CHAOS: Camino de la Heroína Auto-proclamada Objetivo: Salvación

Adios

Entre las cosas que ZhanYan había planeado para la cacería ninguna estaba remotamente cerca de la actualidad.

Si, hubo beso WangXian, sí, probablemente le habían ahorrado a esos dos trece largos años de añoranza y sufrimiento cuando disimuladamente MianMian provocó que la venda en los ojos de Wei Ying cayera justo a tiempo revelando al anónimo ladrón de dicho beso.

Sin embargo entre los numerosos cambios algo fundamental se había desviado, y un decidido Xue Yang de rodillas pidiendo permiso para viajar algunos años con Song Lan y Xiao XingCheng era prueba suficiente de ello.

Nunca un momento romántico entre sus amados protagonistas se había vuelto tan rápidamente amargo, ni siquiera al enfrentar posibilidades tan peligrosas como Burial Mounds o la Tortuga Xuanwu tuvo un dolor en el pecho así.

Pero era algo normal ¿no? Alguna especie de sentimiento maternal extraño cuando el chico que cuido y vio crecer durante tantos años decidió irse repentinamente, cualquiera en su lugar estaría preocupado, a pesar de ello debía ser correcto, que su YangYang ocupará el lugar correspondiente en el gran esquema de las cosas junto a los cultivadores de blanco y negro.

Así que con todo el sufrimiento de su corazón aceptó esa petición, tragando las lágrimas al verlo marchar, un joven de cabellos negros en una media coleta fijados por un alfiler de plata en forma escorpiana, vestido con túnicas grises y negras recién compradas, alejándose con toda la energía de sus diecisiete años.

Ninguno de los libros de romance que leyó durante su primera vida, ni las conversaciones con sus hermanas juradas le habían preparado para los confusos sentimientos que se le removían en el estomago al pensar que podría no ver a Xue Yang nunca más.

YanLi estaba segura de que algo así solo podía significar enamoramiento, por otro lado MianMian sostenía imbatiblemente sus argumentos en contra basándose en que no había pasado por ningun sintoma de amor además de la tristeza al verlo partir, Wen Qing estuvo de acuerdo, llamándolo ansiedad por separación y así cerraron el tema dejándola con sus propios sentimientos confusos.

La siguiente vez que se vio obligada a enfrentarse con dichos sentimientos en público fue borracha durante la boda de la Jiang mayor quien por fin había perdonado al idiota pavorreal que ZhanYan tenía por hermano, todo gracias que este se encargó de construir un pequeño pabellón con lotos en Torre Koi, prometiéndole estar ahí para ella siempre y escucharla en lugar de sacar suposiciones entre muchas otras declaraciones cursis, precedidas por una confesión bastante vergonzosa durante la Cacería de Multitudes donde el Jin había salido corriendo pero sirvió para romper la tensión.

No suficiente con eso, ahora debía tolerar las miradas de ojos acaramelados que se daban Mingjue y Ziyao en cada reunión donde estuviesen frente a frente, para su suerte MianMian estaba tan cansada como ella misma así que se las arreglaban para estar lejos de todo el tiempo suficiente, bebiendo hasta la inconsciencia o en cacerías nocturnas esparciendo el título de "Diosas Florales".

Con Jin Guangshan siendo una espina constante en su costado, prefería estar en cualquier parte que no fuese Torre Koi, no sabía cuando enviaría asesinos tras ella o pondría alguna sustancia en su comida para empañar su reputación y obligarla a contraer matrimonio con un discípulo Jin irrelevante para tenerla en sus manos y poder hacerse con el Sello del Tigre Estigio.

Sus seis meses en Unclean Realm al compararse con eso fueron el cielo, pero de todas formas la hicieron pensar por primera vez en su vida incluso antes de transmigrar en el matrimonio, ¿Qué tenía de bueno casarse? Su madre durante la primera vida nunca estuvo casada y le inculcó un fuerte sentido de independencia desde pequeña a pesar de la enfermedad con la que vivió hasta morir ahogada en un charco y que causó su transmigración.

Por otra parte YanLi hablaba maravillas de su flamante nuevo esposo, pero esa mujer tenía la paciencia de un santo de modo que no era referencia confiable, Madame Jin le aconsejo no precipitarse con la decisión debido obviamente a sus propias circunstancias, pero en Lotus Pier el matrimonio Jiang parecía estar permanentemente en una segunda luna de miel y hasta la siempre práctica Wen Qing encontraba su relación con Jiang WanYin "fructífera" según palabras de ella misma.

Un año después de que Xue Yang se fuera a recorrer el mundo, la secta Jin vio el nacimiento de un nuevo heredero, dado a luz por la Joven Señora y obteniendo Rulan como nombre de cortesía, apelativo elegido por Wei Wuxian tal como había ocurrido en el canon de la novela.

ZhanYan encontró a su sobrino como una criatura adorable pero increíblemente llorona, que se ponía del mismo color que su bindi luego de gritar y berrear por horas, solo para ser calmado por obra de magia una vez que ZiXuan le acercaba el mango de su espada, con lo cual todo mundo se sorprendía o se divertía.

La noticia fue tomada como un augurio de buena suerte para todo el mundo de la cultivación y fue motivo de tal alegría que Jin Guangshan incluso cesó en sus intentos de obtener el Sello del Tigre, aunque obviamente eso no era ninguna sorpresa ya que estos debían continuar en la celebración de un mes de Jin Ling, adecuado al canon por supuesto, ZhanYan incluso se preguntó si tendría su propia versión del camino Qiongqi, al menos esperaba que ZiXuan no estuviera involucrado.

Por supuesto el destino tenía formas crueles de reírse en su cara, porque el día fue tranquilo, pomposo, aburrido hasta la médula y sin duda nada del agrado de un bebé casi recién nacido, pero tan casual que la Jin bajo su guardia, siendo un grave error.

¿Cómo podría no recordar las horribles costumbres de su padre? Quizá no pensó que el hombre se atreviera a realizar una de sus asquerosas reuniones privadas mientras la torre estaba repleta de invitados que podrían equivocarse de puerta encontrando una escena repugnante de prostitutas y bailarinas siendo utilizadas sin compasión de formas inhumanas para diversión del consejo de ancianos.

Pero no fue un invitado quien recibió la repulsiva visión, no, fue ZhanYan cuando una sirvienta asustada le informo que su padre le había mandado llamar y el motivo quedo claro una vez puso pie en la sala.

Jin GuangShan yacía semi recostado en un mullido diván con dos mujeres en escasas prendas a su lado, el hombre se incorporó al verla entrar, dedicándole una gran sonrisa que no revelaba nada bueno.

–¡Mi querida hija ha llegado señores!–.

Anuncio en voz alta como si el consejo entero estuviese formado por ciegos, pero de todas formas recibió un coro de aplausos y saludos ebrios.

–¿Para qué he sido llamada padre?–.

La voz de ZhanYan era fría, mientras escaneaba en busca de rostros familiares, quizá podría distraerlos el tiempo suficiente para que dejaran ir a las sirvientas que lloraban en un rincón, aunque los términos familiares fueran como acido en su boca no se atrevía a llamar al hombre lider Jin, aun faltaban partes de la historia por cubrir y no estaba dispuesta a arriesgarse solo por su repugnancia.

–Verás, he sido muy paciente contigo hasta ahora, pero solo actuas mas y mas indisciplinada, ¡asi que recibiras una leccion ahora mismo!–.

Oír algo así fue chocante, uno espera recibir de castigo un latigazo, quizá arrodillarse en el salon ancestral o más horas de entrenamiento, sin embargo a la edad de veintiún años la joven mujer no se imaginaba recibiendo ese tipo de sanción infantil.

Quizá lo hubiera preferido cuando hilo tras hilo de energía espiritual se envolvieron en sus piernas y brazos impidiéndole moverse, o tal vez cuando su padre la hizo tragar el contenido de un pequeño frasco a la fuerza cuyo contenido le hizo doler la cabeza.

Minutos más tarde todo ocurría en cámara lenta, fue despojada de las tres primeras capas de su elegante atuendo festivo, sin ser capaz de mover un músculo a voluntad, los miembros del consejo reían y se burlaban cuando su padre la mostró como si fuera carne en el mercado.

–Ahi tienen, actuando toda alta y poderosa, pero apuesto a que la pequeña perra gritara igual que su madre–.

Una bofetada sonora puntuo el asqueroso comentario coreado por risas grotescas,mientras en la mente de ZhanYan todo daba vueltas.