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"Todo había iniciado bien, el día era tranquilo salí a cazar para tener que comer hoy; la verdad yo era el encargado de eso ya que mi madre se la pasaba encerrada en su cuarto y sino se encontraba golpeándome maldiciendo mi existencia. Había logrado cazar dos conejos y aun que no supiera controlar voluntariamente el convertirme en lobo se me hacía fácil cazar aún que fuera con pequeñas trampas que había aprendido hacer.

Regrese a casa con mi comida en la mano, tenía solo 15 años y ya sabía sobrevivir solo por así decirlo, al entrar sabía que mi madre no estaba fuera de su cuarto así que deje uno de los conejos enfrente de su puerta, sabía que en cualquier momento lograría olfatear la sangre y saldría por él, me dirigí a mi cuarto tranquilo dispuesto a comer, tenía bastante hambre; tenía la costumbre de cerrar mi habitación pero esta vez no lo había echo.

Me senté en el suelo, pues no quería manchar mi cama con sangre y me dispuse a comer; a veces pasaba por mi mente la idea de que el comer carne cruda y arrebatar la vida de esta manera podría volverme salvaje pero era la única manera en la que podía vivir, solo minutos después de haber dejado el conejo fuera del cuarto de mi madre, su puerta se abrió; pensé que era para tomar lo que le traje de comer pero no ví sombra alguna y aun se lograba ver cómo en el piso un pequeño charco de sangre se hacía más grande escurriendo hasta mi puerta.

No escuché ningun ruido y eso se me hizo muy extraño.

- Jungkook - Escuché muy bajo.

Era raro que me hablara, como si quisiera pedirme algo. Me levanté y camine despacio hasta mi puerta, con cuidado asome mi cabeza para ver el interior de su habitación. Nada estaba fuera de lo normal, ella estaba sentaba en la cama, sus manos se movian de manera ansiosa en sus piernas; por el descuido tenía sus uñas largas y tenía la manía de rasguñar su propio cuerpo, su pelo cubría su cara además de tener la mirada en el suelo.

- ¿Mamá? - pregunté estando en el marco de la puerta de su cuarto.

- Acércate - volvió a decir.

Sentí un pequeño escalofrío por todo mi cuerpo esto estaba siendo más raro de lo normal. Despacio me acerque hasta quedar frente a ella, me senté en el suelo para verla.

- Sabías que los lobos tenemos esa mala manía de no poder sobrevivir solos - Con cuidado levantó su cabeza y pude ver sus ojos. - Y es aún peor cuando tú vínculo está destruido - Sus ojos demostraban odio y comenzaban a verse de un color amarillo; aun que sabía que tenía que correr me había quedado en shock. - Tu eres parte de ese vínculo roto Jungkook, eres la desgracia de ese vínculo fallido -
De la nada se abalanzó contra mi, sus manos estaban directamente en mi cuello, con las manos trataba de empujar su rostro pero estaba decidida ahorcarme.

- Sin ti seré libre -

Comenzaba a quedarme sin nada de aire pero quería vivir. Logré empujarla y me arrastre hasta la puerta de su cuarto, pero jamás conté con lo que ella iba a hacer.

Escuché crujir la madera y voltee a ver asustado. Se había convertido en una loba blanca con tonalidades grises, me veía fijamente como si fuera su próxima presa. Tenía que huir, como pude me levanté pero fue más rápida que yo, sus garras se aferraron a mis piernas y me volvió a tumbar en el suelo, mi cabeza rebotó y sentí como mi nariz comenzaba a sangrar, apesar de estar aturdido, sentía ardor en mis piernas sus uñas se habían enterrado en mi piel y comenzaba a desgararme la playera que tenía puesta.

Tenía que convertirme pero no sabía cómo, estaba asustado y mi cuerpo comenzaba a arder. No tardaría mucho en sentir sus colmillos en mi espalda además de sus patas rasguñando como si quisiera ver lo que guarda mi cuerpo en su interior.

Sabía que este era mi fin, iba a morir en manos de mi madre, un simple niño quedaría en el olvido. Comenzaba a dejarme caer cuando en realidad pensé las cosas, no quería morir. Sentí mi cuerpo romperse y el peso de Jiyu se alejo de mi cuerpo, me puse en mis cuatro patas aún que estuviera herido iba a pelear, al voltear yo mismo ví la sorpresa en su rostro; pero aún sorprendida no iba a detenerse.

Comenzó una pelea en ver quién sobrevivía, aún que en realidad yo no quería lastimar la, lo más que hacía era empujarla y alejarla lo más que se pudiera de mi pero ella solamente no cedía. Estaba cansado y mi sangre estaba manchando todo mi cuarto sentía como mi pelaje estaba pegostioso y como gotas escurrían de el, cojeaba con una de mis patas traceras, la vi desconvertirce; sentí un poco de esperanza.

- ¿Te crees tan fuerte como tú padre? - ¿De que hablaba?, solo quería sobrevivir - Solo déjame matarte Jungkook - Se había vuelto loca - Solo eso; no tendrás que sufrir más -

Se trataba de volver acercar a mi pero yo solo me alejaba, no la quería cerca.

- Vamos hijo solo déjame terminar con tu calvario - Era la primera vez que me llamaba hijo.

Sentí el enojo hirviendo me la sangre, justo ahora tenía que llamarme así, 15 años tarde; 15 años en los que me odio, desprecio y ahora casi me mataba; ¿Porque ahora?, Cerré mis ojos ante los miles de pensamientos que estaban atacando ni cordura; pero no podía controlarme Jiyu seguia diciendo esa palabra. Hijo, yo era su hijo; ¿Porque me hacía esto?.

-Hijo, Te amo-

Al escuchar decir eso abrí mis ojos, no tenía más control sobre mi; ella se encontraba a solo medio metro de mi, con una sonrisa tan sinica como si solo estuviera jugando conmigo; mi cuerpo reaccionó ante el enojo y me lance contra ella.

Apenas y le dió tiempo de volver a transformarse, mis colmillos se aferraron a su cuello; mordía sin piedad, estaba descargando toda esa furia reprimida por años; el rencor que ella misma había generado, pero yo aún así siempre la vi como mi madre, hasta hoy.

Sentía sus patas pelear contra mi pecho y su hocico intentaba morder mi lomo, pero por más que luchaba por alejarme yo no soltaba su cuello; su sangre comenzaba a escaldar me la lengua y sus aullidos de dolor eran más que perceptibles.

Y de la nada.

Un crujido se escuchó, poco a poco sus patas dejaron de golpear mi pecho y el peso de su cuerpo callo por completo en mi mandíbula. Sentí como comenzaba a desconvertirce y de manera rápida la fui dejando en el suelo.

¿Que había echo?.

El ardor del enojo se fue de inmediato de mi cuerpo al verla en el suelo y yo aún en mi estado lobuno me acerque para menear con delicadeza su torso, pero no recibí respuesta alguna de Jiyu. Un pequeño lloriqueo se escapó de mi garganta y con mi pata moví su cuerpo.

Quedó boca arriba y solo ví su mirada perdida. Sentí como me desconvertia y aun con las heridas abiertas y la sangre empapando todos lados gateé hasta estar cerca de ella.

- Mamá - Mis ojos comenzaban ha arder me - ¡Mamá! - Tome su mano - !!Mamá respóndeme¡¡ - Por dios era más que obvio. - Jiyu, ¡¡No me dejes!! -

Fue en el momento en el que me desborde en lágrimas, mis manos se aferraron a sus brazos y aun sabiendo lo que pasaba movi su cuerpo desesperado.

La había matado.

Yo le había arrebatado la vida a quien me la entregó, su mirada ya no reflejaba nada, ni odio, ni tristeza, ni vida. El brillo en aquellos ojos cafés había desaparecido en cuestión de minutos se veian tan opacos.

Lo hiciste para sobrevivir Jungkook."

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Espero no me odien después de este capítulo y de alguna manera los atraiga más a la historia; muchas gracias por seguir hasta aquí y me apoyarían mucho con su voto, si gustan estaré respondiendo sus comentarios.

Atte: R.E.S.E.N

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2022 ⏰

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