#03: La "niñera" del amigo de Gabi

557 102 31
                                    


...

El clima frío de los últimos días de invierno, el día soleado con unas pocas nubes, los adultos caminando o sentados en las bancas que están por el parque, adolescentes en picnics y niños corriendo y jugando en los columpios y toboganes. Era un escenario típico de un sábado a las casi cinco de la tarde. Aunque a Levi lo que le irritaba de ese lugar eran los insufribles y malditos gritos de niñatos de cinco a siete años.

—¿Después podemos ir por pizza y helado?— escuchó Gabi decir mientras se balanceaba en una hamaca con la ayuda de Levi. Este estaba viendo a sus alrededores viendo por dónde podría llegar el amigo de Falco y la mujer que lo cuidaba mientras pensaba que ojalá no fuera una persona habladora y sea más taciturna, no sabe tratar con gente que no conoce. Siguiendo con Gabi, él se dirigió a verla.

—¿Con cuantas cosas más quieres encapricharte hoy?— reprocha Levi.

—¡Tengo hambre!— chilla con un puchero.

—Te dije que comieras antes de venir.

—¡Pero lo hice!

—No lo suficiente al parecer.— murmura el hombre de baja estatura mientras saca un caramelo de menta del bolsillo de su pantalón negro. Se lo da a Gabi y lo acepta con un poco de duda, no es la mayor fan de los caramelos de menta aunque su padre lo sea.

Mientras la niña de cabello castaño desenvuelve el paquete del caramelo, Levi saca otro de su bolsillo para él. De coincidencia, ambos se lo comen al mismo tiempo.

—Oi. No te balancees con el caramelo, te vas a ahogar.— advierte Levi cuando Gabi empezó a hamacarse otra vez. La niña baja la velocidad con la que estaba moviéndose pero no se detiene.

El hombre suspira con el aliento fresco. Dirige su mirada al lado derecho del camino que va por toda la plaza, mira para el otro lado y ahí es cuando reconoce al niño pequeño de cabello ceniza. Está llevando una bicicleta diferente a la que ha visto en ocasiones anteriores y puede deducir que hay una paleta de caramelo sobresaliendo del canasto frente del manubrio.

Levi se percata de los pantalones negros al costado de Falco y sus ojos suben hasta visualizar por completo a una mujer alta de cabello azabache y corto hasta la nuca, ojos rasgados y grises, una curiosa cicatriz en su pómulo derecho y una mirada seria y calmada en su rostro que va dirigida al mocoso. Deben estar hablando de algo.

«No está mal...» es el primer pensamiento de Levi sobre esta mujer que, a sus ojos, es atractiva físicamente.

Cuando ve a Falco por el camino, Gabi salta de la hamaca. El niño también la encuentra y la saluda moviendo una mano. La castaña agarra su bicicleta al lado de su padre y empieza a trotar con las manos en el manubrio hacia su amigo, por lo que Levi se separa del caño del columpio y camina detrás de su hija. Cuando está frente a esa mujer alta, extrañamente nota que parece sorprendida cuando ve a Gabi. «Viendola de cerca... Me recuerda a verla visto en algún sitio...»

—¡Ah, perdone! Los presento...— Falco lo trae devuelta a la tierra después de haber estado hablando (o mejor dicho discutiendo porque Gabi se alardeaba diciendo que ahora podía pedalear más rápido) con Gabi cómo por tres minutos.— Señor Ackerman, Gabi, ella es la amiga de mi padre, Mikasa Ackerman. Mikasa, él es Levi y ella es Gabi.

Los dos azabaches se miran y se dan un apretón de manos asintiendo la cabeza y en sus bocas saliendo un "un placer" respetuoso.

—Gabi, saluda.— ordena Levi debido a la falta de saludo por parte de su hija que también se quedó viendo a la mujer frente a ella.

Inmarcesible | Levi x Mikasa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora