Esclava
¿ Por que era mal visto denunciar?
Al ser mujer siempre tenían la típica respuesta los policías o la sociedad ante un problema, mas de una mujer se cansó de escuchar" es tu culpa" " tu querías " " eres mujer, deja el drama"
Y esto sumado al temor de Ir a una estación de policía a denunciar lo que ocurría, esto era parte de mi vida, cada vez que llegaba i casa iba a ser una perdida de tiempo pedir un supuesto "auxilio", temía por mi vida y pasaría esta vergüenza sola.
Simplemente era una perdida de tiempo, y el haber pasado ya 10 años todo lo hacía tan... "imposible", la casa no era mía, mi herencia jamás fue mía... lo único mío era un vientre infértil heredado de los genes de mi madre.
Simplemente era una cobarde, que no merecía el "supuesto milagro " que me permitió vivir.
......
LLlevaba a 2 días que él no me dejaba salir de la habitación, de alguna forma u otra me había convertido en una sumisa complaciendolo, atada en la cama solo cubierta por una sabana por el frío, no sabía como había terminado así pero me mantenía activa el dolor y la humillación, me dolía mi cuerpo y mi mente.
¿era una pesadilla?
¿O lo estaba disfrutando? Miraba a Boris, aquel inocente hermano no era siquiera la sombra del hermano que se me había presentado en los sueños, lo peor de todo era lo que ocultaba y lo había descubierto, él no era humano.
No era humano, ¿ Qué era yo, entonces?
Yo no era humana, esa era mi conclusión, me gire y mire como el reflejo de la luz se filtraba por la cortina, jamás había deseado tanto la muerte como en éste momento, - mi teléfono sonó repetidas veces durante este tiempo, cansado de escuchar aquel sonido de campanas él lo tomó en sus manos irritado. -¿ Otoniel?¿él otra vez? Que molestó es ese inútil, sabes que... odio ese nombre acaso no te pudiste buscar un novio que tuviera un nombre normal, juan o pedro... ¿Por qué te buscaste el nombre de mi enemigo? —Pregunto burlándose. Yo lo mire sorprendida.
-¿Él que?— Pregunté sorprendida y él sonrió ante mi pregunta
—anda vistete y dile que no lo quieres volver a ver. – ordenó sin ánimos.
-¿ cómo sabes que no me ire con él? Pregunté confundida.
-te hubieras ido cuando podías y querías saber yo quien era. Así que vamos, recuerda su vida esta en mis manos- ordenó desatándome, yo me vestí y lo mire incomoda el me hizo señas para que bajara y yo no sabía que hacer su expresión era de fastidio, antes de que volviera a atarme, baje rápidamente las escaleras, el timbre sonó de nuevo y abrí la puerta nerviosa ante cualquiera que tocará.
Allí estaba Otto, sonriéndome como si nada ocurriera, pero inmediatamente su sonrisa se borro al verme, aquel muchacho bronceado y con el rostro sonriente miro preocupado mi situación, estaba con el rostro ojeroso y con el cabello atado tratando de dominarlo, un suéter cubría los moretones de mis muñecas pero no había ningún suéter que cubriera los moretones de mi alma.
-¿estas bien?— Pregunto preocupado y trato de ver a mi alrededor.- ¿esta tu hermano? Pregunto intentando pasar, haciendo una especie de enorme barrera, yo le coloqué el brazo evitando su entrada.
- Regresa a tu casa, yo no te quiero ver- dije con frialdad.
- déjate de chistes, ¡tenemos que irnos ya!- ven a la iglesia y tratemos de –
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Sweet Dreams
ParanormalYa habían pasado 10 años desde la muerte de los padres de Melissa. Ella, una joven de veintisiete años qué vivía sumergida en la depresión y buscaba refugio en sus fantasías mientras que sus mejores amigos eran los pensamientos de muerte y...