Bienvenida cálida(I)

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Narra ___

Camine por el aeropuerto muy ansiosa y a la vez muy asustada, me iría del país, saldría de Latinoamérica solo para estudiar en una preparatoria prestigiosa, en mi mente se repetía ese pensar "qué emoción", estar lejos de casa a cualquiera le sentaba bien, pero luego de pensarlo bien supe que eso no era lo que realmente yo quería, estaba completamente bien sin salir de mi hogar, acompañada de la vida modesta y tranquila, mi familia, pero era bastante tarde para arrepentirme, sin mencionar que mi padre insistió en que asistiera a esa escuela y si él era quien se hacía cargo de mi, que me quedaba por hacer?

Desperté a medio vuelo y no es que tuviera algo mejor que hacer qué mirar por la ventana, así que me dispuse a hacerlo, dije adiós en mi mente a todos los lugares que me vieron crecer, el momento habria sido emotivo de no ser que mientras lo hacía también luchaba por alejar al anciano que estaba en mi hombro durmiendo, no lo logré. Intenté dormirme, pero no lo conseguí, así que mire por la ventana nuevamente y justo cuando empezaba a caer rendida para dormirme ya había llegado a mi destino "Los Angeles, California".

Luego de una larga fila de espera por mis maletas, por fin pude recogerlas, la mala suerte siempre me persiguió y fui ingenua al pensar que no vendria conmigo a todas partes, una de mis maletas tenía una llanta safada y no es que fuera idiota, pero arreglar cosas nunca fue mi vocación, más bien me dedicaba a todo lo contrario. Luego de haber pasado por mi crisis de foránea primeriza recorde que papá dijo que mis roomies me recogerian en el aeropuerto, un pequeño favor qué les había pedido como arrendador.

Así es como espere, sí fuera un versículo de la biblia podría decir "por los siglos de los siglos" y quizá también un "amén", pero siempre me gusto ser más modesta de lo que merecía ser, asi que lo resumire en que pasaron 5, 10, 30 minutos, incluso una hora y los individuos jamás llegaron, por suerte tenía la dirección de la casa y un sentido común que a veces brotaba y a veces se apagaba, como un televisor viejo, tome un taxi y le indique la dirección con mi notable acento latino, debi saber que las personas son chismosas en Los Ángeles, China o la Luna, en todas partes, ya que el taxista no paro de hacer pregunta tras pregunta, asi fue todo el trayecto hasta que llegamos.

Me dejo justo en la entrada de la casa, donde pude ver la hermosa penitenciaria en la que viviria, mi papá me sentenció a no salir de la casa hasta estar más familiarizada y solo si fuera necesario, dados mis "crímenes" en casa, la pena de muerte sonaba más factible, pero ya saben como son los padres, siempre buscan lo que creen conveniente para ellos y no para ti, o quizá aún me hacía falta mamá, que siempre fue más permisiva e indulgente.

Me acerque al pequeño botón y lo presione, no sé porque creí que mientras más veces lo presionará más rápido me abrirían, asi que toque el timbre nuevamente y como la primera vez, nadie salio, lo hice una y otra vez, pero de nuevo nadie respondió o si quiera dio indicios o alguna señal de estar dentro, lo peor que podria pasar ya estaba pasando, no quedo mas remedio que sacar mis bastantes maletas del taxi y pagarle al conductor por sus respectivos servicios.

Ahi me quedé, parada en frente de la casa como si fuera un indigente, eramos un conjunto de maletas, mis ganas de orinar y yo contra el mundo, tengo un serio problema con eso, siempre que mi situacion estaba en su peor escala, las ganas de hacer "pis" llegaban como siendo una cereza en el pastel, luego de unos minutos de ver el teléfono y comprobar que no tenia señal, el aburrimiento llego, por poco extrañaba al tipo del taxi, de alguna manera la situacion dejo de joderme al mismo grado que en un principio y el cansancio de no dormir en el avión se apodero de mi, como era de esperar me quedé tendida sobre una maleta, dormida a un grado en el que fácilmente podría ser un cadáver.

Me despertó el tacto de unas manos en mi cuerpo, de inmediato abrí los ojos alarmada, crei que en verdad estaba siendo victima de un secuestro, patalee intentando defenderme, pero apuesto a que no le hice ni cosquillas, de repente cai en cuenta del hombre frente a mi, un chico de cabello negro algo largo, quiza mas que el mio y ojos tan oscuros que parecian tener un color negro, me miraba como si le divirtiera verme colgada como un saco de papas, mi mirada bajo escaneandolo hasta llegar a sus zapatos, entonces me di cuenta de lo lejos qué estaba del suelo, no es que fuera un rasca cielos, pero si despiertas a más de un metro del piso la vista te hace añicos.

- Mierda!- me abracé instintivamente a quien me cargaba.

-Wow, que boquita preciosa- me solté de inmediato, como si el miedo hubiera desaparecido de un segundo a otro al escuchar su comentario, escuche dos risas seguido del "brillante" comediante, mire hacía en frente nuevamente y junto al chico de cabello largo vi a un chico de ojos azul grisáceo con cabello negro y algo despeinado, llevaba en la frente una de esas bandas deportivas, a comparación de su compañero parecia mas bajo, luego de escanearlo de arriba a abajo me gire a un lado para ver al dueño del anterior comentario y quien me cargaba como si fuera mercancía de un mercado, de inmediato llamo mi atencion su cabello rojo y sus ojos color ámbar, entonces el sonido de la llanta de una de mis maletas rechino contra el suelo y me di cuenta que ambos chicos frente a mi arrastraban mis maletas, entonces en mi cabeza todo hizo "ding, ding, ding!" Ahora lo entendía, no estaba siendo secuestrada, eran los susodichos que debían vivir conmigo, mientras caminaban al interior de la casa seguian hablando en ese dialecto "simio" que solo los hombres hablan, riendose de cosas estupidas y sin sentido, comence a creer que estaban algo ebrios.

Ya estando dentro el chico que me cargaba por fin me bajo dejándome, por no decir arrojandome al sofa, los otros dos solo dejaron las maletas en el suelo y se pusieron junto al pelirrojo, frente a mí, como una banda de criminales malignos qué estaban a punto de sacarme información, me hizo algo de gracia, parecería qué era un intento de intimidarme.

- Son los tres mosqueteros o..?- dije divertida, realmente me parecía ridícula esta escenita
- Me deben una disculpa y 70 dolares, el taxi que hizo su trabajo lo pague de mi bolsillo, espero que lo entiendan, aunque lo dudo, no parecen estar en sus 5 sentidos- dije mientras me levantaba del sofá y camine hacía mis maletas dándoles la espalda.

- Para tu información, teniamos cosas más importantes que hacer qué ir por la princesita de papá- dijo el pelirrojo y mostró ese tono altanero de cuando alguien cree haber hecho la mejor respuesta
- Y si estuvieramos ebrios no seria asunto tuyo enana, tenemos la edad suficiente para hacerlo si nos place- yo lo mire sarcástica y conteste de la misma manera altanera qué él.

- Wow! lo siento señores adultos, solo espero que sepas que los 18 no es una edad legal para el alcohol en los Estados Unidos- los otros chicos solo se rieron y el pelirrojo parecio haber hecho una rabieta mental por el ceño fruncido que se lucia en su bonito rostro.

Luego de eso solo me paso por un lado y detrás de él lo acompaño el chico de cabello largo, subieron las escaleras y se perdieron de mi vista, regrese mis ojos al unico que seguia conmigo y sonreí falsamente esperando a que dejara de ser un mueble más de la casa.

- Quieres tu habitación a un lado de la de Hisoka? También hay otra disponible a un lado de la mia- yo me encoji de hombros y lo escuche suspirar como si le estuviera complicando la vida entera.

- Junto a la tuya está bien- termine por decir y levante una balija con una mano, en la otra tome una maleta y lo segui escaleras arriba, él me guío a una habitación con un lindo balcón, al parecer era la habitación más grande y la principal, por alguna extraña razón parecía nunca haber sido ocupada así que estaba algo polvosa.

Para cuando me gire hacía la puerta para pronunciar "buenas noches" el chico ya no estaba, casi como si solo hubiera sido un fantasma.

Esa noche solo desempolve la cama y me tumbe exhausta, una nueva vida me esperaba y esa no era la bienvenida qué había imaginado.

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Sé que este capítulo estuvo muy corto , espero que algún día esto sea leído por alguien:'³

Si alguien lo lee plis deje un comentario o algo:'D
Te quiero gracias por leer

Editado:
Ya agregue mas texto y corregí mucho, la verdad me dio algo de cringe ver el capitulo original, qué para empezar tenía poco desarrollo y era super irrealista jajaja

Espero les guste más este:)

Mi adultrio favorito (hisoka , illumi y chrollo x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora