Inesperado

Capítulo 1

Era un día como cualquier otro. Amelia se levantó, se preparó y se dirigió al bar, su lugar de trabajo. El resto de la mañana también transcurrió como cualquier otra, la hora del desayuno era la que menos le gustaba ya que era en la que más personas iban y eso significaba que tenía que correr más, al igual que en la tarde. Era media mañana y estaba acomodando algunas cosas en el mostrador para hacer tiempo antes de que llegue otro cliente.

- Hola, ¿me das un café negro? - escuchó que dijo una voz masculina.
Sin dejar de hacer lo que estaba haciendo y sin mirarlo respondió - Enseguida, ¿Tu no quieres nada amor? - preguntó dirigiéndose a la chica que estaba al lado de él.

- No yo no, gracias - respondió esta.
Amelia empezó a preparar el café en la máquina. Mientras esperaba que se llene el vaso notó cierta distancia entre la pareja. Cuando la chica se volteó a saludar a otra mujer que se dirigía a la salida, le preguntó al chico - ¿Están peleados con tu novia? - ni siquiera sabía por qué había preguntado eso, le gustaba sacar tema de conversación con la gente porque el silencio siempre la incomodaba, pero tal vez esa no era una pregunta apropiada para hacerle a un desconocido, tranquilamente podía ser una familiar o una amiga, así que enseguida se arrepintió.

- ¿Qué? ¿Qué novia? - preguntó el y luego de unos segundos, cuando se dio cuenta que hablaba de la chica que había venido con él, entre risas dijo - Ah no, ella no es mi novia, es una clienta. Es que se me hizo tarde y le pedí que me espere mientras compraba algo para desayunar.

Amelia también se rió, y mientras tapaba el vaso le dijo - Ay perdón. Tomá, gracias.

- A ti - respondió él mientras comenzaba a alejarse.

En ese momento vió que se acercaba su novia, Arizona - Hola amor - la saludó con su típica sonrisa y le dio un beso.

- Holaaa - respondió ella - ¿Cómo andas? ¿Qué pasó que viniste?

- Ah es que me olvidé...

- ¿Arizona? - preguntó el rubio que había comprado el café minutos antes - ¿Eres tu?

- ¿Link? Hola - le dijo ella.

Amelia notó que ambos estaban sorprendidos, y no parecía una linda sorpresa - ¿Se conocen? - les preguntó.

- Si, es... - comenzó a decir Link pero Arizona lo interrumpió.

- Soy la ex de su hermana - dijo la rubia.

- Ahh - respondió Amelia, quien no entendía por qué se los veía tan incómodos, sobre todo al chico, si simplemente era eso.

- Bueno, yo ya me voy - dijo Link e hizo lo anteriormente dicho.

- Y yo también - le dijo Arizona mientras agarraba unas llaves de la parte de adentro del mostrador - Estaba por la zona y quise pasar a buscar estas que me las había olvidado.

- Ah ok, chau linda - respondió Amelia, la despidió con un beso y siguió trabajando sin darle importancia a lo que había pasado recién.

El grupo de amigas de Amelia más cercano estaba formado por Arizona, Jo y April. Siempre que podían salían de noche, era literalmente la cosa favorita de Amelia. Hoy Jo quería salir, pero como era día de semana Arizona al día siguiente tenía que rendir un exámen de la universidad de medicina, así que habían quedado en juntarse en la casa de Amelia.

Ya eran cerca de las nueve de la noche, Arizona y April ya estaban en la casa de Amelia. Mientras esperaban a Jo hablaban de distintas cosas, la que más hablaba era Arizona, que necesitaba descargarse sobre lo nerviosa que la tenían los exámenes.

- Ari, yo te amo pero me tienes cansada con la universidad - le dijo April ya cansada provocando así la risa de Amelia - Yo tengo algo que contarles.

- ¿De qué? - preguntó mientras ponía música en el parlante.

- Conocí a un chico y... - en ese momento escucharon un ruido en la puerta y April se detuvo - ¿Qué fue eso?

Amelia le hizo seña indicándole que haga silencio, y volvieron a escuchar otro ruido, como de metal o algo así.

- Tal vez es un vecino - dijo Arizona.

- En los departamentos de este piso no vive nadie - respondió Amelia en voz baja.

- Ay mira si es un ladrón - dijo April y sus amigas, quienes estaban unos pasos delante de ella, se giraron bruscamente y la miraron.

- Cállate estúpida - le dijo la rubia.
Empezaron a golpear la puerta. La perra de Amelia se acercó a esta y comenzó a ladrar, cosa que hacía siempre que llegaba alguien. Su dueña fue hasta ella y la alzó para que se callara.

- ¿Qu- quién es? - preguntó.

- Jo, no puedo abrir.

- ¡Jo! - le gritó Amelia mientras abría la puerta y Jo la miró sin entender qué era lo que había hecho - ¿Tanto ruido vas a hacer?

- Bueno es que no podía abrir la puerta esta de porquería y se me cayeron las latitas - respondió levantando las seis latas de cerveza que traía en la mano - ¿Qué se pensaron? ¿Qué era un ladrón?

- ¡SI! - respondieron todas al unísono como si fuera obvio y Jo empezó a reírse.

- Vamos pasa, April nos estaba contando de... ¿de qué nos estabas hablando? - dijo Amelia mientras Jo se acomodaba y ambas se dirigían al sillón con las demás.

- Espera espera espera, ¿Jo tiene llave de acá y yo no? - preguntó April haciendo gestos graciosos en broma, ya que sabía que Jo y Amy eran como hermanas, y nadie podía ocupar ese lugar. Esto provocó la risa de todo el grupo.

- ¿Entonces que ibas a contar?

- ¿Vieron que el otro día fui a comer a lo de mis padres? - empezó a decir la pelirroja y sus amigas asintieron - Bueno, fue una familia amiga y el hijo era súper lindo, y nada, hablamos toda la noche e intercambiamos números.

- Mm a mamá y papá no les gusta eso - le dijo Arizona haciendo referencia a lo protectores que son los papás de April mientras las otras reían.

- No me interesan lo que piensen, tengo 23 años, ya no pueden decirme qué hacer - respondió ésta segura.

- Me gusta esta April - dijo Jo divertida.

Así pasaron toda la noche, divirtiéndose entre ellas como lo hacían siempre. Por más de que Arizona dijo que no podía tomar, no se había controlado y ya estaba borracha. Jo y Amelia estaban casi iguales que ella, y April, que siempre era la que más se controlaba, no había tomado tanto.