Capítulo 2 - Hermana mayor

501 30 1
                                    

Narra Alaia

Sonríe, hazles creer que todo está bien. Fuerte por ellos, por ti. No dejes que te vean llorar.

En mi mente seguía repitiéndose esa frase. Se había convertido en una especie de mantra en las últimas semanas. Desde que empezaron los problemas y todo se fue al caño. Mi madre se había ido temprano a su trabajo en la estación de bomberos. Ella trataba de escapar de lo que estaba pasando en casa últimamente, usaba su trabajo como una forma para distraerse. No podía culparla de querer despejar su mente en el trabajo, pero me dejaba con la responsabilidad de cuidar a mis dos hermanos pequeños.

Los gemelos no sabían los verdaderos motivos por el cual se estaban divorciando nuestros padres. Queríamos ahorrarles el dolor de saber la clase de hombre que era nuestro padre. O solo quería evitar que lo odiaran como lo empecé a hacer desde que descubrí lo que ocultaba. Por lo que salía de viaje tan seguido todas las semanas. Él tenía otra familia en Seattle, una mujer, niños de la edad de los mellizos y un bebe en camino. Lo había visto hace unas semanas cuando fui con mi tía Clarisa por unos libros que necesitaba para un proyecto de literatura. Saliendo de la librería, mi tía y yo caminamos por un pequeño parque platicando y comiendo helados. Nos quedamos paralizadas al ver a mi padre besar a la mujer y jugar con los niños, incluso tenían un perro. Durante años le habíamos pedido uno a mi padre y siempre nos dijo que eran bosas de huesos malolientes.

Hoy en la mañana él había enviado una carta, quería vernos el fin de semana. Según el explicarnos la situación o quiero pensar sus escusas para tenernos de su lado durante el proceso de divorcio. Solo quería mantener las cosas con la mayor tranquilidad posible, eso incluía evitar que el egoísta bastardo manipulara a mis hermanos.

La situación era jodida, pero al menos podía contar con mi trabajo de camarera en el restaurante Shadows of destiny. Me encantaba el ambiente que había y la familiaridad con la que todos se manejaban, mi jefe Rodrick a pesar le verse como un tipo rudo era una gran persona, literalmente porque media más de dos metros. Han pasado cinco días desde que empecé a trabajar, seis si se cuenta el día de hoy. Durante estos días he conocido a todos muy bien, y sobre todo he entablado amistad con una chica llamada Liberthy. Además de que el chico Lahote ha venido a comer durante esta semana casi todos los días, menos los últimos dos. Me he acostumbrado a su presencia, es un chico de pocas palabras cuando estoy cerca de él. Algo que siempre me dio gracia, me acuerdo de una vez que me canto una canción infantil al tratar de hablar conmigo. Es un chico raro, no entiendo porque Liberthy quiere que le dé una oportunidad. El al igual que varios de los que frecuentan el restaurante se juntan con Sam Uley y su grupo de chicos con esteroides. Creo que incluso mi jefe tiene amistad con ellos.

- Tormentos, terminen el desayuno que se nos hace tarde. – me puse los zapatos en lo que terminaban y ponían los platos en el fregadero. Suspire, tendré que lavarlos regresando. – Michel no olvides tu proyecto de ciencias. Micah recuerda la mochila.

- Ya la tengo – agarro su mochila y se puso sus zapatos.

- Recuerden que saliendo irán a casa de la señora Chenoa. – les sonreí sacudiendo el pelo de Michel, el cual refunfuño acomodando su cabello de nuevo.

- ¿Trabajas hoy? – pregunta poniéndose su suéter. Asentí agarrando las llaves de la casa.

- Si, descansare el fin de semana.

- ¿Puedes traer la cena? – Micah hizo cara de súplica y su gemelo lo imito. Sabían que cuando hacían cosas así no podía decir que no.

- Bien – bufe. Salimos de la casa, quedaban 20 minutos para entrar a clase, teníamos que apurarnos.

- Y postre.

I'd Come For You - Paul Lahote (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora