Una niñera con el ceño fruncido

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-Este es el teléfono de mi hermano. Mándale un mensaje, él no suele atender llamadas de números desconocidos. -Wei WuXian le dijo mientras acunaba a un somnoliento A-Yuan en sus brazos.

-Gracias, estaba desesperado. Mi cena es mañana y el tío en serio quiere que vaya. -XiChen suspiró suavemente.

-No te preocupes. Jiang Cheng tiene experiencia, él cuida de mi sobrino cuando mi jiejie no puede, incluso ha sido niñero de A-Yuan unas cuantas veces. Es muy bueno con los niños pese a lo que parece. -Wei WuXian sonrió.

-Mn. No te preocupes. -Lan Wangji asintió, recibiendo al chico de los brazos de su esposo.

-Okay, le daré un intento, gracias. En serio.

-No hay problema, lamento que no podamos cuidarlo nosotros.

-No te sientas mal, esto no es tu culpa. -XiChen sonrió antes de mirar a su pequeño JingYi caminar somnoliento hacia él, cargando su mochila de cosas. -¿Quieres ir a casa, A-Yi?

-Mn, quiero ir a dormir con Tùtù (兔兔 - conejo). - El chico dijo descansando su cabeza en la pierna de su padre.

-Vamos entonces, despídete de tus tíos. -JingYi asintió e hizo una reverencia. Lan XiChen hizo lo mismo antes de agarrar su mano para llevarlo de vuelta al auto. En el camino de vuelta en auto JingYi se negó a querer dormirse, nunca podía dormirse a menos que tuviera a su conejito a su lado.

Ni bien abrazó al peluche cayó en un sueño profundo. Lan Huan se rió, arropándolo dentro de las sábanas cómodamente. - Buenas noches. -Se inclinó a presionar un beso suave en su frente, justo como su madre solía hacer.

~~~

Lan XiChen era un padre ansioso y sobreprotector. Dada la naturaleza de cómo JingYi había venido al mundo, su ansiedad era incluso más molesta que la de otros. Era el único padre que él tenía, y el chico estaba muy apegado a él.

En sus cinco años en el mundo, él solo era muy apegado a tres personas, su primo, A-Yuan, su padre, XiChen y su madre quien había muerto cuando él era muy pequeño.

En su cuarto, tenía una caja llena de todas las fotos que XiChen pudo conseguir de ella, con el propósito de que el chico pudiera mirarlas cuando quisiera recordarla. Eso junto a su Tutu eran los últimos esbozos de ella pasando por su vida. Su nombre había sido la idea de ella por igual. Él era su pequeño niño alegre, siempre sonriendo y riéndose en sus brazos mientras ella lo movía de un lado a otro.

En el camino al departamento, estaba nervioso. Pese a haber discutido las necesidades del chico con Jiang Cheng a fondo, aún le ponía algo inquieto tener que estar lejos de él por tanto tiempo. Jingyi no tenía ningún problema con ello, dijo que aguantaría por su Bba así el podía ir a la reunión de trabajo. Incluso siendo joven, era un pequeño inteligente.

-Okay, A-Yi. Baba se tiene que ir ahora, tú te quedarás aquí con Jiang Cheng, por favor no le causes problemas.

-Mn, JingYi va a ser bueno con Gege así Baba puede trabajar.

-No esperaba nada menos de ti. -XiChen le sonrió con cariño antes de tocar a la puerta.

-Buenas noches, -Jiang Cheng abrió la puerta. Su cabello estaba recogido en un rodete, su ropa era de entrecasa. -Tú debes de ser JingYi. -Miró hacia abajo en dirección al niño con una mochila de pingüino.

-Yo soy Lan JingYi, encantado de conocerlo. -El niño hizo una reverencia con respeto, aún sosteniendo la mano de su padre.

-Yo soy Jiang Cheng, encantado de conocerte también. -El hombre alto le reverenció por igual, también saludando al adulto

Baba ama a gege, gege ama a baba | XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora