12

368 54 29
                                    

Sólo intentaba hacer que Yoon se detuviera, pero la chica iba hecha una furia por la acera, no pararía hasta perder a su amiga de vista. No quería asumir lo que Yeri estaba por decirle, prefería evitarla y negarse a creer lo que sus ojos vieron. 

Lo único que quería era ir a ver a Ravn con la excusa perfecta. Ese día Ravn estuvo tan distraído que dejó una libreta sobre la mesa en donde almorzaba, era un buen pretexto para aparecerse en casa de Ravn para entregársela. 

No quería ir sola y fue muy sospechosa su repentina presencia, así que le pidió a Yeri que la acompañara. Ella se negó explicándole las razones por que no debía ir a casa de Ravn, así como si nada, pero Yoon era difícil de convencer, finalmente Yeri cedió a acompañarla. 

Estuvieron fuera de la casa de Ravn un buen rato, Yoon no quería ir a tocar la puerta, Yeri seguía diciendo que era mejor que se fuera a su casa y esperara a que llegara el día lunes para darle la libreta a Ravn. Yoon continuó negando las peticiones de su amiga. 

Yeri fue la primera que vio al par de muchachos salir de la casa de Hwanwoong, con sus manos tomadas y sonrisas en su rostro. Quiso impedir que lo viera, había recordado lo que Ravn le había platicado en la mañana, la razón por la que no quería que Yoon se enterara de su relación con Hwanwoong. 

Yoon, irritada por el repentino esfuerzo incrementado de Yeri de que se fueran, colocándose frente a ella y agarrando su mano para que se fuera de ahí lo más rápido posible. Terminó empujando a Yeri preguntándole el porqué de su actuar, pronto sus ilusiones fueron pisoteadas y un oleada de odio y decepción la empaparon. 

Ahí fue cuando dio la vuelta en sus talones dejando de ver al imbécil de Hwanwoong y Ravn. 

-Yoon, deja de escaparte- Yeri venía trotando detrás de su amiga, agarrando las correas de su mochila para que no se moviera tanto. 

-¡Quiero escaparme, es mi problema!- respondió Yoon sin detenerse. 

-¡Estás siendo una maldita inmadura!- gritó Yeri- Afróntalo. 

Yoon dio la vuelta, a la muchacha castaña que se detuvo con la respiración agitada y cabello alborotado. 

-Yo te dije, esto pasaría- soltó pasando la mano por su cabello. 

-Sé lo que dirás, por eso no quiero oírte- Yoon la detuvo-. Voy a irme y evitaré esta conversación contigo. 

-Esto es inmaduro, evadirlo, porque sé que no estarás satisfecha e intentarás hacer algo que pueda perjudicar a alguien- acusó Yeri, era amiga de Yoon hace años, la conocía en su más perversa faceta-. Estoy para que te tranquilices y no actúes como maniática. 

Yoon guardó silencio, lucia triste. Yeri suspiro. Esto si es tóxico, Kim Yerim. Pensó.

-No debiste ilusionarte con Ravn, ¿por qué nunca escuchas lo que te dicen, Yoon?- Yeri dijo con suavidad. 

-Ahí vas, ¡ya lo sé!- bramó- ¿Puedes parar de una vez?

-Sólo digo lo que es verdad- Yeri se indignó-. Todo lo que te dije desde un principio y te negaste a aceptar. 

Yoon rodó los ojos. 

-Pues bien, felicidades- dio la vuelta para seguir su camino, Yeri fue tras ella-. Tenías razón, ¿ya estás contenta? Deja de encarármelo. 

-¿Por qué debería estarlo? No seas ridícula- Yeri agarró su hombro para detenerla y dar vuelta-. No me des la espalda cuando estoy hablándote- murmuró-. No me pone feliz verte sufrir. 

Mom, i'm gay too | ravnwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora