Alana

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Las palabras de aquella mujer me retumban en la cabeza a diario, las escribí, las escribí más de una vez, me la pase meses atento de cada perdona que conocía.

Un día decidí simplemente dejar que pasara, dejar que las cosas se dieran si en su momento pasaba algo.

El tiempo fue pasando, años para ser exactos y justo un día, en mis 26 años caminaba por un parque y me tope con una mujer, fue como cruzar de casualidad ya que jamás había llegado a ese lugar, entonces la vi, la volví a ver, dos veces, cuatro veces, algo me llamaba la atención.

Tomé mis cosas después de permanecer en una banca sentado unos minutos y me fui, la sensación fue muy extraña, sentía como si ya la hubiera visto.

Al día siguiente en la universidad, entre y choque con esta mujer, de frente, ella se disculpo como si fuera su culpa haber chocado conmigo, dije que no debía preocuparse y me presente.

Lex - Soy Lex por cierto, una disculpa he estado muy distraído.

Alana - Alana, no pasa nada.

Me retire, ella tomó sus libros y continuó, la sensación seguía siendo extraña.
Al estar en el comedor algunos conocidos y amigos comenzaron a hablar sobre temas interesantes, temas místicos y me llamó la atención, decidí ir a conversar, justo fue cuando alguien dijo su carta astral, muchos no sabían que era y otros sólo se rieron, a lo que conteste que tenía la misma carta que ella, Alana era quien había hablado.

Me senté cerca de ella y comenzamos a conversar al respecto.

1 en 1400 la probabilidad de tener la misma jodida carta, sin duda siempre hay cosas sin sentido que le dan ese sabor a la existencia.

Comencé a memorizar cada centímetro de su rostro mientras hablaba, cada tono de su voz al contar algo que le gusta, entendía lo que decía pero era como estar en otra dimensión, las personas desaparecieron y solo estaba ella hablando y hablando, era fascinante.
Mientras hablaba le dije que era una bruja, a lo que ella se sorprendió y con una sonrisa nerviosa preguntó el porqué.

Simplemente dije que era por su conocimiento, ya que ese es el significado de una bruja, mujer sabía.
Qué me daba la impresión de serlo.

Se despidió con su sonrisa nerviosa y se fue.

Esa noche no pude conciliar el sueño y no sólo era por el maldito insomnio, si no por el encuentro más raro de mi vida, durante la noche comencé a pensarla, durante unas horas hasta que caí rendido, dormía y fue entonces que me levanto un golpe en el pecho, como si me clavaran algo y el primer pensamiento fue Alana, comencé a sentir sus latidos y entonces me llegaron de nuevo las palabras de aquella mujer.

YūgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora