Mi pequeña princesa.

Capítulo 6

Toda la tarde pensando en ese estúpido beso. Me he tropezado 2 veces y la bandeja casi se me cae encima de un cliente. ¿Qué narices hace este hombre en mí?

Realmente no sé por qué me besó...bueno no fue un beso, beso de besar...fue en la mejilla, no cuenta. Tal vez simplemente fue para despedirse o algo...bueno da igual da igual, hay cosas mejores en las que pensar.

Al menos ya he terminado mi turno y puedo irme a casa a descansar.

Me despido de mi jefa y mis compañeras y me dirigo de camino a mi hogar, dulce hogar.

Me gusta caminar, ya sea en invierno o verano y en cualquier hora del día, y tardo como 30 minutos en llegar a casa, el aire frío de la noche me despeja.

Al llegar mi madre ya está dormida y me ha dejado una nota:

''Tienes la cena en el microondas, estoy cansada, mañana hablamos''

Mi madre es taaaan cariñosa, en fin.

Paso de cenar y subo directa a mi cuarto, estoy cansadísima.

Me pongo mi pijama de ositos y me meto directa en la cama, suerte de hoy que no tenía tarea.

Una vez en la cama cierro los ojos y empiezo a dormirme...y me despierto cuándo suena mi teléfono.

¿Quién narices me llama a las 10 de la noche? 

Cojo el teléfono de mala gana y contesto sin mirar el nombre.

-¿¡Diga?!

-¡Buenas noches mi princesa!

¿Enserio? ¿Issei?

-¿Issei?

-Claro, ¿quién más te llama princesa?

-Vale, has dejado claro que era una pregunta tonta.

-Obvio -ríe tranquilamente-

-¿Para qué me llamas a estás horas?

-Por qué soy buena persona y por qué quiero saber que tal la tarde.

-Sólo llevamos 5 horas sin vernos.

-Muchísimo para mí.

-No seas exagerado.

-No lo soy,bueno ¿qué tal la tarde?

-Intensa.

-Me refería a por la tarde, no a las horas que has estado conmigo.

No puedo verle pero sé que detrás de ésta pantalla se esconde una malévola sonrisa.

-Y yo me refería a mis intensas horas de trabajo.

-ríe- Claaro...-hace una pausa y continúa- Mañana es domingo.

-Soy rubia, no tonta.

-No lo decía por eso jajaja. Me refería a que mañana no hay escuela y tú no trabajas.

-¿y?

Ya lo estoy viendo venir.

-Hoy no me ha dado tiempo a conocerte del todo, quiero saber todo de ti.

-Si lo dices así suena demasiado mal.

-Es lo que pretendía.

Ya me lo imagino sonriendo.

-¿A dónde quieres ir a parar?

-Oh venga ya, sabes a dónde quiero ir a parar.

-¿Quieres quedar otra vez, no?