Capítulo 5

2.4K 280 85
                                    

-Entonces... ¿Ahora somos pareja?-preguntó Osamu, cortando el pequeño silencio que se había formado mientras caminaban por la calle, entrelazados de las manos.

-... Supongo

Samu detuvo el paso, y Suna le siguió.

-¿Qué pasa Samu?- Preguntó arqueando una ceja, al notar que el contrario se había quedado estático.

-Es sólo que...nunca antes había estado en una relación

-¿ni con chicas?-preguntó curioso el oji-verde

-No, algunas chicas se me confesaban...y como no quería hacerlas sentir mal, las invitaba a salir, así tal vez me llegarían a gustar, si las conocía mejor...pero no llegaba a verlas más allá que sólo amistad

-Ya veo

-Y tú Sunarin... ¿Haz estado en una relación antes?

-mmm si he salido con una que otra chica-pronunció Rintaro con algo de desinterés

-Entonces... ¿Te gustan las chicas? - habló el peli-gris, con una expresión de desánimo en su rostro

-verás Samu... no lo hice porque me gustarán, si, las chicas son lindas pero...no me gustan de esa forma, salía con ellas para que mi papá no sospechará que prefiero a los hombres; pero como era de esperarse lo descubrió, y lo que pasó después no fue nada bonito, por eso me mude con mi mamá

-Gracias Dios por hacerme hombre-dijo Samu, mirando hacia el cielo

Suna rió ante el comentario

-tonto-el castaño se acercó al rostro del peli-gris y depositó un tierno beso en su mejilla causando un leve sonrojo en este.

Osamu se encontraba en su cama recostado, analizando todo lo que había ocurrido esa noche, no podía creer que aquel chico que se cruzó en su camino, aquella mañana cuando salió a correr, ahora era su novio; podía tomarle la mano cada vez que salie...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Osamu se encontraba en su cama recostado, analizando todo lo que había ocurrido esa noche, no podía creer que aquel chico que se cruzó en su camino, aquella mañana cuando salió a correr, ahora era su novio; podía tomarle la mano cada vez que salieran a dar un paseo por la tarde, podía besarle los cachetes cada que este hiciera algo que le resultará tierno, abrazarlo cuando necesitase de compasión o cariño y sobre todo, lo que más le emocionaba, probar esos labios carmesí cada que se le antojase.

...

La mañana siguiente Samu se levantó un poco tarde, ya que la noche anterior se había ido tarde a acostar, sin embargo desde que despertó se encontraba con más energía que nunca.

-¿Qué es lo que pasa con tu cara?-preguntó Atsumu mientrás colocaba un poco de pasta en el cepillo de dientes

-¿Al fin notaste que soy más guapo que tú? - le respondió el peli-gris posándose en el marco de la puerta del baño

-ambos sabemos que yo soy el más guapo de los dos, pero ya ¿que es lo que te pasa?

-No sé de qué hablas

-No te hagas Samu, hoy irradías felicidad - dijo Atsumu mientras llevaba el cepillo a su boca, pero al mismo tiempo dejándolo caer, ante la idea que cruzó su cabeza-mi hermanito ya no es virgen-pronunció

-otra vez con eso-volteó los ojos ante el comentario-pero, sólo puedo decirte que ya no estoy soltero... por favor no hagas un escándalo-agregó

-crecen tan rápido-dijo Atsumu, simulando limpiarse unas lágrimas invisibles

-d r a m á t i c o-deletreó Osamu

-d r a m á t i c o-deletreó Osamu

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al otro lado de la ventana | OsaSunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora