𝐁𝐚𝐥𝐢, 𝐈𝐧𝐝𝐨𝐧𝐞𝐬𝐢𝐚
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La música que estaba escuchando en mis audífonos se corta de repente provocando que sonría. Desde que bajamos del auto, Edward me había colocado una venda en los ojos y unos audífonos para que no escuchara nada.
-¿Ya llegamos?- pregunto esperando que mi esposo este cerca
-Si, pero debes usar la venda hasta que lleguemos al lugar- me explica mientras me ayuda a levantarme
-¿Por qué tanto misterio?- pregunto comenzando a caminar sujetada del brazo de mi cobrizo
-Quiero sorprenderte- responde con simpleza antes de detenerse. Yo lo imito un tanto confundida
Suelto un pequeño grito de sorpresa al sentir que me levanta del piso y me carga al estilo nupcial.
-Ya estamos por llegar- informo caminando conmigo en sus brazos
Agudice mi oído y escuche el sonido del mar, sonreí al saber que estábamos en la playa, aunque todavía no sabía cuál era.
Dos minutos después mi esposo se detuvo, saco delicadamente mis tacones y procedió a dejarme en el suelo donde sentí la arena meterse entre mis dedos. Edward me saco la venda y me maraville al ver lo que había en el lugar.
Había dos antorchas clavadas en la arena y otras más que formaban un camino hacia la entrada de una cabaña que a simple vista se veía grande, también había pétalos de rosas tirados por el camino que le daban un toque de color a la arena. Sonreí enormemente y me volteé a ver a mi esposo.
-¿Te gusto?- pregunto con media sonrisa y yo asiento enseguida
-Eso se queda corto- me acerco a él y paso mis manos por su cuello, aunque debo ponerme de puntitas para poder alcanzarlo- esto es hermoso, gracias por el detalle, aunque todavía no me dices donde estamos- el sonríe y niega ligeramente con la cabeza
-Eres un poco impaciente- murmura- y estamos en Bali, Indonesia – sonrío aún más al saber que estamos en una de los lugares que quería visitar cuando viajara- pero este lugar está escondido de todos ya que esta respaldado con magia de ángeles para todo aquel que venga, tenga privacidad de los humanos
-Lo cual es perfecto para mi esposo que brilla como una bola disco cuando está en el sol- el ríe antes de asentir de acuerdo
-Federico me ayudo a conseguir este lugar, aunque todavía nos falta otro, pero eso será en unas semanas- asiento antes de darle un beso en los labios- ¿entramos?
Vuelvo a asentir mientras tomo el brazo que me ofrece Edward. Comenzamos a seguir el camino y noto que el también va descalzo, tomo mis tacones de sus manos al ver que lleva también sus zapatos.
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[4]𝓒𝓪𝓷𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓔𝓽𝓮𝓻𝓷𝓪 🎶𝓔𝓭𝔀𝓪𝓻𝓭 𝓒𝓾𝓵𝓵𝓮𝓷
FanfictionCanción Eterna|| 𝑀𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛 𝑡𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑒𝑐𝑒 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒. 𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝒔𝒊 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑏𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑣𝑖 Después de estar cuatro años dedicándose a su músi...