Parte II: Capítulo X

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—Valerie—. Oyó decir una suave voz—. Vuelve a mi, princesa. Aquí está tu hogar.

Valerie al dirigir su mirada donde oía la voz, observó como una persona se disolvía en miles de fragmentos y volaban a su alrededor con una brisa.

—¿Quién eres?—. Preguntó ella intentando ver alguna forma humana en aquellos fragmentos—. ¿Dónde está mi hogar?

—Ya lo verás. Iré a buscarte, lo prometo—. Escuchó más bajo—. Pronto estaremos juntos, como solíamos estarlo siempre.

—¿De qué hablas? ¿Te conozco? ¿Cúal es tu nombre?

Valerie tenía varias preguntas, pero antes de que pudiese contestarle, los fragmentos de lo que parecían un muchacho se disiparon con el viento. Una oscuridad comenzó a invadir su alrededor, no había lugar por donde escapar.

—¡Ayuda!—. Gritó Valerie—. ¡Charlie!

Las sombras llegaron a ellas y la tomaron de sus pies, subiendo cada vez más hasta llegar a su rostro.

—Valerie. ¿Estás bien?—. Dijo Charlie agitando el cuerpo de Valerie.

Todo fue un sueño. Valerie se abalanzó hacia Charlie y comenzó a llorar. Charlie no se movió y dejó que se deshaogara.

—Tuve una pesadilla—. Dice al fin Valerie—. Al principio pareció ser muy agradable, vi la sombra de un chico y su voz era amable y cordial, pero cuando desapareció una oscuridad quiso apoderarse de mi.

—No te preocupes, solo fue una pesadilla—. Charlie sabía que no era solo una pesadilla—. Pero ya que te despertaste temprano. ¿Por qué no salimos a desayunar a algún sitio?

Valerie se dio cuenta de que Charlie estaba inquieto, pero decidió ignorarlo y aceptó la oferta. Luego de cambiarse ambos muchachos salieron y se sentaron en una cafetería.

—Y en aquel sueño—. Dijo Charlie con preocupación, sus dedos no dejaban de moverse—. ¿De casualidad el chico que viste era uno bastante alto con cabello oscuro?

Valerie intenta pensar con claridad.

—Realmente no vi sus rasgos—. Respondió—. ¿Por qué el interés?

—Solo me dio curiosidad.

—Comprendo.

Valerie sabía que Charlie ocultaba algo.
Al cabo de una hora ambos jóvenes terminaron de desayunar y fueron con calma hacia la escuela; era la primera vez que estaban a tiempo. No obstante el camino que estaban tomando se vio obstruido por un gran camión que parecía tener una rueda pinchada. Las calles estaban recién colocadas con cemento, por tanto tampoco podían rodearlo. Dieron la vuelta y una niña corriendo mancha el uniforme de Valerie.

—Lo siento señorita—. Dijo la niña y siguió corriendo.

—Los niños pueden ser muy molestos cuando quieren—. Musitó Charlie enfadado.

—No te preocupes, aún estamos a tiempo a la escuela. No quiero perder la oportunidad de llegar temprano.

—Pero tu uniforme—. Dijo Charlie observando la gran mancha en su pecho. Se avergonzó de mirar hacia allí—. ¿Qué más da llegar una vez más tarde? Un día no cambia nada.

—Los grandes pasos comienzan con pequeños. Si no logró ir a clases temprano por excusas como esta, nunca seré capaz de dar el gran paso.

—Como desees—. Contestó Charlie intrigado.

Luego de dar la vuelta y retomar el camino ambos se encontraban a punto de cruzar la calle, esperando a que el semáforo les de la señal de pase. Una vez apareció la señal y observaron que no venía un auto, decidieron cruzar. No obstante al dar unos pasos, una moto a toda velocidad casi atropella a Valerie. Charlie enojado le gritó a lo lejos.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2021 ⏰

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