Capitulo 8: El hotel de Escape Parte 3

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POV de RDMX

— Bueno raza vamos adentro que aún hay helicópteros y no queremos que nos caiga el chahuistle — dije dirigiéndome a las escaleras de emergencia.

Los demás me siguieron, lo que Japón me dijo fue bastante lindo pero aun tengo dudas al respecto.

Él de seguro tenía al gobierno de su lado, yo por otro lado ni saben que sigo vivo. Soy un fantasma para ellos.

Pero no le di muchas vueltas ahora, por lo mientras empece a prepararme para poder llevar a la familia a Michoacán.

Y de pasó llamar a Amaíte para para que regrese al nipón a su país.

Al llegar a mi habitación noté que el nipón fue rápidamente a su habitación y por mi instinto de vieja chismosa fui a seguirlo dentro ya que había dejado su puerta abierta.

Al entrar vi que Japón sacaba varios paquetitos y bocadillos de una sola maleta.

"¿Quién chingados trae tanta golosina? ¿como si fuera mujer con antojos?" Pensé mientras me acercaba.

Vi que lanzó todo a la cama y se lanzó así mismo ahí, tomó un paquete rojo que tenía palillos que al parecer eran de chocolate y decían "pokis", lo abrió y empezó a comer viendo al techo.

Se veía estresado.

Hay no.

Esta....

Comiendo por estrés.

POV Japón

No puedo dejar de comer, simplemente no puedo.

Hay mucha información para procesar y cada vez que finalmente entendía algo, otra sorpresa aparecía.

Ha este paso se me va a inflar todo al tal punto que la gente sabrá que soy en realidad.

—¿Se puede saber quien chingados traga tanto?— una voz tremendamente familiar hablo.

Me helé, me senté y enfrente de mi ya hacía RDMX.

— ¿Como entraste?— pregunte nerviosa.

— Dejaste la puerta abierta mientras corrías adentro como toro — dijo poniendo sus manos en sus caderas.

Nunca me había sentido tan avergonzada en toda mi vida.

Agache la cabeza, podía sentir mi cara arder de la vergüenza que sentía. Casi nadie sabe sobre mi problema con la comida.

— Mira no te juzgo por que comas por estrés, eso es tu pedo — dijo con voz desinteresada — lo que me preocupa es que sean demasiadas golosinas. Pareces hasta mujer en sus días.

Me sonroje, la verdad nunca lo noté de esa forma.

¿Sospechara?

— Mira yo no soy nadie para juzgar, por lo que debo decir que eres un chico bastante femenino — encogiéndose de hombros — yo no soy alguien que deba juzgarte por lo que debo decir que a mi me da igual —

Suspire aliviada.

—Pero, yo no soy toda la gente así que ten un poco más de cuidado que a la próxima puede que sea alguien peor como Rusia o China — dijo México.

Asentí, tenía razón si no tenía cuidado quién sabe como me verían, para las potencias la perfección lo es todo.

Y si descubren que no eres "perfecto", no dudarán en señalarte todos tus defectos.



Hasta arruinarte.



— Bueno, voy hacerte un favor y voy a cerrar tu puerta. — dijo saliendo de mi habitación — Oh! Casi lo olvido — dijo casi cerrando la puerta y parando en seco — prepara tus cosas, que regresarás a tu país.

La reencarnación de México 🇲🇽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora