La decisión - Kaplon

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Narra Blon



Entré en la habitación de Bruno, me senté en la cama mientras él editaba su siguiente vídeo, habían pasado unos meses desde que me confesó sus sentimientos. La verdad es que todavía no sabía lo que sentía, amaba a mi novia, pero Bruno estaba provocando nuevas cosas en mí. Su sonrisa me llenaba, su mirada me daba calor y sus besos, bueno, me llevaban a otra parte. Este último tiempo, después de insistir varias veces, pude convencerlo de que sea mi amante, no solo nos veíamos para tener relaciones, hacíamos varias cosas, prácticamente éramos una pareja sin serlo. No quería jugar con sus sentimientos, quería descubrirme a mí mismo, y por eso necesitaba su ayuda. Me centré en él, en la forma en la que fruncía su ceño mientras trabajaba, en la forma en la que sonreía cuando algo le gustaba, en su mirada cuando me veía, realmente me estaba enamorando de él.

-Bueno, ya terminé con esto- se levantó de su silla y se estiró-. ¿Qué quieres hacer hoy?

-Te iba a hacer la misma pregunta- le respondí mientras tomaba de su cintura.

-Hoy me quiero quedar en casa- se sentó sobre mis piernas y pasó sus manos por mi cuello-, podríamos ver una película.

-Me gusta ese plan- besé su mejilla y escondí mi rostro en su cuello para después dejar un beso húmedo en este.

-Pablo- lo escuché jadear-. ¿Javi sigue en la casa?

-No- le respondí mientras subía a su oído-, salía cuando entré.

-Pablo- volvió a decir.

-¿Mjm?

-Bésame- pidió.

Lo tomé por la espalda juntándolo más a mí, sus labios chocaron con los míos con desesperación. Era raro que tan solo después de tres días sin vernos estuviésemos tan desesperados por besarnos, esto no me había pasado con ninguna de mis novias. ¿Qué provocas en mí? Me preguntaba con frecuencia. Podía escuchar sus jadeos ahogados entre nuestros besos, podía sentir la forma desesperada en la que movía sus manos intentando juntarnos más, podía sentir su miembro erectarse entre nosotros y quería más, siempre queríamos más. Levanté mis brazos cuando comenzó a sacar mi buzo, él fue delicado, rozaba sus dedos con mi piel haciéndome cosquillas, pero yo no pude esperar tanto, prácticamente arranqué su ropa, ya no estaba pensando claramente. Lo acosté en la cama y acaricié su torso apreciándolo, bajé mis besos por su pecho hasta el borde de su pantalón.

-Bruno- llamé su atención-, quiero que me mires.

Bajó su mirada hacia mi rostro, sin quitar mi vista de él desabroché el botón de su pantalón y bajé su cierre, sus mejillas enrojecieron cuando pasé mi lengua sobre la tela de su bóxer, me gustaba verlo así. Me deshice del resto de nuestras prendas para luego meterme entre sus piernas, tomé su rabo entre mis manos comenzando a masajearlo de arriba a bajo. Entreabrí mis labios dejando que mi saliva cayera sobre mi mano lubricándolo, lamí desde la base de su tronco hasta la punta de su miembro para luego meterlo dentro de mi boca. Sus gemidos iban en aumento, el deseo se escuchaba en cada uno de estos, volví a verlo y nuestras miradas se conectaron nuevamente, no sacaba sus ojos de mí mientras me lo comía completo. Subí hasta sus labios para juntarlos con los míos mientras sus manos subían por mis brazos y se alojaban en mi nuca, sus piernas rodearon mi cintura atrayéndome hacía él. Me separé un instante para escupir mi mano y lubricarme a mí mismo, solo podía pensar en la mirada de Bruno penetrante sobre mí. Bajé mi ritmo y de a poco me fui introduciendo en él, la sensación de sus paredes contrayéndose alrededor de mi miembro eran fantásticas, los gemidos que salían de su boca me atrapaban más. Cuando estuve por completo dentro de él me acerqué a besarlo, comencé a moverme cuando sus dedos se arrastraron por mi espalda.

One Shots - FreestylersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora