CHAOS: Camino de la Heroína Auto-proclamada Objetivo: Salvación

Sobrevivir

-¡Esto es tu culpa!¿Porque tenías que pelear? Son tus estúpidas ganas de sobresalir las que hicieron que ahora este casi muerta!-.

La voz de Meng Yao sonaba furiosa, aún rompiéndose en momentos a causa del llanto.

-¿Y dónde estabas tú? ¡Eres su hermano!¿Porque no le cubrías la espalda?-.

Rebatió Xue Yang con singular tono amargo, completamente impropio en el.

-¡Solo te llenaste la boca con su comida y aprovechaste sus conexiones para salir del hoyo!, ¿Ahora que nadie te llama hijo de prostituta olvidaste todo lo que Xiaojie hizo por ti?-.

Continuó el más joven con palabras acusatorias y llenas de desprecio, recordaba muy bien su pasado en las calles, sintiéndose en permanente deuda con la mujer que le dio un hogar y sabiendo que ella estaba inconsciente porque estuvo dispuesta hasta entregar la vida por él.

-¡Cállate!, Gracias a mi hermana mamá pudo salir del burdel, fue ella también la que costeo sus medicinas cuando enfermó, ¡Aunque todavía ni me conocía!, ¿Cómo podría olvidarme de eso? Incluso cuando ya no se pudo hacer nada para que mi madre viviera, ¡Yan-jie se encargo de darle un entierro digno!-.

Meng Yao se rompió al gritar esa respuesta, su calma y control habituales eclipsados por angustia, Xue Yang quedó en shock, ¿Todo eso era cierto? Definitivamente sonaba como lo que su Xiaojie haría, ¿Pero porque no se lo dijo?

En la cama Jin ZhanYan sintió un fuerte tirón, jalando de su alma para regresarla desde la oscuridad, una muy familiar, se sentía extraño, estaba casi segura de haber muerto pero despertó violentamente, siendo sacudida por el frío que le hacía castañear los dientes, estaba congelada, sus cuerpo no respondía, incluso abrir los ojos fue complicado.

Al intentar moverse un dolor inmenso la recorrió por completo.

-¡La señorita Jin volvió en si!, ¡Alguien avise a Zewu-Jun!-.

Los gritos hicieron zumbar sus oídos, intentó quejarse pero solo pudo emitir un doloroso gemido.

¿Qué demonios estaba pasando?Incluso la luz más débil le heria los ojos; sintió vagamente como le tomaban el pulso antes, todo era un mar de sonidos, colores y olores que atacaban sus sentidos, desorientandola.

-Líder Lan, hemos revisado a la Joven Dama Jin, ya está casi recuperada por completo, por eso logró despertar, puede pasar a verla si gusta-.

Voces suaves y pasos acompasados se detuvieron junto a su cama, ZhanYan se obligó a enfocar la vista, observando como Lan Xichen se acercaba.

Registró mentalmente el resto del lugar, una habitación sencilla, sin decoraciones, así que todavía estaba en Gusu como había pensado.

-¡Quitate de encima enano, la estás aplastando!-.

En un momento había visto que el líder Lan iba hacia ella y al otro un borrón de túnicas marrones le cayó encima abrazandole como si temiera dejarla ir.

La voz de Xue Yang en un costado de la habitación sonaba burbujeante como si intentase contener la risa eufórica de verla viva.

La tarde y día siguientes estuvo monitoreada por los sanadores mientras charlaba con Zewu-Jun y Meng Yao, planeando con cuidado que sucedería a continuación en la recién iniciada campaña Sunshot.

Resultaba realmente gracioso ver tanta admiración en los ojos del líder y todavía más divertido como su hermano se encogía a causa de la vergüenza por tantos elogios, el instinto de emparejarlos le emocionaba demasiado aún en medio de una guerra.