Explosion Misteriosa

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Hubo un tiempo en el que me pregunte si los rebeldes de KIDANCHOR regresarían tras el episodio que acabo con la arcologia. Quedaban serias dudas al respecto para todos. Incluso para la gente de Exalink Technology que no paraban de hacer conjeturas sobre quién podía haber hecho explotar el edificio y había hecho volar en pedazos aquella maravillosa obra arquitectónica deslumbrante, símbolo del progreso ecológico y la utopía que era Bellburn.

Era evidente pues, que había que comenzar a buscar culpables o por lo menos, intentar descifrar a partir de las pruebas que se habían conseguido en el lugar de los hechos. La situación comenzaba a estresarme mas de lo normal y desperté aquella mañana con mi gato Kyuss, sentado al borde de la cama, maullando y ronroneando como siempre y con el cuerpo magullado y cansado.

Comencé a realizar llamadas. A El Químico, al General Livesey, a mi compañero Leon Sharpey, e incluso me atreví a enviarle un mensaje a K, a pesar de ser una de mis principales sospechosas. No obtuve respuesta de ninguno de los 4 y aquello me dejo en un callejón sin salida donde yo, impávido ahora reposaba sentado mirando al suelo de la habitación.

Un mensaje del remitente desconocido, el mismo que había enviado aquella perorata sobre el feminismo la ultima vez me sobresalto por completo de mis tribulaciones. El mensaje decía lo siguiente:

"Nada es política, ni siquiera la política es política. Tomar decisiones no es hacer política, en todo caso es actuar acorde al desarrollo natural de los acontecimientos en el presente. La vida impone frente a nuestros pasos una serie de circunstancias sorpresivas, y nos vemos inevitablemente obligados a actuar de una forma o de otra, dependiendo de lo que se nos ofrezca. Es un movimiento natural, inseparable de la dinámica del propio existir, acorde a nuestra esencia animal.

Las relaciones humanas que forjamos y la manera que tenemos de relacionarnos, no son política, no son estrategias, no son realidades mensurables, y todo análisis juicioso y moralizador de dichas relaciones es sesgado, aburrido, vago y completamente inútil. Se basa, además, en un paradigma que asume la realidad como un film, con un principio y un término, con un carácter inamovible, con una trama predeterminada que se perpetua en cada escena particular y que es para todos exactamente la misma, sin variaciones.

Creen que todo es política quienes tienen pavor a descubrirse sin herramientas para comprender el mundo. Es más sencillo sostenerse cuando uno cree que ha entendido la película. Pero no hay ninguna película. Sólo hay un instante, que se destruye y se crea, que se destruye y se crea, que se destruye y se crea. Y sobre ese instante, con la carga del recuerdo (que no es más que una ficción) de los instantes anteriores, conformamos un carácter perpetuo y se lo adherimos a lo que queremos entender que es la realidad. Y así vivimos sobre lo que creemos que era, esperando a lo que lógicamente será, sin vivir en lo que es, etiquetando como política a toda una dimensión incomprensible que ni siquiera nos molestamos en sentir."

Hasta entonces, me habían estado llegando esta clase de mensajes, el cinco de cada mes, el 23 y el 24. Pero hoy, era 31 de octubre lo cual hacia todavía mas intrincado el asunto. Decidí salir afuera para intentar despejar la cabeza, no sin antes servirle un poco de atún a Kyuss, que ya comenzaba a mostrar señas del hambre gatuna que lo caracterizaba.

Pensé durante unos instantes, si no era alguien intentando darme un buen susto. Buscando condenarme a pasar una mala noche en la que no pudiera dormir. Era Halloween al fin y al cabo y cualquier cosa podía pasar.

Vislumbre a algunos niños disfrazados como los humanoides rebeldes de KIDANCHOR, a otros como funcionarios de Exa Link y comencé a preguntarme si había perdido el espíritu para celebrar la ocasión o si simplemente la mirada extraña que les dedicaba a los niños, se debía en parte porque ellos me miraban igual de extraño al no llevar ningún disfraz. Mi disfraz siempre había sido el atuendo de los Munchblanks. Mi identidad era ahora la de un ser anónimo y consideraba que no había mejor disfraz que ese.

8 Relatos sobre Bellburn.Where stories live. Discover now