Narra Paul.
Encontrarme en esta situación no era lo que esperaba. Estar frente a la madre de mi impronta y sus hermanos mientras estos gritaban al enterarse de la verdadera razón del porque su padre se fue es algo muy duro. Alaia estaba abrazando a los dos pequeños intentando calmar sus llantos. Les habían dicho la verdad hace unos momentos, ellos estaban enojados y tristes. Me recordó a como me sentí cuando le pregunte a la abuela cuando regresarían mis padres de su viaje de negocios. Ella me dijo que no había podido contactar con ellos durante semanas. No fue hasta que había pasado un mes cuando me sentaron en el comedor y me contaron que me habían dejado con mis cosas y se habían ido. Cuando intentaron comunicarse no habían respondido y a los días llego una carta con mis papeles y una nota que decía "no estamos listos". Mis abuelos habían ido a la casa donde crecí y tomado mis cosas llevándolas a su casa. Durante los primeros dos meses me puse enfermo por llorar. No podía entender que había hecho mal para que mis padres no me quisieran. Con el tiempo, empecé a mejorar. Quería mucho a mis abuelos, ellos me habían criado y aunque muchas veces era difícil y tenía mal carácter conforme crecía ellos estaban ahí para mí.
Mi mente regreso al presente con lo siguiente que dijo la madre de los gemelos y Alaia.
- Su padre los invito a la fiesta de cumpleaños de sus hermanos, al parecer ellos quieren conocerlos.
- No quiero. - sacude la cabeza Micah. - Ellos no son mis hermanos, solo lo son Laia y Michel.
- Cariño, esos niños no tienen la culpa de lo que su padre hizo. De seguro no sabían nada hasta hace poco. - La madre mantenía una voz tranquila, pero podía oler el enojo y frustración saliendo de ella. Algo bueno de ser un lobo, sabía identificar los aromas de las emociones.
- No quiero. - repitió Micah, Michel negro a su lado aun abrazado a su hermana. Se veían tan pequeños. No como los dos peleoneros que me han amenazado desde que me conocieron. - Dile que no, Paul.
- Chicos, no puedo hacer eso. Es decisión de ustedes. - me arrodille a un lado de ellos. - Si gustan iré con ustedes y los cuidare.
- ¿Lo prometes? - pregunto Michel mirándome con ojos llorosos y su nariz roja. - te comerás a todos los que nos molesten.
- Lo intentare.
- ¿Podemos pensarlo? - pregunto Michel a su madre.
- Claro, solo no quiero que tomen decisiones precipitadas.
- Bien, ustedes lo piensan y yo iré por un postre. - Alaia soltó a los pequeños levantándose del suelo donde estaba sentada con ellos y camino a la cocina. - traje su favorito, pastel de queso.
- No quiero nada. - Micah se levantó y salió corriendo del lugar subiendo las escaleras.
- ¡Micah! - Michel salió detrás de su hermano.
La madre suspiro y se sentó en la mesa poniendo sus manos en su rostro. No sabía que hacer o donde meterme.
- Lamento involucrarte en esto, Paul. - dice la señora.
- No se preocupe. - respondí sentándome. - estoy aquí para apoyar a Alaia y a ustedes. En lo que pueda ayudar.
- Eres un buen chico, nunca creí realmente los chismes del pueblo.
- ¿Se refiere a la banda de Uley y todo eso de que somos distribuidores de drogas?
- He si... - se rio un poco. - es bien sabido que ustedes ayudan al pueblo, que les prestan ayuda a la policía y que siempre están ayudando en lo que se ofrece.
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I'd Come For You - Paul Lahote (Pausada)
ФанфикAlaia Skysea, está decidida a salir adelante después que su padre los abandonara. Conseguir un trabajo para apoyar a su familia, por lo tanto, ella va a una entrevista de trabajo en el nuevo restaurante Shadows of destiny. Si solo le hubieran avisad...