005: Experimento, pendiente, guerra.

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Hase reaccionó al escuchar un quejido por parte de la pequeña criatura. Luego de eso el sonido de arcadas fue lo que le alarmó.

- ¿¡Qué sucede?! - Se acercó él corriendo hasta ella buscando una forma de auxiliarla colocándose a su lado y a su altura.

La pequeña chica pelinegra tembló con vehemencia, frente a ella un charco de sangre que había vomitado. El pánico en Hase aumentó en gran consideración, limpio sus palmas sudorosas en su pantalón tratando de recordar las clases de primeros auxilios que había tomado en la preparatoria.

- Buscaré ayuda - Avisó levantándose al no saber que hacer, pero un tacto lo detuvo, la delgada mano de la menor se aferró a su muñeca.

- Estoy...bien... -Logró pronunciar la pelinegra escupiendo sangre.

- No trates de hacerte la invencible, claramente no lo estás - Le reprochó el pelimorado con angustia, el olo a sangre lo estaba mareando - Llamaré a Alicia.

- ¡No! - La menor se abalanzó como pudo a las piernas de Hase haciéndolo perder el equilibrio y caer. Emitió un quejido.

- No compliques mas las cosas, niña - Hase insistió con liberarse pero ella era mucho mas fuerte que él - ¡Sueltame!

- ¡Yo provoqué el fuego! - Exclamó la pelinegra en un intento desesperado por evitar que revelaran su estado. Ello funcionó, el mayor dejó de luchar y la miraba ahora confundido.

- ¿Qué?

- ...Yo...provoqué el fuego... - Repitió ella separándose, ya no había marcha atrás, ya no tenía como huir de aquella situación. Tomó aire - ...Soy como Keth...

- ¿...A qué te refieres...? Espera...¿conoces a Keth? ¿cómo lo sabes? ¿también puedes mover objetos? No, espera, ¿cómo creaste el fuego? - Hase hablaba rápidamente, no deseaba perder ningún detalle y hablaba a medida que más y más preguntas se aparecían en su mente en busca de una respuesta.

La menor colocó una mano sobre el hombro ajeno haciendolo mirarla y deteniendo su interrogatorio a toda velocidad. Con la mano libre se limpió como pudo la sangre que había escupido momentos atrás.

- También soy un experimento, soy AK-008, pero prefiero ser llamada Kali, desarrollé el don de crear ilusiones de todo tipo - Le mira - Soy de la segunda generación.

Hase parpadeo con confusión mas que con claridad ante la revelación. Kali mostró la muñeca derecha, en su antebrazo con la tipografía de letras de maquina de escribir había tatuado la inscripción "AK-008", una numeración como carne de ganado. Hase tragó saliva detallando las pequeñas letras que se quedarían en la piel de la menor por mucho, mucho tiempo.

- ¿...Un experimento...?

La susodicha asintió suavemente - Así es...igual que Keth...¿sabes de esto, no?

Hase negó con mas dudas comenzando a surgir, esto no aclaraba nada. ¿Quién diablos era Keth en realidad? Ni siquiera él tenía tantos secretos para ocultar, justo ahora la castaña era una completa desconocida para él, ¿cómo era la misma chica que adoraba los waffles, le tenía miedo a la chancla y no sabía cocinar sin causar un incendio?

La pelinegra se levantó con cierta dificultad y tomó un pedazo de tela para mojarlo con agua y comenzar a limpiar la sangre alrededor de su boca y en sus manos.

- ...Lamento que te hayas tenido que enterar por mi... - Alcanzó a decir ella recogiendo sus cosas.

- Cuentame más...

- ¿Qué?

- Necesito que me cuentes más - Volvió a decir el pelimorado con mayor claridad y mirandola directamente.

Buscando lo perdido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora