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Era otro día tranquilo en la hermosa aldea de Konoha, se podía apreciar al carismático, alegré y hermoso rubio con nombre de comida caminar por el centro de la aldea enseguida del serio y guapo Sasuke.

Para muchos todavía les parecía extraño ver a este par juntos después de todo lo que habían pasado en la reciente cuarta guerra ninja, pero si su querido héroe se encontraba feliz, y el ultimo Uchiha no causaba estragos, no había realmente un problema, además solo habían recuperado la amistad que se perdió en el pasado.

Ignorante de los pensamientos de los demás el par de amigos se encontraba platicando sobre a donde irían a comer esa tarde. Se había convertido en una rutina el salir juntos a comer, la compañía del otro les hacía bien.

-Ya te dije que no iremos a comer esa porquería de comida chatarra, vamos al nuevo restaurante- Dijo serio Sasuke mirando a Naruto.

- ¡No es comida chatarra!, ¡No permitiré que sigas ofendiendo mi comida favorita! - Hiso un berrinche que a ojos de todo el que lo viera le seria hermosamente adorable incluido a nuestro guapo hombre con pelo de trasero de pato. Sasuke oculto una pequeña sonrisa, a punto de contestar, pero una tercera voz le interrumpió.

- ¡Deja eso maldito niño! - Se escuchó a lo lejos el grito de un ninja, corriendo sin despegar la mirada de los tejados de los edificios.

En los techos se escuchaba a una persona saltar y correr de casa en casa hacia donde ellos se encontraban, para ser un mundo ninja este parecía haber olvidado lo más importante; el sigilo. Sin darle mucha importancia Sasuke y Naruto siguieron caminando, ignorando el ruido, después de todo, podría ser un crío tratando de jugar una broma a alguien.

Todo fue demasiado rápido. La sombra de alguien por arriba de sus cabezas, un empujón en su pecho que lo que lo quito del camino ocasionando que tropezara y callera. Todo se volvió de color... ¿rosa?

Naruto se levantó del suelo, había un extraño humo en el aire evitando que apreciara su entorno.

- ¡¿Sasuke?!- grito preocupado, no podía sentir el chakra de Sasuke y eso solo hacía que se pusiera más histérico- ¡Sasuke! ¿Dónde estás? - De la nada sintió un brazo agarrarlo de la cintura sobresaltándolo, no podía verle la cara ya que su espalda estaba pegada al pecho de esa persona y estaba a punto de atacar a quien sea que estuviera agarrándolo, pero se detuvo cuando sintió el chakra muy parecido al de Sasuke, el humo empezó a desvanecerse y al fin pudo apreciar lo que sucedía y vaya que no podía creer lo que veía.

Enfrente de él se encontraban tres Sasuke, ¿habría usado el jutsu clones de sombra? Si era así ¿porque no se veían como su amigo? Uno de ellos llevaba puesta una bata de laboratorio junto con unos lentes, ¿desde cuándo Sasuke usaba lentes?, su postura era prepotente.

El segundo Sasuke era el más parecido al suyo, pero tenía un aura agresiva, su ceño estaba más fruncido de lo normal, pareciera que en cualquier momento mataría a cualquiera que se acercara a él. En un costado llevaba una larga espada, podría jurar que en el mango llevaba escrito "Venganza"

El ultimo era el que más le impresiono, este llevaba en su cabeza dos esponjosas orejas de lobo negro, y en su espalda baja una larga cola del mismo color, sus ojos eran rojos pareciera que tenía activado el sharingan, pero solo había una alargada pupila, sus músculos se marcaban, y podía apreciarlo perfectamente gracias a su abierta camisa. Se veía salvaje.

- "pero... ¡¿Por qué todos tienen que ser tan Sexis?!"- fue el pensamiento que invadió a Naruto.

-Suéltalo- hablo el Sasuke con el ceño fruncido, sacando su espada se preparó para una pelea de ser necesario.

Mis cuatro SasukesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora