menor.

La chica no sabía que decir, su corazón iba a mil por hora y su rostro estaba completamente rojo gracias a la cercanía con el mayor. ¿Ya lo sabría? ¿Venía a burlarse?

-Dejame leer la nota y te dejaré ir...

Susurró aún cerca de ella.

-Bien.

Soltó la menor. El rubio alejó sus manos de ella y la menor aprovecho para levantarse con rapidez. Dejó la nota en una de las sillas del salón y salió con rapidez del salón.

No había nadie por los pasillos de la escuela, solo una señora de limpieza que estaba cerrando uno de los salones.

-Oh, señorita debería apresurarse a irse, el tiempo está algo feo y seguro empieza a llover.