Bullying XII

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México despertó a la mañana siguiente con una gran y dolorosa resequedad en la garganta, él mexicano bajo para tomar un vaso de agua encontrándose a Rusia en la sala poniéndose su chaqueta.
-Iré por Alemania, al parecer su moto no enciende- aviso Rusia y se volteo hacia el mexicano, México asintió y fue por agua antes de volver a su habitación dónde Rusia lo encerró bajo llave, aún no confiaba en dejar a México solo.
El ruso salió de su casa y subió en su camioneta, encendió el vehículo comenzando a conducir hacía la dirección que su hermano le envío. Por otro lado en la casa de Canadá Alemania se encontraba sentado en el sofá con Canadá a su lado atado por las manos y con una venda en la boca que le impedía hablar.
-El plan era que formarás parte de nosotros por las buenas, pero terminaste con mi paciencia pequeño Maple- comentó Alemaia mientras limpiaba su pistola y la recargaba bajo la atenta mirada aterrada de Canadá- Por suerte eres crédulo y no hubo necesidad de dispararte para llevarte a la fuerza, aún así...
Alemania se calló al escuchar voces en el pasillo, eran los vecinos de Canadá quiénes comenzaban a salir para realizar sus actividades diarias, Alemania maldijo en voz baja y comenzó a pensar en alguna alternativa para salir del edificio con el canadiense, entonces recordó cuando anoche Canadá lo subió por las escaleras de servicio, él alemán se levantó y se armó por la puerta, las escaleras estaban al otro lado del pasillo; perfecto.
-Esto es lo que va a pasar, iremos por las escaleras de servicio hasta el estacionamiento donde Rusia nos llevará en camioneta a casa, pero para llegar a las escaleras debemos atravesar el estúpido pasillo lleno de gente así que, si alguien tan siquiera sospecha algo, te abriré un tercer ojo con mis balas y no dejaré testigos ¿Escuchaste?- Alemania miró fijamente al canadiense mientras cargaba un cartucho lleno en su arma y Canadá asintió repetidas veces como respuesta- Bien, vamos arriba para conseguir algo de ropa con la cual cubrir las sogas
Alemania subió a la habitación de Canadá, aprovecharía que la mañana era demaciado fría y de puso a nada un abrigo con el cual cubrió las manos atadas de Canadá, posteriormente puso una bufanda en su cuello cubriendo el trozo de tela que amarro en su cabeza para evitar que Canadá pueda hablar.
-¿Dónde tienes una mochila grande? Me niego a prestarte o comprarte ropa- Alemania comenzó a buscar por la habitación de Canadá una mochila dónde pueda caber una gran cantidad de ropa, una vez el alemán encontró la mochila que buscaba la lleno de ropa, en un momento el alemán notó que Canadá señalaba con sus ojos una pequeña caja musical, Alemania la tomó y fingió que la iba a meter en la mochila para tirar la al suelo en el último momento y pisar la con fuerza destruyéndola, Canadá intento gritar y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.
-Que te quede claro- Alemania pateó la caja destruida hacía los pies de Canadá quien comenzó a llorar más fuerte- Que tengo un límite de paciencia el cual no debes poner a prueba, ahora vámonos
Alemania se colocó la mochila en la espalda y comenzó a caminar a la puerta del departamento seguido por Canadá quien se veía triste, Alemania miró a Canadá antes de salir y le limpió bruscamente las lágrimas, una vez en el pasillo los chicos comenzaron a caminar con dirección a las escaleras de servicio cuando se encontraron a una chica quien se acercó al ver los ojos rojos de Canadá.
-Cannie, ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras?- la mujer miró con preocupación al canadiense quien se puso tenso al sentir el cañón de la pistola de Alemania en su espalda
-Canada no puede hablar, le dió una reacción alérgica y se le fue la voz, por eso también los ojos rojos, pero no sé preocupe daremos una vuelta para que tome aire fresco- habló Alemania con una sonrisa educada y mostró los dos cascos de la moto como "garantía" de que iban a dar una vuelta, la mujer miró a Canadá y este asintió frenéticamente, cosa que la vecina mal interpretó como alegría y emoción pues conocía a Canadá por ser positivo y alegré.
-Está bien, cualquier cosa me avisa y yo veré si le puedo dar medicamento o un te de los que me daba mi abuela cuando yo me enfermaba, ¡Tengan bonito día!- la mujer se despidió y se fue por el pasillo hasta su apartamento donde entró
Alemania bufó molesto y ambos países continuaron su camino evitando a todos con excusas tontas que ellos creían "preferimos ir por las escaleras para evitar que Canadá tenga que hablar", "El clima no es problema, está abrigado y solo se le fue la voz" Alemania daba todas mentiras a las personas con una sonrisa amigable y educada que juntó a la "confirmación" de Canadá se ganaban la confianza de los vecinos dejándolos pasar sin mas; cuando los chicos por fin estuvieron fuera del edificio pudieron ver a Rusia subiendo la moto de Alemania a la cajuela de la camioneta, Alemaia abrió la puerta de los asientos traceros del vehículo y lanzó dentro a Canadá quien cayó en los asientos, Alemania lanzó también la mochila y cerró la puerta.
-"Estas siendo muy duro con tu cachorro"- Rusia mal imitó a Alemania el día que le comento sobre su actitud hacia el mexicano, Alemania por su parte solo bufó molesto y hecho los cascos a la cajuela del auto
-Tengo un límite- fue todo lo que comento el alemán antes de subir al asiento del copiloto seguido de Rusia quién se sentó en el asiento del piloto, Rusia encendió el vehículo y comenzó a conducir de vuelta a casa
Llegando a la casa de los chicos Alemania llevo bruscamente a Canadá hacía una habitación dónde lo lanzó haciéndolo caer al suelo, Alemania se acercó a Canadá y le quitó las ataduras de las manos mientras lloraba, se acercó a él y lo sujeto por las mejillas con fuerza y brusquedad.
-Deja de llorar, te ves patético y débil- luego de decir aquello le quitó la mordaza y empujo a Canadá de vuelta al suelo donde el canadiense se hizo bolita y siguió llorando
Por los próximos tres días Canadá no quiso salir de si habitación y solo la pasaba llorando a tal punto de que ni siquiera salía de la habitación o comía, el único que entraba en la habitación era Alemania, entraba a la fuerza y le dejaba una bandeja de comida la cual Canadá se negaba a probar, México al enterarse que Canadá estaba ahí quiso ir a verlo pero el canadiense simplemente no quería salir de su habitación. México pasaba los días acostado junto a la puerta de Canadá esperando que el canadiense abriera la puerta pero nunca obtenía respuesta alguna.
-Мексика, a dormir- Rusia se paró frente al mexicano quien estaba quedándose dormido junto a la puerta del canadiense- Ya son las once treinta
-Mmmh- México renegó y se acurrucó más contra la puerta de Canadá
El ruso chasqueo la lengua y cargo al mexicano quién comenzó a retorcerse en busca de librarse del agarré de Rusia para volver a acostarse contra la puerta de Canadá.
-¡Мексика no tienes cinco años por favor!- Rusia intentaba cargar al mexicano para encerrarlo en su habitación
-¡No no me quiero ir!- chillaba México intentando escapar del agarré de Rusia sin mucho éxito, los dos chicos estaban forcejeando hasta que el pequeño latino sintió un choque eléctrico recorrer su cuerpo dejándolo inconsciente a los pocos segundos
-Pensé que eras muy cruel pero ahora veo que necesitas ponerle un límite a ese mexicano- comenzó Alemania con una pistola eléctrica en las manos, Rusia cargo el cuerpo inconsciente de México y lo llevo a su habitación dónde lo encerró.

Ámame o mátame ¡Pero hazlo ya!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora