¤6¤

589 68 35
                                        

Mike ya estaba recuperado y listo para volver a sus deberes, realmente había asustado a su jefe, la noche anterior fingió estar dormido para evitar hablar con Gale, no planeaba cambiar algo por el hecho de que su amor de juventud no lo haya traicionado como creyó.

Gale tampoco tomaba iniciativa, quería hacerlo pero no tenía nada que decir, ¿cómo admitiría que no dejó de pensar en él?, el conserje llevaba mucho tiempo queriendo buscarlo, sin embargo su trabajo se lo impedía, quizá era lo mejor, si hubiera encontrado al joven Mike seguramente le habría roto todos los huesos, el minero nunca fue alguien que controlara la ira.

Finalmente Mike se puso de pie, después de todo esta trabajando ahí y no de vacaciones, justo al tomar su puesto el señor P lo buscaba, –Mike, se que acabas de recuperarte y lamento pedir esto pero necesito que ayudes a Lou con un par de cajas, tuvo un problema reciente por cargar todo el solo–, el pingüino se preocupaba por sus empleados aunque no lo mostrara mucho.

Mike llevo algunas cajas de ese extraño dulce que se usa en los granizados, vender helado en un lugar congelado le parecía una locura pero Lou no se quedaba sin clientes aún así, mientras dejaba la caja de sabor manzana ácida no evito escuchar a Lou hablar con otro robot, –Escucha, estoy muy ocupado y me haces perder tiempo, si no planeas ordenar un helado puedes irte por donde viniste–, Mike jamás imagino que el robot heladero fuera tan grosero.

El otro robot se veía desanimado, esos robots estaban hechos con muchos sentimientos, cuando Lou vio a Mike trató de recuperar su compostura, –Oh Mike, lamento eso, ese sujeto ya había venido otros días y siempre me hace sentir incómodo–, aclaró el asunto, –Aún así Lou, creo que fuiste muy duro con él–, el minero respondió.

Lou seguía en el mostrador viendo al robot de bebida energética alejarse arrastrando los pies, –Es solo que no lo conozco más que de noticias sobre la ciudad y él sigue haciéndome cumplidos sin razón–, el heladero se sintió algo mal, quizá si había sido muy duro con él, –Bueno, yo también soy un extraño y creo que eres adorable, ¿por eso debería irme?–, Mike agrego para dar un ejemplo a Lou.

El robot negó, –Estoy acostumbrado a ser "adorable", pero no me gusta que él lo diga, me hace sentir extraño y solo me distrae–, Lou comenzó a dar vueltas a su manivela sin darse cuenta, eso siempre significaba dos cosas, oh esta enfadado o está pensando demasiado las cosas, –Estaras bien Lou, ustedes robots son inteligentes y sé que lo resolveras–, con esto el minero se despidió.

La anhelada juventud, la reacción de Lou le recordó al joven Gale, cuando Mike le coqueteó al inicio casi se lleva un puñetazo, oh buenos tiempos, volvió al hotel a cumplir con sus deberes.

Por parte de Gale, estaba en la oficina de su jefe reparando la vieja cafetera, parecía que recibió un fuerte golpe, símbolo de que el pingüino se había molestado por algún motivo, siempre termina lanzando todo en su alcance, junto a Gale el pingüino hacia una que otra pregunta a su viejo amigo, –¿Una vida de soltero se siente tan mal?–, pregunto el jefe del hotel.

Gale pasó los dedos por su bigote pensando en cómo responder, –Es...solitario, definitivamente es mejor pasar la vida junto a alguien–, Gale termino de reparar el aparato, ahora quedaba probarlo, el señor P pensaba en las palabras del anciano, no es que estuviera enamorado pero siendo un pingüino debe elegir bien, esa especie solo tiene una pareja de por vida.

Gale limpio el desorden tras comprobar que el cacharro funcionaba, –¿Se le ofrece algo más señor?–, pregunto al pingüino, este negó, –Solo que disfrutes un almuerzo, y dile a Mike que te acompañe, también es su descanso–, el pingüino tomó una taza de café y volvió a su escritorio mientras Gale salía de la oficina.

Gale camino despacio, ignorando la anterior petición de Mike sobre no hablar con él hasta que pensara las cosas, igual solo era por el trabajo que hablarían, –Señor Mike, el jefe me pidió que le recordara tomar su descanso–, el conserje no esperaba una respuesta si quiera, pero la obtuvo, –De acuerdo, y ya te dije que no me llames señor, es extraño que seas tan formal–, Mike no había decidido que hacer o como actuar con Gale, sin embargo, ¿porqué ser grosero?, el Gale del presente no era ni la mitad de frío de lo que era de joven.

[Viejos tiempos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora