Capítulo 5 - Desaparecidos.

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Narra Alaia

Pasar el día con Louis como los viejos tiempos es divertido. Desde lo de mi padre, me había enfocado en mis hermanos, el trabajo y la escuela, no habíamos tenido tiempo de hacer tonterías por todos lados.

Louis logro convencer al final a mi madre que le prestara el auto, ella no tenía planeado salir ya que era su día libre. Entramos a la sala para ver la película de El conjuro 2. Mi mejor amigo estaba temblando de miedo y aun ni comenzaba. Este chico es una gallina, de pies a cabeza.

- Deja de llorar, apenas son los créditos. – golpee su brazo.

- Eso lo dices porque a ti te gustan estas cosas, yo el odio con toda mi alma.

- Vamos exagerado, escuche que no da miedo.

- Ellos si existieron. – puso sus manos en su rostro y miro entre sus dedos cuando empezaron a salir imágenes de un exorcismo y las letras que decían "Basada en hechos reales" – joder. – cerro los ojos. – dime cuando acabe.

Pase toda la película absorta en las escenas, no daba tanto miedo. Louis temblaba a mi lado y gritaba. Me ría de cómo se asustaba con facilidad. Paso la película entre gritos de las personas y llantos de Louis. En una eccema mi mejor amigo se sentó en mis piernas abrazándome y rezando. Rodé los ojos y suspire cuando por fin acabo. Trate de soltarme del pobre chico, pero no cedía.

- ¡Me debes una en grande! – lloriqueo. – si me atormentan en la noche será tu culpa.

- Como sea... te invito un helado.

- Más te vale que sea de chocolate con muchas nueces. – se limpió las lágrimas y los mocos con una servilleta.

- Solo vamos – lo tome del brazo y lo lleve afuera de la sala.

Salimos del cine y caminamos unas cuantas calles. Cruzamos la calle hacia la heladería.

- Bienvenidos a the sweet unicorn, donde tenemos los helados más coloridos y deliciosos de todo Seattle, soy Jonathan Lewis – un encargado vestido con un uniforme colorido y un cuerno de unicornio en la cabeza nos recibió. El tipo se veía ridículo. – ¿Qué desean ordenar?

- Tú en un cono – dice Louis sonriéndole coqueto al encargado.

- ¿Por qué siempre me toca atender a los dementes? – susurra el chico.

- Me da un unicornio especial de chocolate – pido rodando los ojos hacia mi amigo.

- ¿y usted? – le pregunta a Louis.

- Yo ya hice mi pedido. – hace un puchero. Le doy un codazo. – bueno... una chocoexplocion triple con nueces y extra boom.

- En un minuto le entrego su orden. – se aleja para formar nuestros pedidos.

- ¿Siempre tienes que coquetear con los chicos que ves? – le pregunto cruzando mis brazos.

- Laia, solo juego. – rodo los ojos. – además es más del estilo Twink y me gustan mis hombres más... - hace un movimiento de manos raro. – grandes.

- Recuerda que el karma es una perra que muerde fuerte. – le di un golpe en el brazo.

El chico regreso con nuestros helados.

- Aquí tienen. – nos entregó nuestra orden. – son $41.25.

Saque mi dinero y pague.

- Vamos a sentarnos. – indica Louis.

Nos dirige a una mesa cerca de la ventana.

- Ahora mi querida amiga. – mete la cuchara en su boca comiendo su helado. – dime ¿Qué ronda por esa cabecita tuya?

I'd Come For You - Paul Lahote (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora