IV

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121045

6:00 AM

     Despertaba por el sonido del reloj, cómo una campana cerca del lugar que avisaba la hora de despertar, mí rostro se acostumbró a las luces del sol al ponerse, era un nuevo día para todos, aunque la mayoría siempre es lo mismo. De un momento a otro, una peliroja se acercó a dónde estábamos varios niños qué dormían y no se despertaban con el fastidioso reloj, energéticamente levantó a todos con una sonrisa.

     --- ¡Hora de levantarse! --- Emma, la chica más alegre del lugar, llenaba a todos de orgullo, se podían levantar de sus camas con solo escucharla por sus ánimos qué sobrepasan la línea.

     --- ¡Buenos días Emma! --- Dijeron todos al unísono con bastante energías para gastarlas en todo el día.

     --- ¡Buenos días Ray! --- La chica me miró sonriente, yo solo le respondí algo seco aunque ya se acostumbró a mí personalidad.

     --- Buenos días Emma --- Dije para ayudar a los niños a despertarse y vestirse.

     --- ¡Buenos días Norman! --- Se escuchaba la jóven darle los buenos días a Norman, también a la mayoría de niños qué despertaban poco a poco por su ruidosa voz.

      --- Buenos días Emma. --- Tranquilo, pacífico, típico de él, con su tono suave le respondía a todos hasta con su sonrisa relajada.

     Y así pasó el día, ésta vez era casi lo mismo de siempre, los niños jugaban, otros estudiaban, otros ayudaban a mamá con los deberes, pasaban las horas, los exámenes eran un tanto fáciles de hacer, para mí no era un gran problema, siempre estudiaba, era sumamente inteligente al igual qué Norman y la fastidiosa de Emma. Yo siempre fuí el mayor de los tres, el más inteligente, el mejor qué los demás, a pesar de tener la edad de un niño qué está apunto de llegar a ser adolescente tan poco tiempo, estudio, tengo mejor memoria, lo que me facilita las cosas, Norman y Emma, la pasaban mayormente juntos, no era de mí incumbencia que se acerquen tanto ya qué se quieren tanto como hermanos, siempre quise estar fuera del resto, sin amigos, sin nadie, pero desde qué llegó Emma, todo cambió, intentó sacarme de ese mundo, ése encierro, no se daba por vencida hasta que yo fuí quién se dió por vencido, tiene agallas suficientes para convencerme.

     Me iba a el árbol, dónde siempre me ponía a leer cualquier cosa de la biblioteca, mí objetivo siempre fué terminar de leer todos los libros antes de mí recogida, solo para ser el mejor de todos y qué los monstruos o demonios se sientan satisfechos de probar un cerebro exquisito, me dirán loco, pero en realidad es así, tenemos una vida tan corta en éste lugar.

     Un momento de paz, un momento de tranquilidad, todo era lo mejor para mí, en éste mundo... Más qué todo, cuándo ésa chica no estaba cerca de mí.

     --- ¿Eh?... --- Mí vista se volvió nublosa y borrosa, no podía leer bien la página del canino... Era un dibujo de un lobo con sus partes del cuerpo, con sus características entre otras cosas para mantener mí conocimiento .--- ¿Qué está pasando?... --- Sentí qué sudaba frío, mí frente se sentía fresca pero a la vez fastidiosa la sensación...

     --- ¡Ray! ¡Ven a jugar con nosotros! --- Ésa voz se volvía lejana hasta un momento, pude sentir mis pies pisando la tierra.

     --- Me niego. --- Dije en seco, cómo sí nada hubiera pasado, pensé qué me desmayaría pero no fué así.

     --- Raaaaaaaay! ¡Mayormente te quedas aquí pisando céspedes! ¡Juega por lo menos dos veces a la semana! --- Hacía pucheros tiernos intentando convencerme.

Buenos Días... (Ray X Emma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora