Esa noche, Osamu se encontraba sólo en su habitación al aparecer Tsumu se quedaría a dormir en casa de uno de sus amigos, a Osamu no le agradaban mucho sus amigos, eran los típicos chicos que sólo pensaban en fútbol, chicas lindas, y en quién la tenía más grande, no podía entender cómo su gemelo salía con esos idiotas, tal vez sólo quería ser popular, pero si para ser popular necesitas juntarte con personas como esas, preferiría quedarse sólo toda la vida.
Osamu suspiró y se tiró en la cama con los brazos extendidos, viendo hacia la enorme ventana que tenía en frente, donde podía ver perfectamente la habitación de Sunarin.
-¿Qué estará haciendo Rin? - Se preguntó.
Al instante la figura del chico se hizó presente en la habitación, Osamu lo siguió con la mirada, al parecer este no se había percatado que alguien le observaba del otro lado; Rintaro se sacó la camiseta, Osamu pudo apreciar la ancha espalda tonificada y los delicados omóplatos que le acompañaban, la espalda de este se veía tan... Osamu quiso saber como se sentiría al tacto de sus dedos-mordió un poco su labio inferior ante aquel pensamiento - ¿Qué es lo que estoy haciendo? -pensó- apartó su mirada de aquella vista y prendió la consola para jugar un poco.
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El viernes había llegado, y los gemelos Miya se encontraban discutiendo por el control de la tele en su habitación.
-¡Maldito Tsumu, acabas de ver la tele hace unas horas, es mi turno!
-Samu sabes qué a está hora pasarán la recopilación de las mejores jugadas del partido de ayer de "Suntory Sunbirds"
-hubieras pensado en eso antes de pasarte cinco horas viendo pokemón; ahora es mi turno de ver tele
-Entonces le diré a Rin que te la pasas mirándole por la ventana cuando se cambia-dijo Atsumu, mientrás una sonrisa llena de malicia se formaba en su rostro
-Eso... no es cierto-contestó Osamu, nerviosamente
-Vamos hermanito, puedes notar a kilómetros la tensión sexual que les rodea
-Eres un degenerado
-Aún así me amas-Atsumu encendió la tele para cambiar al canal de deportes, dando por entendido que había ganado la pelea.
Mientrás, Osamu se desplomaba en la cama, dirigiendo su mirada hacia la ventana, pues su programa favorito estaba por comenzar, era la hora en la que Suna llegaba de patinar y cambiaba su ropa por una limpia, Samu no podía evitar sentirse un acosador, pero el hecho de que más de una vez había tenido contacto visual con Suna, en una de esas tantas ocasiones que se encontraba admirando el cuerpo desnudo de este, le decía que ambas partes estaban conformes con la acción.
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Perdonen el capítulo corto, prometo que el otro será más largo
