Se encontró a sí mismo caminando por un largo túnel, uno que parecía no tener final. No veía bajo tanta desesperante oscuridad que lo envolvía, pero por alguna extraña razón no sentía como si eso debiese preocuparle del todo.
Era un camino largo, la esencia de flora y petricor saturaba el aire que respiraba, el piso bajo sus pies era tan suave como tierra mojada, su piel se sentía sudar en el ambiente húmedo.
No sabía que era lo que lo impulsaba a caminar por aquel pasaje, pero tampoco tenía una razón para no hacerlo, por lo cual siguió su camino por lo que creía llevaría a la salida del túnel. Y así siguió por un rato. No sabía si llevaba segundos, minutos, horas, días o quizá semanas en ese oscuro lugar, pero el interés de averiguarlo no existía, era casi bizarro.
Más que desinterés, era una paz interna, un aburrimiento crónico, un estado mental en el que sabía que todo estaría bien y que ciertamente no le intrigaba lo que podría ocurrirle.
Después de un tiempo caminando por aquel pasadizo oscuro, Hajime arribó a un denso bosque verde, uno que lo recibía con la tenue luz de luz de estrellas que apenas se podían distinguir debajo de la copa de los árboles.
Al parecer, la sensación de humedad venía de este lugar, pues el aire estaba pesado y las hojas de árbol en el suelo, mojadas. Habría lloviznado en aquel misterioso lugar recientemente, pues las muestras físicas estaban ahí demostradas para que sus ojos las captaran como una exposición de museo natural.
Bajo uno de los múltiples árboles, una deslumbrante luz aparece. Una que está concentrada en un solo punto, como si se tratase de una bella estrella que irradiaba un divino brillo capaz de apaciguar todas las preocupaciones de tu vida cotidiana.
La situación era nada más ni nada menos que bizarra, pero lo que el muchacho castaño sentía dentro de su pecho no era temor de las extrañas y misteriosas circunstancias, sino que una paz interior intoxicaba cada nervio de su ser. Estaba consciente de que debía estar aterrorizado de aquel ambiente tan sombrío, pero su propio cuerpo se encontraba traicionándolo en momentos así.
La gran masa de árboles era silenciosa, realmente silenciosa. Dentro de este no había ni la más pequeña presencia de ruidos. No existía el crujir de las hojas bajo sus pies, ni la estridulación de los grillos, ni siquiera el suave soplar del aire de la noche, aquel que era capaz de sentir, pero no de oír a pesar de todos sus esfuerzos.
Por algunos momentos, Hinata genuinamente temió haberse quedado sordo. Estaba en su conocimiento que había alguien quien lo protegía de esos males, pero por más que intentara recordar aquel nombre o aquella presencia, su cabeza se sentía vacía. Era como si de su mente hubiese desaparecido específicamente esa memoria, como si de una pared hubiese desaparecido un solitario ladrillo sin razón aparente.
—¿Eres capaz de escucharme? —Preguntó repentinamente una voz, aliviando inmediatamente al muchacho de opacos ojos verdes. Le alegraba no haber estado sufriendo de pérdida de audición, aunque esa era una de las cosas por las que menos debía preocuparse.
La voz era suave y angelical, acariciaba sus tímpanos de una manera inexplicable, era tan reconfortante como el abrazo de un ser querido o como una taza de té a la mitad del invierno. No sabía el origen ni la razón de esta, pero no debía preocuparse si no se sentía amenazado por aquella.
Hajime trató de responder de forma afirmativa, después de todo, sí era capaz de escuchar aquella voz que le hablaba desde el punto de concentrada luz dorada y ser educado implicaba brindar una respuesta verbal.
Algo que no esperó fue que de su boca no saliese ni un solo sonido. Por más que lo intentó, ningún sonido salía de aquella cavidad bucal, como si de un grifo roto se tratara. Lo intentó una y otra vez, sin que obtuviese un resultado positivo, por más que anhelaba exteriorizar sus pensamientos no lo lograba, por lo cual terminó por simplemente mover suavemente su cabeza de arriba abajo, asintiendo con ella para darle a entender a la entidad frente a él que, elementalmente, podía escucharlo fuerte y claro.
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↳ 🍃₊˚. ··· Divine »-Komahina/Kamukoma-«
FanfictionHajime Hinata es un joven dentro de un convento que alaba a un trío de dioses contemporáneos. Es después de un tiempo de su llegada que unos extraños síntomas se le presentan, ¿Qué significaran aquellos malestares? ↳ Parte 1 de la trilogía de dio...