Trixie suspiró con alivio y cansancio al entrar a su casa. Había pasado todo el día detrás de un escritorio editando escenas y agregando efectos especiales para una de las películas en las que trabajaba.
Colgó su abrigo en el perchero y puso sus llaves en un pequeño estante en la pared. Caminó hasta la sala para dejar su bolso en uno de los sillones y estirarse un poco.
-Trix, ¿ya llegaste?- volteó en dirección a la cocina y sonrió llena de alegría al reconocer la atractiva figura de su esposo aparecer con una sonrisa y acercarse a ella para estrecharla en sus fuertes brazos con dulzura.
-Hola- murmuró en su pecho con una sonrisa. Sintió unas caricias en su pelo y levantó la mirada hasta encontrarse con sus resplandecientes ojos azules. Otro suspiro escapó de sus labios.
-¿Día difícil?- preguntó mientras aprovechaba y acariciaba su espalda en un intento por aliviar su cansancio.
-Agotador, igual que todas estas semanas- rodó los ojos con hastío, pero luego sonrió regresandole la mirada- pero ya estoy en casa, y quiero aprovechar estas horas contigo.
Se puso de puntitas y se acercó lo suficiente para robarle un beso que fue correspondido con el mismo sentimiento con el que fue dado mientras una sonrisita de alegría escapaba de los labios del ojiazul.
Normalmente era Eli el que no se encontraba en casa; su trabajo como policía consumía mucho de su tiempo y ahora que tenía por fin unos meses de vacaciones, Trixie se había mantenido ocupada con la nueva película que sería estrenada muy pronto y el estudio la necesitaba con urgencia. A consecuencia, de lo que creyeron serían unos hermosos meses en pareja, se habían convertido en tan solo unas pocas horas de convivencia en la mañana y en la noche, cuando se alistaba para ir al trabajo y cuando volvía, realmente estresada y cansada.
Eli envolvió su adictiva cintura con sus manos y la elevó unos centimetros del suelo dandole una vuelta en el aire que los hizo reir a ambos.
-Ven, ya casi termino la cena- la tomó de la mano y la llevó a la cocina con una indisimulada sonrisa de entusiasmo.
-¿Tu cocinaste?- preguntó alegremente sorprendida. Normalmente Eli pedía a domicilio pues era tremendamente perezoso en ese aspecto.
-Sip, quería que fuera diferente hoy y quiero probar algunas nuevas recetas que encontré.
-Oh por...- cuando llegó a la cocina, lo primero que la recibió fue el exquisito aroma proveniente de una de las ollas en la estufa, y se habría acercado a ver que era de no ser por que vio el desastre de ingredientes y bolsas en el pequeño comedor y algunas otras cosas en la isla de la cocina.-Te pusiste creativo, ¿verdad?
Eli soltó una risita nerviosa mientras apagaba la estufa y se movía alrededor botando lo que ya no servía, y despejando la mesa.
-¿Te puedo ayudar en algo? -preguntó cuando lo vio sacar algo del refrigerador.
-Si quieres puedes ayudarme con la ensalada, solo faltan los tomates.
Trixie asintió y se lavó las manos, seguidamente tomó un cuchillo y una tabla para picar, tomó los tomates y comenzó a partirlos mientras un recipiente de vidrio fue colocado a su lado para cuando terminara.
Concentrada en su tarea, podía escuchar algunas cosas ser acomodadas a sus espaldas. De reojo alcanzó a ver como Eli sacaba algo del horno. "Vaya, no sabía que sabía usarlo", se sorprendió.
-¿Que fue lo que cocinaste? -preguntó mientras echaba el tomate ya partido en el recipiente con lechuga.
-Ya verás- fue toda la respuesta que obtuvo. Sonrió divertida por el tono que había usado mientras mezclaba la ensalada. Unos fugaces recuerdos de cuando cocinaba con su madre hicieron que sus hombros bajaran con pesar. Eso había venido de la nada. Hacía ya unos años de su muerte y había veces en las que la recordaba de repente y dolía saber que ya no estaba...
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One-Shots
RandomAquí encontrarás de todo. Especiales, ideas que no encajan en ninguna historia, teorias locas y Spoilers de otras historias. °°Bajoterra°°