El Bosque De Los Secretos

Parte I: Capítulo IV

Al siguiente día Valerie estaba exhausta y poco dispuesta a seguir la rutina de siempre, pero su madre, al igual que su institutriz, se negaron, alegando que las doncellas están siempre dispuestas a seguir con el deber si se tratasen de insignificantes causas las que la detenían.

Debido a que su padre la tenía bastante vigilada, decidió cooperar con la institutriz, quien estaba feliz de que Valerie se comportara tranquila, sin embargo no lograba concentrarse y caía del cansancio de la anterior noche.

-¡Pero que niña grosera!-. Exclamó Olga ocasionando que Valerie reaccionara-. Si tu padre te vier...

-Institutriz Olga-. Interrumpió el rey Nicholas entrando sin avisar-. ¿Me permite un tiempo a solas con mi hija?

-Por supuesto, su majestad.

La institutriz se va en modo de reverencia, no sin antes echarle una mirada furiosa a Valerie, quien respondió manifestando alegría al desprenderse de las clases. Poco después su padre cerró la puerta y se sentó junto a su hija.

-¿Vienes a reprocharme?. No he hecho nada.

-No, mi querida Valerie-. Suspiró su padre. Valerie estaba confundida-. Vengo a contarte las razones por las cuales quiero que te alejes de los Werthude.

-Te escucho.

-Como sabrás los matrimonios arreglados son parte de nuestra vida en la realeza, pero nunca antes hemos arreglado un matrimonio que unifique a reinos vecinos. Normalmente si el primogénito es hombre, se realiza un vals donde elegiría a su futura esposa, y si llegara al caso de que no haya un heredero hombre, se realizaban unas olimpiadas en busca de la mano de la princesa.

-¿Por qué me dices esto?-. Preguntó Valerie sin ánimo-. Es porque planeas casarme con Sebastián. ¿Me equivoco? No soy un pedazo de carne que se vende o se gana, padre.

-Tu sabes que las cosas son de esta forma-. Prosiguió su padre intentando calmarla-. Sebastián es un buen candidato, y pronto podríamos unir los reinos junto a los Frayckson también.

-¿Y los Werthude? ¿No te parece egoísta que un pueblo hambriento sea excluido?

-Valerie, realmente siento mucho por lo que pas...

-¡No!-. Exclamó furiosa-. No lo entiendes, no pasas el hambre y no vives preocupado por un legado que podría desaparecer. Realmente eres...

-Una familia real intentó unir los reinos anteriormente-. Interrumpió el rey Nicholas-. Mi pobre Elizabeth fue la candidata a ese puesto, los Frayckon realmente confiaban en que ese trato los fortalecería.

-¿Tu Elizabeth?

-Mi niña, no le cuentes a tu madre de esto, aunque ella ya sabe que nuestro matrimonio no fue inscripto por amor-. El rostro del rey decayó-. Cuando era pequeño crecí junto con Salazar Werthude y Elizabeth Frayckson, éramos los mejores amigos. Sin embargo tanto Salazar como yo estábamos enamorados de Elizabeth, y por desgracia terminó con él.

Nicholas, avergonzado, saca un retrato de la princesa Elizabeth, quien a su lado estaba Salazar.

-Ella se ha ido, él la mató.

Valerie al escuchar tales acusaciones comenzó a sentir cosquilleo y terror por su cuerpo, recordando la tenebrosa cara de Salazar durante el banquete.
Tan pronto como el rey terminó de hablar, se retiró y le concedió el día libre para que Valerie pensara en sus acciones y como afectarían a futuro.
Después de una hora de meditar, una de las sirvientas, entre risas, entró con una carta en mano. Al dársela y apartarse, Valerie observó que parecía ser proveniente del príncipe Sebastián Thomsay, provocando que suspirase desalentada. No obstante, al abrir la carta las iniciales eran las de Oliver Werthude, quien la invitaba esta tarde a salir por la tarde, hacia el bosque.
Al principio dudó en ir, y lo pensó durante varios minutos, pero aceptó si así quería conseguir repuestas. Se vistió y tomó una cartera con varias monedas de oro y la carta que había recibido. Al salir del cuarto, intentó ser lo más cautelosa posible, pero fue inevitable que Charlie la encontrara.