Capítulo 1

5.8K 557 637
                                    

—Tu y yo no somos... una buena combinación— fue lo ultimo que dije, no podía voltear.

—Reki...

No voltee, me dolía, mucho. Entre a la calle que daba en mi casa, no tenía prisa y sinceramente me importaba muy poco que estuviera mojándome, no me importaba nada en este momento. Llegue a casa, vi a mamá en la entrada con Nanaka, se estaban cubriendo con un paraguas, me alegra porque no quería que se enfermaran.

—¡Reki!— corrió mi mamá y me abrazo. Trate de quitar mi cara, no quería preocuparla.

—Mamá, no deberías estar afuera. Te puedes enfer-

—¡A mi no me vas a mentir Reki!— grito tomando mi rostro mirándome preocupada— mi niño, conmigo no finjas esa sonrisa por favor, con todos menos conmigo.

No dijimos nada, solo me abrazo y tenía razón, con ella era la única que no podía fingir la sonrisa que trataba siempre de poner.

—Vamos adentro, te preparare un té... tengo tu pastel favorito— sonrío frotando mi mejilla con cariño, necesitaba su cariño.

No dije nada y ambos entramos, salude a Nanaka, Natsuki estaba en la cocina junto a Rumi cenando. Entramos a mi habitación y me sentó en mi cama, salía y volvió a entrar con su secadora de cabello.

—Mamá yo puedo solo— me río sin humor mientras trato de agarrar la secadora y me da un pequeño manotazo.

—Déjame hacerlo— sonríe y me seca el cabello con cuidado— ¿Sabes? Esto me trae recuerdos... A ti y a Yoshio... cuando terminaban de patinar venían los dos hambrientos, era como alimentar a dos perros hambrientos— se ríe.

—Si...

Apaga la secadora y se sienta junto a mi, me abraza con fuera y acaricia mi cabello ya seco.

—Reki, no se que paso entre Langa y tu, pero lo que si se es que él te aprecia mucho, tanto que siento que no te das cuenta— seguía acariciando mi cabello— además... lo que haya pasado se que podrás resolverlo, siempre a sido así— se separa y me da un beso en la frente.

—La verdad no estoy seguro de resolver esto mamá...

—Bueno, el tiempo dirá, sino. Presiona al tiempo y toma las riendas tu— se levanta para salir de mi habitación— te traeré el té, si amaneces enfermo mañana no iras a la escuela ¿entendido?

—De acuerdo— cerro la puerta y me acosté boca arriba en mi cama— Langa... no te alejes... por favor— sentí una gota recorrer mi mejilla.

Me quede pensando en Yoshio, como gracias a él encontré el skate aunque ahora ya no se si seguir, no tengo valor para hacerlo, no pude hacer el truco de Langa ¿qué me asegura que podre seguir? Sin fijarme quede dormido, lo que si se es que lo único que recuerdo antes de caer dormido fue que tengo miedo, miedo por Langa.

💙❤️💙

—Reki...

Se que teníamos nuestra promesa, jamás la olvide, pero... creí que él entendería, aunque sea un poco. Él es un skate, creí que comprendería mi emoción de poder encontrar a alguien tan bueno para querer competir.

Quería seguirlo, tomar su mano y explicarle, pedirle que me explicara, quería que se desahogara en mi, no quería que esto pasara, Reki en poco tiempo se volvió alguien sumamente importante para mi, no quería perderlo. Pero sabía que... por solo este momento sería mejor darle su espacio, no quería abrumarlo.

Me di la vuelta, estaba por poner mi patineta en el suelo para volver a casa, pero no pude, o más bien no quería. Mejor ande a mi casa, ya había sentido mi celular vibrar varias veces, lo más probable es que mamá haya vuelto a casa.

Caminando ha casa tenía un debate inmenso, no quería romper la promesa con Reki, él confió en mi al contarme su historia de su amigo y sentía y aseguraba que tenía miedo de que me pasara lo mismo; Pero la otra parte no podía dejar de recordar la vez que patine contra Adam, se sintió grandioso, ese sentimiento que no me dejo dormir esa noche, se repetía una y otra vez que iba a "S". Y estaba seguro de que quería volver a sentir eso.

Sentí que había tardado mucho en llegar a casa, iba tan absorto a mis pensamiento que no me di cuenta que ya había llegado. Entre y lo primero que sentí fue una toalla en mi cabeza.

—¡Dios mío Langa! Estas empapado ¿Qué paso?— escuche a mi mamá nerviosa mientras me secaba el pelo— llegue a casa y no te vi, tampoco tenía mensajes tuyos, estaba muy preocupada.

—Lo siento, perdí... la noción del tiempo— la mire triste, no quería que se preocupara por mi— iré a cambiarme, no quiero resfriarme.

Tome la toalla y me fui directo a mi habitación, me cambié una vez ya seco, aun traía el pelo húmedo pero no me importaba mucho. Regrese a la entrada y me senté en la mesa para cenar, como siempre solo se escuchaba el sonido de los cubiertos nada más.

—¿Sabes? Tenía un poco de miedo el que viniéramos a vivir aquí a Okinawa— me miro y sonrío, después miro la foto de nosotros tres— salió mejor de lo pensado, ¿no crees Oliver?— sonrío más tranquila, hasta parecía que su preocupación se había ido— tienes un amigo que se ve que te ah ayudado. Espero conocerlo pronto.

—Mamá... ¿alguna vez peleaste con papá?

—Cariño claro que si, cuando éramos novios peleamos unas veces. Incluso ya casados peleamos, es normal en toda relación.

—¿Y... se arreglaban?

—Langa— tomo mi mano y la froto con cuidado, se sentía el cariño y el cuidado con el que lo hacía— si te peleaste con tu amigo no te preocupes. Se que lo solucionaran, vaya ¿Quién lo diría? De pequeño lo único que te preocupaba era el snowboard, tu papá y la escuela... Ahora es tu amigo y el skate.

Claro que estaba preocupado, Reki es mi amigo, lo aprecio y quiero mucho. No se que puede pasar ahora con esto. Siento un pequeño golpe en mi cabeza.

—Tranquilo. Habla con él, el dialogo es una gran herramienta. Ahora termina tu cena que se enfriara— se llevo un poco de arroz.

Por supuesto, hablaría con Reki y solucionaría todo, no pienso perder esta amistad con Reki, a sido lo mejor desde que llegue a Okinawa; gracias a él conocí mi nueva pasión y todo gracias a él. Iré a su casa mañana y arreglare las cosas

Quédate conmigo... por favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora