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(Advertencia capitulo con lenguaje explícito no apto para personas sensibles)




Mi corazón se aceleró mucho más que mi respiración, me sentía demasiado caliente y tenía las manos apretando el puf en el que estaba sentado; estaba paralizado viendo a un Omega sonrojado, jadeando por su recién inició de celo.

Sal de aquí Jungkook.

Tenía que irme, pero algo no me dejaba, sus hormonas eran demasiado fuertes y no podía moverme solo podía verlo.

-Jungkook- Volví a escuchar, su voz había adquirido un tono tan exquisito.

Lo vi gatear por mi cama hasta el borde y pararse de ella para acercarse a mí. No despegaba mi mirada de esos ojos ahora amarillo por tener su lado animal mucho más expuesto.

-Jungkook- Ronroneo al final de la palabra.

Se detuvo justo frente a mí, su cadera había quedado a la altura de mi rostro; hasta ahora me había fijado en la ropa que llevaba puesta, tenía una playera delgada verde militar de mangas largas, unos pantalones muy ajustados de un color negro y unos zapatos que ahora para mi eran indiferentes.

Su mano que era demasiado pequeña a comparación de la mía, paso por mi hombro lo cual me hizo temblar al igual que cerrar mis ojos, sentí un ligero empujón hacia tras. En pocos segundos lo tenía sentado sobre mis piernas besando mi cuello.

Jungkook ya vete.

Mis manos se habían colocado en su cadera, quería alejarlo, pero su aroma me estaba volviendo loco.

-Jimin-Jadié, apreté mis manos para intentar quitarlo de encima mío, pero pareció que eso solo lo alentó más.

Me empujo más contra el puf en el que estábamos dejando sus manos en mi pecho y empezó a mover su cadera de adelante hacia atrás. No había sentido algo parecido antes y me hizo gruñir al instante. Esto se está saliendo de control.

-Jimin...para- Jadié, pero no dejo de moverse, sino que comenzó a dar ligeros saltos.

A este punto ya estaba excitado, no podía negarlo mi cuerpo reaccionaba ante lo que este Omega me hacía. Sentía su trasero restregarse contra mi miembro.

-Para...- Mi voz ya era un lío. -Jimin...-

Tan mal me estaba poniendo este chico.

Vi una sonrisa perversa formarse en sus labios y solo pensé en que sabor podían tener. Y mi duda fue respondida, sus labios envolvieron los míos en un beso brusco por la necesidad de saciar el deseo.

-Hazme tuyo- Dijo jadeando contra mi oído después de separar nuestros labios.

Con esto mi cordura se fue al carajo.

Vas a morir Jungkook.

Pero eso ya no me importaba; tome las piernas de Jimin y me levanté de golpe a lo cual él se abrazó de mi cuello para no caer; aunque no sería así tenía bien aferrada mis manos a sus deliciosas nalgas.

Lo tumbé en mi cama y me coloqué sobre él entre sus piernas, no dejaba de besarlo mordiendo sus gruesos labios con un sabor a fresa, mis manos ya habían comenzado adentrarse en su playera hasta sus pezones para pellizcarlos. Sus piernas se intentaban cerrar con cada pellizco que daba.

- ¿Te gusta? - pregunte entre jadeos.

Asintió desesperado por la sensación. Mi boca comenzó a bajar por su cuello y decidí dejar chupetones en él, tenía la piel tan tersa y blanca que estas marcas no se quitarían en al menos unos días. Me separé un poco de él a lo cual obtuve un puchero que se me hizo tierno.

Los Problemas De Un Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora