5. Baño de Tina

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CAPÍTULO 5: Baño de Tina

***Hoseok***

Cuando llegué a la sala de baño, el príncipe estaba tocando el agua y se veía incluso más angelical que cuando lo vi antes.

- Disculpa, no sé tu nombre - se apresuró a decir cuando me vió entrar.

- Hoseok, Su Majestad - dije haciendo una reverencia.

- Mi nombre es Jimin. Por favor no seas tan formal conmigo - respondió sonriendo.

- Lo que lo haga sentir más cómodo - agregué devolviendo su sonrisa.

- Disculpa las molestias, tener que ayudarme es claramente algo que no es parte de tus labores.

- No es ninguna molestia Jimin-ssi.

El baño tenía una gran tina hecha de mármol. Era alta y muy lujosa, creo que nunca había visto una así.

- La única ayuda que necesito, es para entrar y salir de la tina...es muy alta para mí - dijo sonrojándose - o sea...podría, pero de seguro me caeré.

- Ok. Entonces lo ayudaré con gusto - respondí sonriendo.

Creo que su comentario era para dejarme claro que no necesitaba que alguien lo bañara en realidad. Sentí ternura por la forma en que sus mejillas y sus orejas tomaban un color rojo brillante.

Se sacó la camisola y me miró con cara de "pregunta".

- Puedo sacarme el cinturón? No me han dicho...

- Yo creo que sí. No lo sé realmente, pero no le diré a nadie - dije sincero.

Sonrió y sus ojos se hicieron pequeñitos.

Pensé en Taehyung, no sé cómo logrará alejarse de Jimin, mientras más tiempo lo veo, más creo que es totalmente su tipo.

Se sacó el cinturón y la ropa interior. Me acerqué para ayudarlo, pero me detuve al ver que me daba la espalda. Sus muslos tenían marcas de golpes y me congelé un segundo al verlo.

- No...no sé cómo tomarlo para no incomodarlo - dije intentando sonar tranquilo.

- Aquí- dijo mostrándome la cintura - no peso mucho, solo súbeme cómo subieras a un niño - agregó tranquilo.

Lo tomé por la cintura y lo subí. Tenía razón, era muy liviano.

Me quedé pensando en las marcas, no me puedo imaginar a JungKook golpeándolo, además parecen tener más que unas horas...mi cabeza se sintió pesada al darle vueltas a todo eso.

Quién podría hacerle daño a un príncipe tan dulce?

- Crees que el príncipe dejará que NamJoon me acompañe? A Mercia? - dijo sacándome de mis pensamientos.

- Claro, ¿Por qué no lo permitiría? Es su chambelán.

- Es que siento que no le agrada, aunque no sé porque. Nam siempre es respetuoso.

- No lo sé, pero no debe preocuparse, estoy seguro que la tensión de estos días desaparecerá al llegar a Mercia, además usted también es un príncipe.

- No soy un príncipe, sólo soy un pájaro en una jaula de oro...ahora esa jaula cambió de dueño, nada más - dijo pensativo.

Me lo dijo con calma y aunque era un pensamiento muy triste, él parecía asumirlo con resignación y eso...era realmente triste.

Sweet PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora