6.0: ¿Te ayudo?

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Capitulo largo. 

Me llegó la inspiración y escribí 5 paginas. Espero les guste.

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Se había matado durante seis meses en un proyecto de intercambio en Japón en una destacada escuela de medicina y, aunque él era hábil para aprender, el marcado régimen de los japoneses fue suficiente para hacerlo desear la estrafalaria (pero sin duda más divertida) vida de Inglaterra. Estuvo tentado a rechazar la oferta pero su madre adoptiva había estallado en lágrimas al saber sobre el intercambio así que no pudo hacer mucho más que empacar sus maletas y marcharse.

Pero ahora volvía. Su departamento lo esperaba limpio gracias a la señora que había contratado y su ducha con aromatizantes de lavanda parecía llamarlo desde la distancia.

Después de media hora que aprovecho para ver una tonta comedia romántica, el avión aterrizó. Tardo unos veinte minutos en pasar aduanas, las detenciones y para encontrar su equipaje. El clima en Londres era caluroso, propio la primavera, pero no llegaba a ser sofocante. Tomó un taxi, por fortuna el conductor no tenía ánimos para hablar con él así que en completo silencio, avanzaron por la cuidad hasta llegar a la zona de departamentos. Pagó y bajo sus maletas de la parte trasera.

Saludo al velador del edificio, un señor mayor con barba que disfrutaba de la jardinería.

- Usui-. Lo llamó-. Qué bueno saber que has vuelto, ¿Viajar a Japón fue difícil?-. Le preguntó mientras se limpiaba el sudor de frente con la manga de su camiseta

- Un poco, si-. Le respondió.- Es una cultura muy diferente, la jerarquía me sacó un poco de balance.

El velador se rio.

- Me lo puedo imaginar. He visto muchos documentales de esas tierras-. Le explicó-. Pero no deberás preocuparte por eso de nuevo. Terminarás tus estudios aquí, asumo...

Asintió con la cabeza.

- Muy bien, muy bien. Ya no te entretengo más, muchacho, debes de estar cansado.

Usui le dio una pequeña sonrisa, confesando que lo que decía era cierto. Se dio la vuelta para ingresar el código de acceso cuando el velador le volvió a dirigir la palabra.

- ¡Por cierto!.- Exclamó-. Me hubieras avisado con tiempo que tu novia se quedaría en tu departamento. Sabes que no se me dan bien los extraños.

El rubio frunció el ceño, confundido. ¿Novia? ¿Una chica en su departamento?

- ¿A qué se refiere con...- comenzó a preguntarle. Pero una de sus vecinas le llamó al velador, robándole su atención y, por lo que escuchaba, tardaría mucho en estar libre.

Debía de ser una confusión del velador, en sus 20 años y los 4 que vivía en aquel lugar, nunca había llevado a una chica, mucho menos había tenido una novia. Aunque parecía raro que el señor tuviera una confusión de esa magnitud ya que siempre se mostró muy profesional con su trabajo.

No le dio importancia. Solo era un error.

Colocó el número de acceso al edificio, subió hasta su piso por el elevador.

Abrió su departamento y el olor a lavanda lo recibió, eso le hizo pensar que Violeta había hecho su trabajo hacia poco. No tenía muchas cosas en su apartamento pese a ser espacioso. Un sillón de tres piezas y una mesita de madera frente a ella. Tenía un televisor de gran tamaño, había ocasiones en las que gustaba de verla. Las paredes eran de color blanco salvo una de color azul petróleo. Tenía concepto abierto así que se podía observar la cocina con sus gabinetes en color marrón, una isla de mármol y no muy lejos un comedor para cuatro personas

|| Kaichou Wa Maid Sama|| [one-shots Lemmon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora