Inesperado

Capítulo 3

Se despertó con un horrible dolor de cabeza. Al mirar a su alrededor notó que estaba durmiendo en un colchón en el piso de su habitación, con Jo, quien estaba casi cayéndose de el, y este estaba ubicado al lado de su cama de dos plazas, en la que dormían todas despatarradas Arizona y April. Se levantó como pudo, tratando de ignorar la resaca, aunque no lo logró, y trató de buscar su celular. Luego de unos minutos de revolver la habitación y no encontrarlo, lo buscó por el resto del departamento hasta que lo vio sobre un almohadón del sillón. Volvió a la habitación, se tiró en el colchón y comenzó a despertar a sus amigas mientras miraba los tweets de la noche anterior. Era lo que siempre hacía después de salir, twitter era como su noticiero de la noche anterior, ya que cuando salían, por alguna razón contaban todo lo que pasaba allí.

- Eh - Jo se sobresaltó con los golpes de Amelia - ¿Qué sucede? ¿Qué hicimos en el ascensor?

Amelia se rio al darse cuenta que ella había estado soñando o algo por el estilo y estaba diciendo cualquier cosa. Decidió seguirle el juego por un segundo y le respondió - Que yo sepa nada.

- ¡Arizona! ¡Me has babeado toda la mano! - gritó April.

- Aaa para de gritar - contestó la rubia malhumorada.

Amelia no podía parar de reírse con lo que leía en su celular.

Arizona salió de la cama y fue hasta el baño. Cuando luego de unos minutos volvió le dijo a su novia - Amor reo que vomité tu baño.

- ¿Creo? - acotó Jo.

- Más te vale que lo hayas limpiado - le dijo seria Amelia.

- ¿Qué hora es? - preguntó April.

- Si, ¿y dónde está mi celular? - agregó Arizona mientras sacudía las frazadas para encontrarlo.

- Son casi las cuatro y media de la tarde, y tu celular... no lo se, reza para que lo hayas traído y no lo hayas perdido - respondió Amelia.

- Gracias por tu ayuda - dijo la rubia irónica.

- Aaa mi cabezaa - se quejó Jo - ¿Hay algo para comer?

- No, vengo de buscar en la heladera y está vacía - respondió April mientras entraba a la habitación seguida de Arizona, la cual ya había encontrado su teléfono.

- ¿Enserio? Juro que pensé que antes de ayer había comprado unos sandwichitos de miga.

- Noo, ¿cómo vas a nombrar a los amores de mi vida justo cuando me estoy muriendo de hambre? - le dijo Jo haciéndose la dolida en broma.

Amelia rió y les dijo - Pidamos algo, no se, ¿una pizza?

- ¿Traen pizza a las cuatro de la tarde? - preguntó April.

- No lo sé, pero voy a llamar.

La tercer pizzería con la que se comunicó la atendió, así que mientras esperaban a que llegara hablaban de distintas cosas, primero en la habitación, después en el living, en la mesa, y así dieron mil vueltas más hasta que llegó.

Pasaron el resto de la tarde juntas, hasta que cerca de las 8 de la noche April se fue a cenar con su familia y Jo volvió a su casa porque se sentía algo mal por la resaca. Arizona estaba debatiendo entre irse a su casa a estudiar, ya que ahí tenía sus libros y apuntes, o pasar la noche con Amelia e irse al día siguiente. Amy logró convencerla de que se quede. Además de que quería pasar tiempo con ella, iba a aprovechar para hacer lo que no había podido el día anterior, preguntarle sobre su ex, la hermana de Link. Para ser sinceros, le daba cosa, y también creía que estaba exagerando, pero no iba a quedarse con la duda. Ahora estaba sentada en la mesa y Arizona recostada en el sillón, ambas con el celular.

- Ari - la llamó y su novia levantó las cejas sin dejar de mirar su celular, en señal de que la estaba escuchando - Viste que el otro día en el bar estaba este chico... ¿Link? Creo que así se llamaba - notó que Arizona ahora si levantó la vista hacia ella y la miró como sin entender hacia dónde iba esta conversación.

- Em, si. ¿Qué sucede con eso?

- Nada, es que... - Amelia jugaba con sus dedos, estaba nerviosa, pero al ver la "tranquilidad" de su novia ella también decidió restarle importancia al asunto e ir directo al punto - Los noté algo incómodos, a ustedes dos. Se que tal vez no se llevaban bien o no terminaron bien con su hermana, pero a lo que quiero llegar es que ayer el volvió de nuevo al bar y yo le pregunté si había pasado algo entre ustedes y el me dijo que tenía que hablarlo contigo - había empezado a ver cierta incomodidad en el rostro de Arizona.

Ahora esta dejó de mirar el celular para posar su vista en ella - Oh si, no, no tengo nada con él, pero con su hermana no tuvimos una separación tranquila, así que tal vez por eso nos has notado incómodos.

- Ah - respondió Amelia, quien seguía jugueteando con sus dedos - Pero, ¿por algo en especial o...?

- No - contestó rápidamente Arizona - Solo que no con todas es igual, pensábamos distinto en algunas cosas, pavadas, y bueno, solo es eso.

- Bueno - no la notaba del todo convencida de lo que le estaba contando, pero decidió ignorarlo, seguro se estaba confundiendo, y además no le gustaba meterse en la vida de los demás, si ella no quería contarle las cosas con lujo de detalles estaba bien. Además, era su novia, una de las personas en las que más confiaba, no veía por qué le mentiría.

Evidentemente, como se esperaba, le había dado muchas vueltas al asunto y se había hecho la cabeza.