can I be she?

carta.

Así que aquí estoy, escribiéndote esto. Nunca pensé tener el valor suficiente de poder hacerlo, pero gracias a el pude.

Recuerdo cuando tus ojos cambiaron, antes me veías con un lindo brillo; un brillo que todos veían. Pero el día que ella llego a la Sway, ese brillo se apagó. Aun recuerdo tu expresión al verla, la confusión, la sorpresa eran tan visibles en tu cara que Bryce se burló de ti. Yo también lo hice, que ilusa.

Empezó a venir más seguido, y cada vez más te quedabas viéndola. Pero ahora eran amigos, ahora se abrazaban, jugaban en la piscina y hacían “noches de amigos”. Lo ví normal, y hasta me alegre por ti, siempre había querido que tuvieras una mejor amiga aparte de mi. Pero un día, algo comenzó a cambiar. Ya no me abrazabas como antes, ahora no querías pasar tanto tiempo conmigo, ya casi nunca me besabas pero siempre que llegaba la noche el placer y la lujuria inundaban nuestra habitación, yo no le veía inconveniente, nisiquiera lo pense si te soy sincera.

Pero llegó un día, un día que... Que nunca voy a olvidar Josh. Como todas las tardes ella y su hermana llegaron a la Sway, ya era rutina para todos verlas a esta hora en la casa. Vilmente comenzamos a jugar verdad o reto, y aunque los retos eran cosas idiotas. Bryce decidió cambiar un poco la dinámica, sospecho que siempre supo. Juguemos mejor 7 minutos en el paraíso dijo con una sonrisa, es un maldito. Con maldad mando a Amelie y a Anthony primero, las miradas de preocupación entre Avani y Blake eran tan evidentes que era incómodo de ver. Pero a mí no me importo, porque tus brazos estaban sujetando mi cintura, como hace tanto tiempo no hacías. Recuerdo que cerré los ojos y me sentí en casa, tan protegida. Pero la alarma sonó y casi corriendo Blake fue a buscar a Amelie. Cuando el círculo volvió a estar completo fue tu turno y claro que el maldito te mando con ella, para calmar mis nervios me diste un casto beso en los labios y te fuiste.

1...
2...
3...
4...
5...
6...
Y...

Pim pim. Yo iba a buscarte, yo iba hacerlo pero Bryce insistió en hacerlo el, luego de unos 5 minutos en dónde los demás hicieron retos asquerosos yo solo lograba pensar ¿Por qué tardan tanto? . Sentí un brazo encima de mi, pero no eras tú. Era el.

Me susurro que me calmara, y alivio mis nervios con chistes sin sentido y más cosas. Cuando por fin los tres volvieron te sentaste junto a mi, no volviste a tomar mi cintura, ni me abrazaste como minutos atrás, gire a verte y tenías una pequeña marca en tu cuello. Un nudo se formó en mi estómago y la gire a ver a ella, sus ojos estaban fijos en ti, solo podía verte a ti.

Y esa noche fue igual a las demás; los gemidos inundaron en abundancia nuestra habitación.

Todos empezaron a ver qué estaba rara. Y el siempre estuvo para mí, con sus chistes, con sus charlas hasta las 11pm dónde tocabamos hasta el más profundo sueño. Su mirada era todo lo que necesitaba para estar bien, porque aunque tú todavía eras mi mundo, el era mi sol.

Pero luego, llego ese horrible día en dónde todo se fue a la mierda. Como era de costumbre ella llego, y tú no podías estar más feliz de que ella estuviera ahí.

A veces desee ser ella.
¿Acaso tenía que tener pecas para que me amarás?

El sujeto mi mano bajo un cojín cuando los ví abrazarse y susurro un no te preocupes en mi oído. Asentí y ella vino a saludarme. Conversamos y entendí porque era tu mejor amiga; era tan agradable, tan tierna, tan linda... Tan pura.

¿Acaso yo no era nada de eso?

Creo que intencionalmente, derramaste un poco de Pepsi en su camisa, está se arruinó y todo lo que era blanco se convirtió en marrón. Te grito, insulto y regaño hasta el cansancio y tu solo reías ante sus palabras. Le dijiste que dejara el drama con una sonrisa, vaya que amaba tu sonrisa, y juntos subieron a tú habitación por un hoddie.