Return. |Niam Hayne|

-Capitulo 37- PENULTIMO

La fiesta había terminado bien, de hecho todo había sido espectacular según las criticas que recibieron los novios. Ambos estaban mas que felices pues ahora eran esposos y sus argollas no podían estar mas lucidas en sus manos con tanto orgullo como esa noche. 

Niall y Liam fueron los últimos en despedirse de la joven pareja los cuales aún se partían besos amorosos y mimos empalagosos. 

-Hazz ya eres toda una bella esposa- rió Niall llegando hasta ellos haciendo que los recién casados se volvieran a separar. 

-Gracias- sonrió el rizado pero después frunció el cejo -¡Oye yo no soy la esposa!- 

-Vale, vale solo no te molestare porqué fue una hermosa fiesta- sonrió emocionado abrazando a su pequeño amigo -¡felicidades!- 

-Gracias- sonrió feliz el rizado y regreso a su lugar. 

-Chicos ah sido precioso todo, en serio muchas felicidades- acoto Liam sonriendo. 

-¡Gracias Liam!- Hablo Louis abrazando a su novio por la cintura. 

-Bien, nosotros ya nos vamos- sonrió Niall enredando su mano con la de Liam, intentando cubrir el anillo recién entregado pues lo último que quería era arruinar una bonita sorpresa para todos. 

-Gracias por todo chicos, en serio- sonrió Louis, se veía realmente feliz. 

-De nada, sean muy felices- Dijo Liam con sinceridad, le alegraba ver a Louis tan feliz. El castaño no era de tener relaciones y la única vez que tuvo una seria lo lastimaron mucho, por eso Liam adoraba al pequeño rizado porqué hacia feliz a Louis. 

-Oh y Louis no lo dejes sin caminar tantos días- rió mientras veía como el rostro de ambos se iluminaba de colores. 

Salieron de ahí riéndose aún por el último chiste contado. Sus manos entrelazadas y Niall sintiéndose tan dichoso que podría verse su sonrisa desde el espacio o así lo veía él, caminaron sin decir muchas palabras, era noche quizá pasaba de las dos de la mañana... no lo sabían estaban tan perdidos en su mundo que la hora era lo que menos importaba. 

-Te amo- susurro Niall mientras detenía el avanzar de ambos a unos pasos del lugar. 

Liam se detuvo y se giro para ver a Niall, su sonrisa, sus ojos azules brillosos bajo la tenue luz de la luna, su felicidad haciéndole mas jovial de lo que ya era y se descubrió sonriendo, su mente divago un pequeño momento en aquel primer encuentro que tuvo con ese chiquillo, cuando se trepo a la cama sin permiso solo para ver a un pequeño e insignificante bultito que se movía y que al parecer, todos amaban. Maura había salido por algo y Liam aprovecho para aventurarse a conocer que era aquello que todos comenzaban adorar, inclusive su madre. Trepo la cama matrimonial y se acerco con miedo, después de todo tenía solo tres años y ver que aquella manta azul se movía le daba un poco de temor, pero haciéndose el valiente y agarrando aire se encamino hasta poder verla mas de frente. Sus ojos marrones no podía separarse de aquel rostro, era un bebé eso lo sabía aunque fuera pequeño, pero nunca había conocido algo tan bonito como aquello, el de ojos azules paro su llanto que hacia un rato por falta de alimento le perseguía haciendo un mojín para descubrir un nuevo rostro que no era el de su madre. Liam lo inspecciono sus mejillas rojas, su cabello castaño claro y esos preciosos ojos azules que le veían con suma atención como queriendo grabarse lo en su falta de memoria, de repente el castaño dio un respingo cuando el bebé soltó una risita y palmeo ambas manos intentando agarrar el rostro del niño, Liam sonrió y con miedo de romper aquella bella cosita entrego su mano al pequeño que reía, el bebé rápido enrollo sus deditos en la mano del castaño, era tan suave su pequeña manita... Liam se quedo jugando con aquella sensación tan dulce, mientras el bebé reía como si el simple hecho de que un desconocido le estuviere tocando le alegrara el día.