Mi pequeña princesa.

Capítulo 11

¿Qué quería decir ese cabeza de chorlito? ¿cómo qué no podía besarme? ¡Si ya lo había hecho! ¡Ese idiota, por qué tengo que preocuparme así! Tal vez ya no le guste...espera, ¿en algún momento le he gustado? bueno, me besó...pero eso no quiere decir nada, ¿o si? ... ¡¡agh maldita sea!!

-¿Qué haces ahí tirándote de los pelos? Vamos a cenar.

-Eh...¿do...dónde?

-He reservado en un restaurante aquí al lado del hotel.

-Ah...me parece bien.

Me levanto y entro en la habitación y me miró en el espejo, creo que voy bien como voy así que no me cambiaré.

-Estás bien ¿Vamos? -abre la puerta y me invita a salir-

-Sí. -salgo sin mirarle-

El demás camino lo pasamos mirando a todo menos el uno al otro, han sido los 15 minutos más incómodos de mi vida.

Cuando llegamos al restaurante me da la impresión de que no es muy caro por que por fuera sólo tiene un cartel luminoso en el que pone ''tres bien'' y un segurata, así que me siento más cómoda.

Pero cuando entro...peceras enormes, mesas blancas, cubertería de plata, metres educados, camareras hermosas...las apariencias engañan, Y TANTO.

-I..Issei...este sitio... -aprieto mis manos-

-¿No te gusta? la comida esta buenísima

-No no es eso, sólo que...

-¡Takeruuuu!

Aparece detrás de nosotros un señor con un gran bigote, vestido de traje, acompañado de anillos de oros y una mujer con un vestido rojo.

-¡Hombre Takechi amigo! 

Se saludan y se dan un abrazo, parecen amigos íntimos, que raro que este engendro tenga amigos.

La mujer del vestido rojo me mira de arriba a abajo y me echa una mirada de asco, parece ser por mi vestimenta.

Normal, yo también me odiaría si entrara una niñata con vaqueros y camiseta a un restaurante de lujo.

-¡Ehhh Takeru! ¿Quién es tu amiga? ¿Otra de tu lista?

Esas palabras me llaman la atención y me acerco.

-¿Cómo..lista?

-Takechi, déjalo, ella no...

-¡¡¡Ahhh!!! ¿es nueva?

-¿Nueva?

-No, Takechi cállate.

Paso de Issei y me acerco amenazante al señor de traje.

-¿Qué quieres decir?

-Pobre niña, nada nada, tienes suerte de ser una de las elegidas.

-¿Qué coño está diciendo?

Issei me agarra del brazo con firmeza.

-Milka, vamonos.

-Me suelta de un guantazo- ¡no! ¡Siempre escondiéndome cosas! ¡Quiero saber de ti! -me dirijo al hombre- ¿Qué quería decir?

-Eh...-el hombre se rasca la cabeza- Takeru...no...¿no es de la lista?

-¡QUÉ LISTA!

Pego tal grito que todo el restaurante se gira para mirarnos, incluso oigo un plato roto de algún camarero que ha debido caerse.