Donde la relación de Amelia ya no es lo mismo que antes y empieza a sentir algo que nunca había sentido por un pibe o donde Link se enamora de una chica que está con una persona de su pasado
El domingo por la tarde se encontraba caminando sola por la ciudad. No tenía planes, tampoco mucho trabajo, no había organizado para juntarse con nadie, Arizona iba pasar el día estudiando, así que caminar le parecía una buena idea. Había entrado a una heladería. Cuando estaba esperando a que le den su helado vio que Link estaba como a un metro de ella pidiendo. Ambos se miraron y el chico se acercó a ella.
- Hola! ¿Qué haces? – la saludó simpático.
- Hola… ¿Link no?
- Link, si. ¿Tu nombre era…? – en realidad no sabía su nombre ya que nunca se lo había dicho.
- Amelia.
- Amelia, que lindo nombre – dijo y ella sonrió.
- Disculpa, ¿me dijiste chocolate y menta granizada? – le preguntó el heladero a Link.
- Si si.
- ¿Cómo puedes comer menta granizada? – le preguntó Amelia entre risas mientras le daban su cuarto de helado y le agradecía a la chica que la atendió.
- ¿No te gusta la menta granizada? – preguntó Link indignado mientras le daban su cucurucho.
- No dios, es horrible – contestó la chica y se dirigieron a la salida.
- Ok, ahora me caes mal.
- Uy, eso enserio me lastima – dijo Amelia en broma y ambos rieron.
Estaban parados en la puerta de la heladería cuando el rubio le preguntó – Y… ¿has venido sola?
- Si, hoy no tenía que hacer nada así que… ¿y tu?
- También – respondió el y luego, con una expresión de duda preguntó - ¿Quieres… caminar?
- Si, era justo lo que iba a hacer – le contestó con una sonrisa.
- Y… no se, cuéntame algo sobre tí – dijo Amelia cuando ya estaban caminando a una cuadra de la heladería – Qué haces, vives hace mucho aquí, tienes pareja, mascotas – esto último hizo reír a Link.
- Soy de Pensilvanis, y me mudé aquí hace un mes para trabajar en la inmobiliaria de mi papá. Em… no tengo novia ni mascota – ahora fue ella quien se rió.
- ¿Cuál es la inmobiliaria de tu papá? – preguntó.
- Propiedades Lincoln, ¿la conoces?
Amelia asintió y respondió – Ah si, la sentí nombrar.
- Te toca – dijo el.
- Bueno trabajo en el bar, en quinto año gané una rifa en el colegio y con esa plata estudié diseño de moda e hice algunos cursos de corte y confección, soy diseñadora y tengo un emprendimiento donde vendo mi ropa, algún día espero llegar más lejos. Tengo una perra que se llama Mora…
- Ah no se vale, tu vida es más interesante – le dijo Link y Amelia rió medio sarcásticamente.
- Ajam…
Link no entendió bien su reacción pero no preguntó.
Siguieron hablando de distintas cosas, un tema los llevaba a otro, y así pasaron casi una hora. Link le contó sobre su trabajo, anécdotas de algunos clientes, Amelia le habló un poco sobre sus amigos, su entorno, hasta que agarró su celular para mirar la hora y vió que su mamá le había mandado un mensaje.
- Uy, voy a tener que irme – le dijo mientras se detenían – Mi mamá me ayuda con lo de la ropa y me dijo que algo le pasó a la máquina de coser, así que voy a ir a ayudarla.
- Oh, si si, está bien – respondió el – Bueno, nos vemos.
Amelia se acercó, lo saludó con un beso en la mejilla y se fue.
Estaba en su casa, específicamente en su cama, estudiando. Se puso a pensar en qué pasaría si Amelia descubriría la verdad de su separación con Lucía. En su cabeza debatía si era mejor contárselo antes de que se entere de otra forma, o no. Tampoco sabía cómo reaccionaría su novia al saber el pasado de Arizona Robbins. Tal vez se estaba haciendo mucho la cabeza, pero no podía dejar de darle vueltas al asunto. Realmente le gustaba lo que tenían con Amelia, llevaban un año y medio juntas, y sin dudarlo estaba siendo el mejor momento de su vida.
Cuando iba saliendo de la casa de su mamá le llegó un mensaje de Jo.
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Así que eso hizo, pasó por la heladería, de nuevo, y fue a la casa de su amiga. Hicieron lo mismo de siempre, miraron Friends, pidieron pizza, se pusieron al día, aunque para ser sinceros no había mucho que contar ya que se veían siempre, miraron más Friends, comieron helado, etc, etc.
Ahora ambas estaban sentadas en la mesa con sus celulares - Mañana tengo la campaña, ¿te acuerdas? – dijo Jo. Ella era modelo, y al día siguiente tenía una campaña de fotos con una marca que había trabajado más de una vez.
- ¡Ay! Por un momento me había olvidado – respondió Amelia casi saltando de la silla – Desde ya suerte. ¿Estás nerviosa?
- No – Jo le restó importancia.
Su amiga se rió - Mira si te voy a preguntar eso, cómo vas a estar nerviosa si eres la mejor.
- Jajajaja te amo.
- ¿Y son fotos individuales o cómo? – siempre se contaban todos los detalles de sus trabajos, Amelia de sus prendas y Jo de sus campañas, y de esta no habían hablado mucho.
- No no, van a ser con un chico – contestó Jo e hizo cara de duda – ¿O una chica? No recuerdo bien, pero en conclusión, van a ser con otro ser humano.
Amelia se rió, era de esas personas que se ríen de literalmente todo, aunque sea una estupidez.
- ¿A ti te está yendo bien con la ropa?
- Si, últimamente la página está ganando seguidores, cosa que es buena, pero tener un local, algo físico, ayudaría un montón – contestó Amy.
Jo se limitó a mirarla, sabía cuanto soñaba su amiga con tener su propia marca de ropa, y cuánto trabajaba para conseguirlo, pero también sabía lo difícil que era.
- Oh, eso – su amiga la sacó de sus breves pensamientos – Hoy estuve con Link, ¿viste el que fue cuñado de Arizona, que te había dicho?
- Si si.
- Bueno, hoy estaba en una heladería y nos cruzamos, y como los dos estábamos solos caminamos un rato – le contó.
- Ah, ¿y? – preguntó Jo para que le cuente más.
- Nada, es simpático, la pasamos bien.
- Que lindo – respondió la chica con una sonrisa – ¿Y le has contado lo que te dijo Arizona de su hermana?
- No – le contestó Amelia con cara de confusión - ¿Para qué?
- Bueno no lo sé, tal vez te había preguntado o algo.
- Ah no no – dijo la castaña y después de unos segundos se levantó de la mesa – Bueno, me voy yendo antes de que se haga más tarde.
- Dale amor – Jo también se levantó – Te acompaño.
Una vez abajo en la puerta del edificio, Amelia se despidió de du amiga diciendole – Suerte mañana, después me cuentas.
- Gracias amor – contestó ésta – Avízame cuando llegas.
Al día siguiente… Como todas las mañana estaba en el bar atendiendo a la gente, y su próximo cliente era Link.
- Hey – le dijo ella.
- Buen día – respondió el rubio con una sonrisa.
- ¿Un café negro? – preguntó.
- Sí por favor.
Mientras Amelia lo preparaba le dijo – ¿Ayer la pasamos bien no?
- Si re.
- Tendríamos que repetirlo.
La chica se dio vuelta, sonrió y dijo – Cuando quieras – Terminó de prepararlo, tapó el vaso y se lo dio.
- Oh, ayer me olvidé de preguntarte – comenzó a decir Link mientras sacaba la billetera de su bolsillo - ¿Hablaste con Arizona al final?
- Ah si. Pero bueno, lo entiendo, las parejas no siempre terminan bien – respondió ella.
- Y… - no sabía si preguntar lo que iba a preguntar o no, quizas era entrometerse mucho, pero no le gustaba quedarse con la duda - ¿Van a seguir juntas? – Amelia lo miró sin entender y ahí fue cuando se arrepintió de haber preguntado – Digo, porque, el tema de las drogas suele ser… - no terminó de hablar ya que vió la cara de desconcierto de Amelia.