Inmarcesible | Levi x Mikasa

#02: El acuerdo

...

—¡Vamos, Levi! Deja esa planta y ven a contarnos de tu vida.

Levi se volteó a ver a su amiga, con cara de fastidio. En ese momento estaba plantando una planta de singonio, la había encontrado tirada y mal cuidada cerca de la basura, y aún muy a pesar de su obsesión con la limpieza y repele a todo lo sucio, se la llevó para reponerla. Una simple plantación bien hecha, agua y un poco de sol la iban a reponer.

—La planta es menos molesta que ustedes dos.— se queja. Se sienta en el sofá de enfrente al que sus amigos están sentados.— ¿De qué mierda les voy a hablar?

—No sé, quizás de qué hiciste para que tú hija se haya enojado contigo.— sugiere Erwin.

—Tch, molestos.— murmulló—. Hoy había quedado con juntarse con un amiguito, pero como sus padres se iban de viaje de negocios, lo cancelaron. La mocosa no lo tomó de buena manera, pensó que le estaba mintiendo.

—¡Ajah! Con que eso fue.— exclamó Hange después de que Levi cuente la situación.

—¿Dejan de joder?

—No.— nega el rubio y la castaña lo apoya. Levi frunce el ceño cuando Erwin aconseja: —.Deberías hablar con ella.

—¿Cómo quieres que le hable si ni siquiera me cree?

—Bueno, puedes mostrarles las conversaciones por celular o hacer que hable con Falco desde celular.— sugiere Hange como si fuera la cosa más obvia. Levi y Erwin la miran como si dijera la estupidez más grande del mundo.

— Te acabo de decir que sus padres están de viaje.

—¿Y?— sigue siendo vista por Levi y Erwin hasta que cae en lo que acababa de decir—. Ah, ya entendí...

—Se le pasará.— consuela Erwin mientras agarra uno de los snacks de la tabla que había traído Levi.

—Eso tengo seguro.— suspira Levi, agarrando su vaso de agua y bebiendolo a su manera peculiar, con las puntas de su dedo agarrando los bordes del vidrio.

Hange dirige una mirada hacia el jardín de Levi, el cachorro de Gabi está recostado intentando dormir hasta que una mariposa monarca se posa sobre su nariz, provocando que el can la empezará a perseguir para atraparla... O comerla mejor dicho. Otra mariposa vuela hacia una flor de Ascleipa, ignorando el revoloteo de su compañera. La castaña suspira llamando la atención de sus amigos.

—Qué lindo. Se acerca la primavera...—. dice nostálgica para luego pasar a un tono decaído—. Y también otro...

—Callate.— Levi la calla antes de que intentara introducirse en ese tema. Era suficiente con el equinoccio de primavera—. Gabi sigue estando acá.

...

El hogar de Mikasa era a lo que se podría considerar un apartamento con estilo minimalista. No era extremadamente grande, lo suficientemente para que de dos a seis personas pudieran quedarse a pasar el rato cómodamente. Sus amigas siempre le decían que debería agregar decoración más colorida... ¿Por qué más color? Se preguntó Mikasa. No era una reacia a los colores más llamativos pero ya tenía varios objetos de colores rosa pálido, azul y tonalidades bajas de naranja. Eso sin contar que también tenía varias plantas dándole más vida a su espacio.
Digan lo que digan, a Mikasa le parecía cómodo tal y como estaba.

Pasaron alrededor de tres horas desde que llegaron a la casa de Mikasa. Habían almorzado y le dejaron a Falco su espacio para que acomodé sus cosas en el cuarto de invitados. Pero aún en ese tiempo, lo notaban bastante decaído.