- f o u r -

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Las cosas siempre aparecen cuando uno menos se lo espera. Bueno, o eso es lo que siempre me ha ocurrido a mí. Pero como normalmente se trataban de objetos materiales como algún lápiz no le tomaba importancia. Sin embargo, volver a ver a una persona, luego de pensar que lo has perdido y que te llene esa sensación de alivio en todo el cuerpo como si pudieras volver a respirar, era algo realmente reconfortante.

A pesar de todo, creo que aún no estaba preparada mentalmente para hablarle. No, aún no. Podría decirle que el lugar se encontraba cerrado pero eso sería muy estúpido y patético de mi parte, así que hice lo que debía hacer. Le abrí la puerta para que pudiera pasar, donde él luego me agradeció y me saludo. A lo que yo solo sonreí mientras veía su apariencia, como siempre.

—Viniste—solté de repente.

Este me sonrió y se sorprendió ante lo que dije, igual que yo.

—Sí, es que tuve unos problemas durante estos días pero ya está todo solucionado—

—Me alegro—le respondí con una ligera sonrisa—¿Qué quieres tomar hoy? ¿Un americano frio?—

— ¿Cómo lo recuerdas?—me preguntó un poco sorprendido.

Yo solo reí, para luego tratar de sonar lo menos nerviosa y tranquila posible.

—Digamos que eres el único cliente que tengo durante la madrugada—me reí a lo que él también —¿Quieres algo más? Te podría recomendar algo de nuestra pastelería, es realmente buena— sentía mi cara arder un poco.

Había entrado un poco en confianza con él al ver que no contestaba de manera apática, como hacían la mayoría de las personas. Creo que no le quedaba tanto él apodo que le había dado. No era amargo, más bien parecía dulce.

—Solo si me acompañas en compartirlo—

No espera aquella respuesta, realmente no. Por una parte quería pero por otra no. ¿Y si no era como yo pensaba? ¿Y si me ilusionaba aún más de lo que estaba? Podría decirle que no y seguir con mi vida. Pero por primera vez en mi vida quería arriesgarme y no pensar tanto las cosas, aunque tenga miedo y no sepa que pueda llegar a pasar.

—Está bien—

Le pague por su café para luego pagarle la mitad del precio de la torta que compartiríamos, donde la otra mitad pagaría yo, y así comencé a prepararle su café.

Al acercarme a la mesa donde se encontraba, vi que en ella había puesto su cuaderno desgatado con su lapicera. Tenía curiosidad de que era lo que escribía allí desde que había llegado, pero pensaba que era algo muy privado por lo que no me sentía con suficiente confianza como para preguntarle, aún no.

Acá nos encontrábamos sumidos en un silencio, pero no era cualquier silencio. Para mi había distintos tipos de silencio, dependiendo en donde te encuentres y con quien te encuentres, si es que estas acompañado. Pero en este silencio, el cual solo se escuchaban los autos que pasaban y la música que había en el espacio. Se podría decir que era unos de los silencios de querer contarse todo, pero a la vez no saber por cual base partir. No obstante, me había acostumbrado al silencio que compartía con él, pero al mismo tiempo quería escucharlo y saber muchas cosas más sobre Yoongi.

—¿Por qué trabajas de noche?— me preguntó de repente.

Trate de buscar una respuesta ante ello, una que no fuera honesta. Que sea una total mentira o con una gran parte de mentira, pero a la vez no quería mentirle. Quería que sepa la verdad así contarle todo lo que pasaba por mi mente, pero algo me lo impedía y era la falta de confianza.

—Se podría decir que prefiero la noche antes que el día— luego tome un trozo de la torta

— Entonces podría decir que yo también la prefiero—comento con cierto tono de ambigüedad en su voz y con una sonrisa en su rostro.

Yo me reí ante ello, y baje la mirada. No creo que estemos hablando de lo mismo.

—Si te dijera hasta qué punto me gusta y que he hecho para disfrutarla, me tomarías de loca—le comente

—Pruébame—

Tome una bocanada ante lo que iba a decir. Nunca se lo había dicho a un desconocido. Solamente mi secreto, entre comillas, lo sabía mi familia más cercana por razones obvias y Sun. No había necesidad de que todo el mundo conozca algo que tiene como objetivo ocultarte de todo el mundo.

—Vivo de noche, y parte de mañana si agrego el horario de la universidad – estaba esperando ver alguna reacción en su cara, pero nada. Solo logre que abra la boca, para luego cerrarla nuevamente.

—Es fantástico eso, ¿Cómo lo lograste?—

No sabía si era verdad lo que decía o mejor dicho lo que sentía. Pero quise contarle, todo. Desde la parte más pequeña que había planeado hasta la más simple y la razón detrás de todo esto. Y únicamente me escuchaba asombrado, como si le estuviera contando una historia. Nunca se lo había tenido que explicar a nadie, mis padres desde el principio no les gustó la idea por lo que no quisieron escuchar nada, solo les bastaba saber que tenía un trabajo y estudiaba. Mientras que Sun, simplemente me reprochaba a que vuelva a mi vida de antes. Pero eso no era algo que quería en este momento, cuando podía  vivir con la libertad de no correr tras alguien o algo.

Así seguimos toda la velada, el preguntándome como hacia ciertas cosas y pensando en otras que podría mejorar, pero en ningún momento me reprocho porque supo la razón de todo aquello, porque solo me escucho.

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Holaa cómo están?
Espero que se encuentren bien 💕
Otro capítulo como les prometí
Espero que les esté gustando la historia y desde ya muchas gracias por leerla 💓

The Night I Met You • Yoongi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora