♡Parte 2

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Por otro lado, Tobi se había puesto bastante feliz de tener a Itachi en su equipo -ah, ¿de qué sirve? El tipo siempre consideraba genial a cualquier persona que se le cruzaba en el camino-, así que se le acercó y le sonrió.

-Hola, Itachi san- le dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Itachi se limitó a hacer una inclinación de cabeza.

¡Ah! Como lo odiaba, pensó Sasori por tercera vez, entre más apretaba los dientes y los puños. La verdad era que Itachi no era torpe, ni escandaloso, molesto o idiota. Y era quizá, el más parecido a él que había en Akatsuki...Podrían llevarse bien.

Ambos eran genios. Los maestros no hacían más que alabarlos, y sus compañeros incluso los envidiaban. Tenían cualidades que hacían resaltar belleza -en algún momento Sasori incluso había pensado que de ser posible, querría inmortalizar la perfección del moreno en una pintura o una marioneta-. Eran serios, orgullosos y soberbios; En resumen, cualquiera podría decirle a Sasori que era un egoísta que clamaba por completa atención, puesto que antes de que llegara Itachi a la escuela él había sido el primer lugar en todo, y ahora había sido desplazado a segundo. También, podían pasar a Sasori por un petulante de primera que despreciaba la competencia y la derrota -aunque esto último era cierto-, pero nada de eso tenía que ver.

Itachi y su hermano menor Sasuke habían sido transferidos a la escuela, fue porque Madara, el padre de Tobi, había adquirido su custodia cuando Fugaku y Mikoto Uchiha habían fallecido por un accidente automovilístico y su tío había decidido inscribirlos al curso; En ese entonces, el Akasuna se sintió tan acorde con el Uchiha, y sentía tanta empatía por él gracias a su misma situación como huérfano, que incluso intentó hacer algo que jamás -ni siquiera con Deidara- había hecho: Ser amable.

Durante varios días, se interesó por el Uchiha, y atribuía su seriedad a la reciente muerte de sus padres. Cuando luego de un par de semanas, Kisame había logrado hablar un poco con el moreno y convencer a Pein de dejarle entrar a Akatsuki, Sasori tuvo la oportunidad de estar cerca, aunque nunca le habló. Hay que ser sinceros, se había quedado embelesado por la belleza de Itachi, y la mayor parte del tiempo imaginaba cómo sería si una sonrisa iluminara su rostro, pues Deidara se la pasaba diciendo, que incluso en el hombre más desgraciado del mundo, una sonrisa iluminaba su rostro. Sin embargo, Sasori creía que si Itachi llegara a sonreír, haría resplandecer toda una habitación.

Se dio cuenta de que parecía una colegiala enamorada cuando de pensar en mediar palabra con el Uchiha se le aceleraba el corazón y se le secaba la garganta, y por lo tanto, procuraba hacer caso omiso de su presencia, lo que era cada vez más difícil, teniendo en cuenta las horas que lo veía en las juntas de Akatsuki y la grandes cualidades de Itachi, ya elogiadas por todos; Deidara le decía que debía de estar celoso porque comenzaban a quitarlo como el mejor de la clase, pero lo cierto era que a Sasori le daba igual. En lo único que atinaba a divagar cuando se hablaba de Itachi y la escuela, es en el hecho de cuánto se esforzaba el moreno por seguir aparentando que todo estaba bien, aún cuando seguramente estaba roto por dentro por su actual situación, después de todo, perder a la familia es toda una tragedia ¿verdad que si? Quien ya haya perdido a alguien importante lo sabe, y quien no, no puede imaginárselo.

Por eso es que Sasori se decidió una tarde a hablar con Itachi, decirle que sentía lo de sus padres y que -supiera lo especial que iba a ser lo que le diría a continuación-, podía contar con él.

Nunca había sido bueno con las palabras, y desafortunadamente, las palabras de Kisame le rondaban la cabeza: "Itachi parece una buena persona, pero escondida en su caparazón. Quizá debería de hablar de eso con alguien, pero creo que siente que nadie puede comprenderlo". Sasori lo hacía, y por eso, estaba tan decidido a romper el hielo que tenía con Itachi luego del "Mucho gusto conocerte" que le había dedicado el día que entró a Akatsuki -de eso ya casi un mes-.

Sentimientos renegados  [Itasaso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora