"Tiempos de Navidad"

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Primera parte...

Un hombre corría a toda prisa por la caverna, tenía que llegar a tiempo porque si no... Su familia no le iba a perdonar que llegará tarde otra navidad.

Suficiente tenía con el año anterior.

No logró llegar a la cena de navidad por defender la Caverna Diamante de unos ladrones y cuando se disponía a partir a su hogar se le apareció el clan sombra por que un monstruo atacaba a las babosas guardianas.

El resultado fue que llegó la noche del 25 de diciembre para encontrar a su hijo dormido y a su esposa muy enojada.

Pero eso no pasaría esta vez, llegaría a casa sin importar que pasara.

Ahora llegaba a la entrada del Gran Centro Comercial, estaba exhausto después de correr por casi dos cavernas.

-Burpy...¡uff!...en serio, la navidad me odia- su babosa infierno solo dio unas risas al ver a su lanzador tratando de recuperar el aliento.

Dio un largo suspiro y siguió avanzando, sus ojos azules buscaron por todo el lugar hasta encontrar la tienda de juguetes.

-Will Shane ¿Que te trae por aquí amigo?-preguntó el hombre que atendía el lugar.

-Hola Róger, también me alegra verte-respondió con una sonrisa cansada haciendo reír al otro- muéstrame lo que trae locos a todos los niños de hoy, es urgente-.

Roger se dio la vuelta para buscar en los estantes detrás de él mientras preguntaba- ¿No estás muy viejo para juguetes?-.

-Muy gracioso, pero no es para mí, es para un pequeño que conocí el otro día mientras patrullaba. Es muy especial-.

-¿Seguro que no es para tí?-.

-Si-.

Roger se dió la vuelta colocando todo lo que pudo sobre el mostrador.

-¿Y que hace tan especial a este niño?- dudó el ojinegro.

-Oh, pues... No lo sé, es un niño muy simpático y bueno. Y quiero sorprenderlo-respondió el Shane mientras tomaba una meca-gato de plástico pequeña entre sus manos.

-Ya veo. Mira este libro de colorear lo han comprado mucho últimamente- mostró un libro delgado con una babosa infierno en la portada.

Burpy chilló emocionada con tan solo verlo.

-Y... ¿Cómo se llama ese niño?-

-Am, ¿Eduardo?... ¿Para qué quieres saber?- Will miró a sus babosas mientras daba golpecitos en el mostrador con sus dedos, incómodo.

Roger lo vio durante unos segundos y luego sonrió.

-¿Seguro que no es algún hijo tuyo?- preguntó con cierta esperanza.

El Shane se mostró sorprendido unos segundos, pero luego su semblante volvió a ser el de antes.

-¿Cómo crees? Claro que no. Además... Sabes que no me interesan esas cosas- le respondió con desagrado- Mi trabajo es proteger Bajoterra y no hay tiempo para familia ni nada por el estilo, no me gustaría...-.

-Ajá, lo dice el que está comprando regalos para un niño- interrumpió Roger.

Will bajó los párpados a medio ojo como muestra de fastidio. Roger levantó las manos en defensa.

-Cómo sea. ¿Que más tienes?- preguntó el ojiazul para saber mejor que llevar.

Revisó varias cosas y no se decidía por ninguna. Al final compró lo que más le llamaba la atención.

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