[Viejos tiempos]

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Mike estaba por dormir, su primera noche en el hotel, Gale ya estaba durmiendo en la cama de a lado, incluso para dormir era tranquilo, el minero apenas y había podido cerrar los ojos un segundo, pareció un parpadeo cuando el sol estaba saliendo ya, se quedó dormido sin darse cuenta.

En la puerta del baño se oía a Gale maldecir con fraces graciosas, se estaba vistiendo para el trabajo, Mike se quería reír un poco por el vocabulario pero debía prepararse también, trato de acomodarse la ropa como creía correcto, hacía años que no usaba algo tan elegante, el saco raro estaba siendo un problema, estaba frente al espejo tratando de acomodar tantos botones sin equivocarse a la vez que el sombrero se le caía sobre los ojos.

La risa de Gale lo hizo avergonzarse, –¿Quieres ayuda con eso?–, el amable anciano ya estaba preparado con ropa abrigada, Mike acepto ayuda con algo de molestia, se sentía como un niño mientras el otro le ayudaba con esos botones tan raros, –Y listo, Mike botones esta listo–, Gale fue a recoger su soplador, Mike sonrió viéndose al espejo, –En realidad, me queda bastante bien–, el canario pío desde el sombrero, cosa que Gale escuchó.

Gale busco por la ventana al ave, era extraño oír canarios por ese lugar, –Mike, oíste a un canario?–, la pregunta de Gale puso nervioso al minero, no quería saber si había roto una regla del hotel llevando a su fiel compañero, –Bueno, en realidad, si–, el canario de Mike aleteo haciendo que el sombrero se moviera un poco, –Mike?...–, el conserje lo había notado.

Mike parecía un niño que acababa de hacer una travesura, –No le digas a nadie, él es mi única compañía de estos años–, se levantó el sombrero mostrando al pequeño canario amarillo, a Gale le pareció tierno a la vez que se le rompía el corazón sabiendo que Mike solo tenía a su canario, –Tranquilo, los animales pequeños están permitidos...Mike, te gustaría que habláramos en el descanso?–, Gale estaría dispuesto a saber que fue de la vida de Mike, –Claro que si!–, el minero no ocultó su alegría.

Tras su pequeña plática bajaron a sus puestos, era temprano y Mike no tenía mucho que hacer, Gale despejaba la nieve de la puerta para luego hacer una limpieza general y arreglar algunas cosas, apenas el sol se veía bien, nuevos inquilinos llegaban al hotel, Mike amablemente cargaba con maletas sin importarle nada, Gale lo veía sorprendido, seguro el ya se habría lastimado con eso.

Mike notó la mirada de Gale, si algo no moría en el viejo Dynamike era la fuerza, estaba muy bien conservado para ser minero, de alguna forma le gustaba que los demás lo notaran, el no era un anciano débil, finalmente, la última maleta del día, la enorme maleta de Piper fue llevada por Mike hasta su habitación, a esa chica si que le gustaba estar preparada para todo.

Al bajar fue a encontrarse con Gale, –Hey, ¿ya terminaste?–, Mike vio a Gale presionar botones del soplador, –Un segundo, siempre olvido los botones de esta cosa–, con un botonazo una ventisca saco la nieve de la heladería de Lou, –Eso servirá je–, le sonrio a Mike que vio lo potente que era ese cacharro, podría haber salido volando.

Ambos ancianos fueron a su habitación a comer algo, Mike no lo había pensado y aún no tenía nada para comer, reviso en su bolsillo encontrando su fichas y alguna gema, y no precisamente esas gemas verdes que eran valiosas, una gema morada de la mina, –No te preocupes por eso, hoy yo invito–, Gale vio como Mike contaba las fichas, eran más que suficiente pero igual quería darle algo por su amistad.

Mike sonrió y pasó el brazo por los hombros de su nuevo compañero, –Bien pero mañana yo mismo haré algo–, ya en el restaurante que formaba parte del hotel ambos pidieron un almuerzo, el hotel estaba lleno de familias y parejas felices, el minero las veía pensativo, –¿Pensando en tu mujer?–, pregunto Gale para iniciar conversación, Mike negó, –Nunca consegui una pareja, de joven era alguien coqueto pero luego de un problema ya no quise intentar romances, qué hay de ti?–, al terminar, Gale estaba distraído, como pensativo.

Mike llamó su atención pasando su mano frente a él, –Estas bien Gale?–, este reaccionó, –Oh si, solo estaba recordando los viejos tiempos, siempre quise una familia pero, estaba asustado de las relaciones y al final alejé a quien amaba–, recordó lo que hizo aquel día, algo de lo que se arrepentía.

Mike no pudo evitar darle un abrazo amistoso, sea lo que sea que haya hecho, se veía arrepentido y eso era lo que importaba, al final, Dynamike no había hecho una juventud muy agradable, y estaba arrepentido.

...

El tan buscado Dynamike estaba en un pueblo lejos de su lugar de origen donde ofrecían cientos de gemas por su cabeza, se encontraba tendido en una cama junto a un joven pueblerino, Mike había estado haciendo méritos con él desde que lo conoció, las damas nunca le faltaron pero este joven era único según él.