El fin de semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos, Osamu estaba listo para comenzar las clases; aunque muchos odiarán los lunes para Osamu eran algo indiferentes, aunque entendía porque todos lo detestaban; lunes, señalaba el final del fin de semana, lunes significaba el inicio de otra semana de arduo trabajo, lunes, era decir adiós a los sábados de fiestas por la tarde, y a pasar el rato un domingo, jugando videojuegos, viendo la televisión, o fisgoneando en el teléfono, mientras te tumbas en el sillón con una soda fría en la mano;eso era algo que para Osamu no era muy importante, para él el lunes era como cualquier otro día de la semana.
...
Abrió la puerta del aula 2A; al parecer este lunes si podría ser distinto a los demás, aquella silueta que ya era bien parecida del chico de pelo castaño, estaba presente en el aula, en su aula, justo a lado de su asiento.
-Al parecer, nos vamos a estar viendo muy seguido-se dirigió Osamu hacía Rintaro
-Supongo que si... ¿Te molesta? - Preguntó Rintaro
-No para nada... Me agradas-sonrió mostrando sus dientes
-También me agradas... Miya-
Tener a Rintaro a lado era una mala idea, no podía concentrarse en lo absoluto, el perfil de Suna era bastante atractivo, ¿como demonios esperaban que entendiera una maldita cosa de cálculos diferenciales, si la mandíbula de Suna era tan cuadrada y perfecta?
-Samu, ¿te importa si comemos juntos en el recreo? , soy nuevo, aún no conozco a nadie-dijo Rintaro apartando a Osamu de sus pensamientos
-Por supuesto que no, si no te importa lidiar con el estúpido de mi hermano
-Podría aguantarlo todo el día, si eso implica estar contigo
Samu sintió sus mejillas calentarse un poco, ¿era sólo él o Suna acababa de coquetearle?
-Hola chicos-Osamu se acercó a la mesa del comedor donde comían Aran, Kita y Tsumu
Los gemelos habían conocido a Aran y a Kita en una fiesta para los estudiantes de nuevo ingreso, el año pasado.
-¿Quién es el nuevo? - Preguntó Aran, llevando una cuchara de arroz a su boca
-Se llama Rintaro vive en la casa de a lado-interrumpió Atsumu antes de que Suna pudiera decir algo
-Un gusto Rintaro, yo soy Shinsuke Kita y el es Aran Ojiro-extendió su mano para saludar a Rintaro
-No hay por qué ser tan formal, puedes decirnos Aran y Kita- dijo Aran corrigiendo a su amigo
Osamu y Suna, tomaron asiento uno a lado de otro.
-Samu dile a mamá que hoy llegare un poco tarde
-y debería por qué...?
-porque eres mi único hermano, y porque...bueno, creo que esa es razón suficiente
-Me lo pensaré
-Más te vale que se lo digas-Atsumu cerro el puño amenazando a Osamu con este
-¿Puedo acompañarte a casa, Samu? - Preguntó Suna
-Estaba a punto de preguntarte lo mismo-giró su cabeza un poco para encontrarse con la mirada de Suna
Rintaro se acercó al rostro de Osamu, tomó su barbilla y deslizó suavemente su dedo pulgar por su mejilla, provocando a un Osamu nervioso.
-Tenías un poco de rastros de comida justo ahí-dijo Rintaro a un con su mano en la barbilla de este
-Perdonale Rintaro, es como un bebé, cuando come-dijo Atsumu
-y tu eres como un grano en el trasero-se defendió Osamu
-tranquilos chicos, si siguen así iniciarán una pelea de comida-Se interpuso Kita
-Nunca desperdiciaría la comida de esa forma-habló Osamu
-¿Estas listo? - preguntó Osamu-Si, vamos-Contestó Suna subiendo a su patineta tomando impulso con su pie izquierdo, manteniendo el mismo ritmo que los pasos de Osamu
...
-Eres muy bueno con la patineta, ¿Cuándo empezaste a practicar?
-Desde los 11, mi primo se encargo de enseñarme-Rintaro se detuvo un momento-¿Quieres intentarlo? - preguntó
-mmm... ¿No es peligroso?
-Puedo sujetarte, así no caerás al suelo
-De acuerdo-asintió
Suna bajó de la patineta, y Osamu tomó su lugar, los delicados y largos dedos de Rintaro se posaron en la cintura de Osamu, mientrás este permanecía estático sobre la patineta.
-Debes impulsarte con el pie izquierdo-Señaló Rintaro.
Osamu sacó su pie izquierdo, algo dudoso, y comenzó a impulsarse.
-¿Así?
-Si, exactamente
Rintaro comenzó a masajear la cadera de Osamu, mientras seguían avanzando por toda la calle, a Osamu le agradaba esta sensación, sentía como las mariposas aleteaban en su estómago; pero pronto comenzó a sentir las miradas a su alrededor, de gente que los veía extrañados.
-Creo que otro día, podrías enseñarme con más calma-habló Osamu mientras bajaba de la patineta
-Si, tu dime cuando tengas tiempo-contestó soltando sus caderas
-Te veo mañana Taro- se despidió con una sonrisa
-Si, hasta mañana-le siguió Rintaro
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Al otro lado de la ventana | OsaSuna
Hayran KurguSuna se muda al vecindario de Osamu, y no tardan en desarrollar una amistad, pero, ¿es sólo eso lo que ambos quieren?