Alana

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Después de esa noche.

Al día siguiente lo primero fue hablarle, comenzamos a conversar poco a poco, tan fascinante, acudí a mi familia para que me orientarán al respecto y ellas simplemente dijeron que era posible lo que había dicho la mujer.

Fui a buscar a mi maestra, la persona que me tomó como su pupilo en todo este mundo misterioso y sus palabras fueron exactamente las mismas, que era posible, como un último recurso acudí a otras personas diestras en este mundo y simplemente dijeron que era posible.
¿Acaso nadie tiene una maldita explicación lógica?

Fuimos conversando poco a poco cada vez más con Alana y me resultaba tan fascinante escucharla, ese día recuerdo haber conversado por horas con ella y justo antes de irse note que tenía una herida que se asomaba por el hombro, fue inevitable verla y ella dijo.

Alana - Oh ¿la notaste?

Lex - Si, lo siento no pude evitarlo.

Alana - No te preocupes, alguien me daño hace tiempo, un monstruo.

Lex - ¿Un monstruo, como puede algo tan aborrecible tocar a alguien como tu?

Alana simplemente se despidió y se fue, esa noche me cabeza daba demasiadas vueltas y decidí ir a buscarla, cuando llegué a donde vivía, el sendero largo y escalofriante me llenaba de temor, pero mi sentir y curiosidad eran aún mayores.

Mientras me acercaba a su casa, la vi en un balcón admirando la luna, entonces arroje una piedra para no despertar a su familia, ella sonrió y dijo.

Alana - ¿Que haces a esta hora aquí?

Lex - No podía dormir y solo pensaba en ti.

Alana - ¿Todo en orden?

Lex - Sentí que estabas mal, que había algo que te llenaba de tristeza, solo quería saber si estabas bien.

Alana sonrió nerviosamente y dijo.

Alana - Es solo que...

Lex - Solo que ¿que?

Alana - Conversar me hizo récordar muchas cosas que trato de olvidar.

Lex - Lo siento, pero, no podrás olvidar algo así, supongo que sólo lo superas ¿no?

Alana - Es complicado, soy... Diferente, cuando dijiste que era una bruja...

Lex - Espera ¿Que?

Me puse muy nervioso, un frío helado recorrió mi espalda.

Alana - No te asustes, pero no estabas equivocado.

Lex - Jajaja osea que... ¿Eres una bruja, una bruja real, de esas que vuelan en escobas o como?

Alana - Esas son tonterías pero en esencia si, soy una bruja.

Me sentía tan confundido, pero la quedé viendo como si fuera la última gota de agua en un desierto árido y caluroso, en lugar de sentie miedo, sentí como si ella fuera en realidad a quien buscaba desde hace años.

Alana - ¿No tienes miedo de mi? Lo siento creo que no debí...

Lex - No, espera ¿Como podría temerle a alguien tan fascinante y extraordinaria?

Me quedo viendo y solo dijo que debía irme, que ella era muy tarde y no me podían ver ahí.

YūgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora